lunes, 23 de julio de 2012

Contestando a Helena... por Tepozteco.

Primeramente, mis más sinceras felicitaciones, por haber escrito un artículo en este foro, que ha ido quedando en el olvido de muchos de los estimados foristas, como es su caso, mismos que, en ocasiones, enriquecen nuestros puntos de vista y, en otras nos presentan una muy buena oportunidad para esgrimir nuestros propios argumentos en contra de lo expuesto por ellos, en una polémica respetuosa y benéfica para ambos pues, nos ayuda a encontrar la verdad o, cuando menos, acercarnos a ella.


Difiero del enfoque general de su escrito, en donde el PRI aparece como el malo de la película y el PRD y el PAN, como blancas palomitas, ojalá el análisis fuera tan sencillo y, si así fuera, desde hace tiempo, el PRI habría dejado de existir y, los demás partidos, no seguirían escogiendo a la gran mayoría de sus candidatos, entre los priistas que no han podido alcanzar sus pretensiones, debido a la limitación en los puestos más importantes de ese partido, y aceptan gustosos las ofertas de los partidos rivales. Tampoco el PRI se hubiera recobrado de sus dos derrotas presidenciales (que reconoció de inmediato, sin impugnaciones), recobrando cada vez más puestos de elección popular y, muy posiblemente, la Presidencia de la República. En consecuencia, los hechos desmienten a su percepción personal, muchos millones de mexicanos piensan diferente y así lo demuestran en las encuestas, en donde, en la tranquilidad de sus hogares, expresan su preferencia, sin influencias externas, por consiguiente, ese es el medio más confiable para conocer el sentir real de la población, lógicamente, no de todos piensan igual pues, en un régimen democrático existen diferentes simpatías. La única gran diferencia, que pone en duda la legitimidad de la elección,  es la esperada inconformidad del candidato del PRD quien, nuevamente no acepta su derrota e inventa falsedades, cada vez más exageradas, para acusar, ahora al PRI (en el 2006 fue  al PAN), de serias irregularidades, siendo inconcebible para muchos  de nosotros que, ya conociéndolo, le den crédito a las mismas, sin embargo, es justo reconocer, que lo que ha perdido en la elección lo ha ganado en propaganda mediática, irónicamente, pues una de sus quejas es (y sigue siendo) en contra de los medios de comunicación, mismos que han colaborado, con la difusión de sus quejas, al convencimiento de, no podría definir, cuantos ciudadanos, incluida usted entre los mismos, de que existió una compra masiva de votos, por parte del PRI.

La situación actual es muy diferente a la del 2006, en la que él y sus allegados eran los únicos quejosos, ahora se están sumando grupos radicales, yosoy132 y el EZLN, que amenazan con actuar en el caso de la “imposición” de EPN, siendo muy preocupante y difícil de prever, hasta que punto cumplirán sus amenazas y las consecuencias, que sufriremos todos, al ser prácticamente inminente, si se actúa conforme a derecho, la declaratoria de  EPN como residente Electo y, posteriormente, como Presidente.
 Afortunadamente, no es complicado desmentir una violación a la libre voluntad de los electores de tal magnitud, únicamente basados en los hechos y lo ilógico e irrazonable de que los resultados obtenidos en la elección fueran debidos a una compra masiva de votos (primero 3 millones pero, al darse cuenta AMLO que, de cualquier manera hubiera ganado EPN, tranquilamente, los aumentó a 5 millones). Según usted afirma “Es indiscutible que estas elecciones son las más sucias que el PRI ha protagonizado”, a lo cual yo le diría que, lo indiscutible, en todo caso, es que fueron las elecciones más limpias y vigiladas de nuestra historia y, para ello, lo único que requiero demostrar es la falsedad sobre la compra de 5 millones de votos, labor relativamente sencilla porque, me supongo que estamos de acuerdo en que la depuración lograda en la recepción y suma de votos, por ciudadanos independientes, con la asistencia de los representantes de todos los partidos y observadores nacionales e internacionales, garantizaron la legalidad de la elección, en este aspecto, así como también, que fueron correctos los resultados obtenidos con el Conteo Rápido, los del PREP y los correspondientes al conteo oficial de los votos en los 300 Consejos Distritales. Mi primera pregunta sería: ¿Estamos, efectivamente, de acuerdo, en lo que menciono, que todo fue correcto si excluimos, por el momento, la compra de 5 millones de votos? Desde luego, salvo las compras de votos  acostumbradas, en baja escala, por todos los partidos y algunas otras irregularidades que no influyen en los resultados.
Desde antes de la elección, era ya perfectamente predecible quien sería el ganador, según las encuestas, 5 de las cuales sobreestimaron su ventaja, pero acertaron en los porcentajes del segundo y tercero lugares y a quienes les correspondían, y 6  atinaron los porcentajes y los lugares  de todos los candidatos. Según AMLO, las encuestas se utilizaron como propaganda y el PRI compró a las empresas encuestadoras, lo cual no merece muchas explicaciones para desmentirlo, al haber atinado todas en las posiciones de los contendientes y la mayoría en todos los porcentajes de los mismos. En donde sí estamos de acuerdo con él es en la utilización, solamente como propaganda,  de la encuesta en que tenía una ventaja de dos puntos sobre EPN, sin aclarar cuál fue  la empresa responsable, si realmente existió. ¿Estamos de acuerdo en esto?
EPN ganó la Presidencia pero no la mayoría del Congreso, evidencia irrefutable de que los ciudadanos emitieron un voto razonado, y decidieron no otorgarle dicha mayoría.  Si tenemos evidencia de que un mismo ciudadano, al emitir su voto, escogió a un partido para la Presidencia y a otro para el Congreso, ¿Podría esto suceder si los votos fueran comprados?, tercera pregunta.
A pesar de haber ganado el PRI, hubo votos de castigo en tres Estados: Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz, en los tres  ganó el PAN. ¿Sería esto posible con votos comprados?, cuarta pregunta.
Si supusiéramos, por un momento, que el triunfo de EPN se debió a la compra de 5 millones de votos, y aceptáramos lo dicho por AMLO, que él hubiera ganado en el caso de no haberse comprado, y suponiendo que si así fuera, esos 5 millones de votos se le restarían a EPN y se repartirían, la mayor parte a AMLO y el resto JVM, desquiciando todas las encuestas, ¿Será posible que todas las empresas encuestadoras se equivocaran en los porcentajes de todos los candidatos y en los lugares ocupados por dos de ellos?, cuarta pregunta.
En su escrito menciona a empresarios que aportan su “dinerito” a cambio de prebendas pero, las quejas a este respecto las ha acumulado el PRD. Una muy difundida, conocida como “el charolazo” de 6 millones de dólares, si recuerdo bien y, aunque no se concretó, se aceptó el intento de recabar fondos de esa manera. También existe la denuncia del PRI sobre el donativo de 110 millones de pesos del dueño de Villa Acero y la denuncia de la aportación del SME, adicionalmente, el no rendir cuentas de las aportaciones de varias de las organizaciones controladas por AMLO, algunas de las cuales, ni siquiera están registradas en Hacienda. Yo no recuerdo ninguna denuncia en contra del PRI en este particular. ¿Estamos de acuerdo? Quinta pregunta. 
Analicemos ahora si la mayor parte de los millones de votos supuestamente comprados se realizó con las tarjetas de Soriana.
En mi opinión, que coincide, parcialmente, con la suya, se trató de un recurso desesperado para demostrar una compra masiva, inexistente, de votos, sin prever la facilidad con que se podía demostrar su falsedad. Según el Director Comercial de Soriana, desde que AMLO ocupara la jefatura de gobierno del D.F., tenía un convenio con ellos para distribuir  dinero para las personas de la “tercera edad” a través de tarjetas de Soriana. Dichas tarjetas, como aclaró dicho funcionario, si eran susceptibles de recibir dinero, no siendo así las correspondientes a un acuerdo que tenían con la C.T.M., 3500 de ellas fueron exhibidas por AMLO, las cuales eran solamente de descuento y no admitían que se les cargara efectivo. Posiblemente, AMLO supuso que las otras tarjetas también tenían la misma característica de las de su convenio, y se le ocurrió utilizarlas como prueba de compra masiva de votos, a través de las mismas.
Unos días después de las elecciones, en una de las tiendas de Soriana, ubicada en el D.F., un grupo numeroso de supuestos “compradores” vació de mercancía, casi por completo, varios estantes, estando “casualmente” presente un fotógrafo de La Jornada, quien tomó las fotográficas incriminatorias. Según Soriana, los supuestos “compradores”, efectivamente llenaron los carritos de mercancías pero, los dejaron regados en el interior de la tienda, sin acceder a las cajas. La tienda fue posteriormente clausurada, a pesar de haber operado aproximadamente 10 años sin ningún problema y, posteriormente, se clausuró otra de ellas.  Lo más extraño es que, la “compra” de pánico sucedió solamente en una de las 600 tiendas que tiene Soriana, distribuidas en la República y, desde luego, tampoco en ninguna otra de las que operan en el D.F. Para cualquiera, supongo, se trató solamente de un burdo “montaje”. ¿Usted qué opina? Sexta pregunta.
Esta empresa ha sufrido considerables pérdidas y, los directivos habían decidido demandar a AMLO pero, al estar ya sufriendo manifestaciones en su contra y previendo lo que sucedería si lo hacían, han preferido aguantar sin quejarse de todo lo sucedido y solamente presentar toda la información requerida por las autoridades.
En las elecciones pasadas, en el D.F.,  el candidato del PRD “arrasó” con una ventaja considerable con respecto a las demás contendientes, y los porcentajes obtenidos, por cada uno de ellos, fueron los previstos en las encuestas, lo cual no hubiera sucedido si hubiera existido una compra masiva de votos, inclusive, Marcelo Ebrard, aseguró que en el D.F. no se había dado esa pretendida compra. ¿Usted cree que si hubo compra masiva de votos en el D.F.? Séptima pregunta.
Independientemente de no ser posible cargar efectivo a las tarjetas que obran en poder de AMLO, su sola existencia no prueba nada y no fue presentada ninguna prueba de que millones de ellas fueran utilizadas para la compra de votos, lo cual se comprueba en la conclusión de IFE remitida al Tribunal Electoral:
“En su extensa argumentación, el organismo electoral desvirtúa cada uno de los agravios que esgrime el Movimiento Progresista, entre ellos el uso de las polémicas tarjetas de Soriana y los monederos electrónicos Monex, de los que solicita sean desestimados como valor probatorio de la compra y coacción del voto. De su presentación no se desprenden circunstancias de modo, tiempo y lugar, por lo que su valor es meramente indiciario.
Referente a las aproximadamente 2 mil 345 tarjetas Soriana, en relación con las denuncias del rebase de los topes de gastos de campaña, deben de igual forma desestimarse en cuanto a su valor probatorio, cuya emisión no se acredita que corresponda a Soriana, toda vez que no existen elementos de prueba que adminiculados hagan evidente su autoría (...) No existe la certeza de que efectivamente las mismas hubieran sido recibidas por los medios que ellos refieren y su simple existencia no revela tampoco que su entrega haya sido condicionada, bajo qué supuesto y menos aún que contuviera dinero o algún tipo de prestación”.
Al abundar en la entrega de estos instrumentos –Soriana, Monex y otros–, el órgano electoral agrega elementos para desestimarlos como prueba: “No ha sido comprobado y por tanto no puede hacer prueba plena (que el) otorgamiento de las tarjetas de ‘beneficios’ hayan sido con el objeto de presionar o coaccionar a los electores a emitir su voto a favor de determinada coalición y con ello se acredite la vulneración del derecho del voto libre, con independencia de que ese hecho sea determinante o no en el cómputo de la votación”.
Aquí es muy importante mencionar la manipulación que están haciendo AMLO y sus allegados, en lo referente a las pruebas que deben presentarse, según expresa el derecho: “el peso de la prueba corresponde a la parte acusadora”, tal y como se observa en los párrafos anteriores, ellos no están presentando pruebas, sino suposiciones, para ser investigadas por la autoridad, engañando a la sociedad al decir que la autoridad no investiga pero, la función de la autoridad es investigar la validez de las pruebas presentadas, no la de investigar suposiciones. ¿Está de acuerdo con esto? Octava pregunta.
Es tan deficiente la presentación de pruebas, por parte del PRD que, en las que presentó, posteriormente, ante el Tribunal Electoral, con espectacular desfile de cajas, impresionando por su gran volumen, el escritor de izquierda, Sergio Aguayo, quien votó por AMLO, y analizó las pruebas presentadas, terminó un artículo, escrito en días pasados, de la manera siguiente: “Como votante de izquierda también espero que los partidos de esa corriente sustenten recursos jurídicos con evidencia sólida. Ya basta de improvisaciones y novatadas; es tiempo de que dejen de actuar como aficionados”.
Antes de analizar lo correspondiente a Monex, en donde la denuncia inicial del PAN no era por compra de votos, sino por exceder los montos de campaña, adornada, posteriormente, por el PRD y ese partido con la suposición de utilización de dinero “ilícito”, me gustaría preguntarle si, después de lo expuesto en estos párrafos, continúa suponiendo que existió una compra de 5 millones de votos y, en el caso de ser así, ¿En qué se funda y como lo lograron? Novena pregunta. 
En otra parte del fallo del IFE se expresa lo siguiente:
“Sobre Monex y las facturas de Grupo Comercial Inizzio SA y Comercializadora Epfra –que el Movimiento Progresista aporta para sostener que hubo dinero ilícito en la campaña de Enrique Peña Nieto–, el instituto considera que la queja debe ser infundada, toda vez que parte de la premisa errónea de que la mera presentación de las facturas acredita la infracción aducida. Refiere que en la queja del PAN al respecto, la Unidad de Fiscalización deberá valorarlas de manera adminiculada con la totalidad de indicios aportados”.

Este último punto aclara la gran diferencia en las denuncias presentadas por el PAN y por el PRD. El 25 de junio, el PAN presentó una denuncia ante el IFE, aduciendo que el PRI había rebasado, por más del doble, los topes en los gastos de campaña. El 15 de julio, el Movimiento Progresista presenta al IFE facturas de cuentas en Monex, por 179 millones 639 mil 71 pesos, presuntamente relacionadas con la compra y coacción del voto. Por ese motivo, inicialmente Madero aclaraba que hubo irregularidades  de parte del PRI (exceder los gastos de campaña) pero no acompañaban al PRD en solicitar la anulación de la elección (al no ser éste motivo de anulación de la misma).

Para algunos puede resultar extraño el comportamiento del dirigente del PAN, al ir cambiando sus pronunciamientos iniciales e  irlos haciendo cada más graves, en contra del PRI: que sí hubo compra de votos, que ganó gracias a un “billetazo” y, por último, en compañía del PRD, que el PRI había utilizado recursos ilícitos, pero se trata simplemente de su temor a ser substituido, en la próxima Asamblea del PAN, siendo muy diferente hacerlo responsable de su terrible derrota a justificarla, por haber ganado el PRI de manera ilegal.
AMLO tenía programada una sala de prensa para el 18 de junio, en la noche, en donde expondría su Plan Nacional de Defensa de la Democracia pero, precisamente, ese día en la mañana se publicó el fallo del IFE sobre sus denuncias: http://www.jornada.unam.mx/201..., con lo cual podía, prácticamente, considerar que sus quejas tampoco iban a progresar ante el Tribunal Electoral, en consecuencia, se requería una razón más poderosa para seguir justificando su petición de la anulación de la elección, la solución fue acusar al PRI de utilizar recursos “ilícitos”, presumiblemente, lavado de dinero. Modificó el tema de su sala de prensa y presentó la acusación correspondiente, acompañada de gráficas en donde aparecían diferentes empresas, supuestamente involucradas en dicho ilícito. Esa demostración la vimos todos por televisión, pero no la sección posterior de preguntas y respuestas. Según el periodista y columnista, Alemán (perdón pero no sé su nombre de pila), cuando le preguntaron a Jaime cárdenas, encargado de hacer la demostración: ¿Dónde están las pruebas que vinculan a esas empresas y sus malos manejos, con la campaña de Peña Nieto y del PRI?, bajó la cabeza, pensó unos segundos y confesó: ¡No hay ninguna!

Afortunadamente para el PRI, el PAN y el PRD, presentaron una denuncia ante la PGR, a lo cual el PRI presentó otra por difamación de esos dos partidos, digo afortunadamente porque la investigación, seguramente, terminará en un corto plazo, aclarándose por completo a quien le corresponde la razón.

Aquí termino con este kilométrico escrito y, aunque la preguntas van dirigidas a Helena, mucho les agradecería a los demás foristas, si a bien lo tienen, participar en la respuestas pues, no se trata de una “imposición” (término de moda) de mis argumentos, tan solo de una presentación de los mismos, sujetos a ser refutados por quien lo estime conveniente.

Un cordial saludo a Helena y a todos los demás foristas, invitándolos, nuevamente, a no dejar morir este foro.

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