lunes, 23 de julio de 2012

¿ Que sucede en México ?

Este articulo lo recomienda José Enrique de Sara Sefchovich.


 Una y otra vez los sicólogos y sociólogos insisten en que la violencia engendra 

violencia. Un niño que crece en un hogar donde el padre o la madre son
golpeadores, lo será también. Una sociedad en la cual se pretende evitar la
violencia usando la violencia, además de intensificarla, hará que ella sea
internalizada por los ciudadanos como la forma de enfrentar la vida y resolver
los problemas.

Eso es lo que nos está sucediendo en México. Un grupo de personas roba una
tienda y se lleva montones de electrodomésticos. La policía va a rescatar la
mercancía y se enfrentan con ella armados de palos y piedras. Y no contentos con
defender lo que consideran “suyo” a pesar de que fue robado, salen a la calle a
asaltar a automovilistas que pasaban por allí, a los que agreden con violencia.

Un grupo de jóvenes viene a un concierto y de repente empiezan a asaltar a
pasajeros en el Metro y a destruir las instalaciones, y no contentos con eso,
salen a la calle a asaltar a automovilistas y patean porque sí a un policía. Y,
sin embargo, la sociedad no parece condenarlos. Ningún medio ni ningún opinador
lo hizo: sólo hubo descripción de los hechos. ¿Por qué? A unos, porque se supone
que son pobres y en la cultura política mexicana eso es carta de perdón para lo
que sea. Y a otros porque son jóvenes y también eso es por definición derecho a
la disculpa. Y más todavía: muchos los defienden. Allí estaban los vecinos de
Tepito protegiendo a los suyos y los padres de los jóvenes esperando a sus hijos
en lo que la policía los soltaba, perdonándolos cuando no justificándolos,
mientras que el jefe de la policía era el que tenía que dar explicaciones por
haberse “atrevido” a mandar a detenerlos.

¿Qué nos pasa? ¿No debería ser al revés y que fueran los que cometieron los
desmanes quienes se tuvieran que disculpar? ¿No deberían ser los padres y
vecinos quienes condenaran esa manera de ser?

Que quede claro que no estamos hablando de delincuentes, de ésos como los que
atacaron a los jóvenes del campamento en Chalco, porque ésos son de otra calaña,
de otra especie que no es precisamente la humana. Estamos hablando de personas
que se supone son normales, pero que pierden la cabeza cuando están en bola,
como mostraron desde Elías Canetti hasta Walt Disney, pues la masa genera una
sensación de poder, de fuerza, de invulnerabilidad, e incluso de impunidad (por
aquello de Fuenteovejuna) que a su vez les da permisividad para los
comportamientos violentos.

Y en un país como el nuestro, esto se exacerba porque la violencia se ha
convertido en la forma de vivir. En una encuesta llevada a cabo por la
Universidad Nacional el año pasado, una buena mayoría de jóvenes de entre 15 y
17 años se manifestó “en favor de la tortura y la pena de muerte para combatir
la violencia, haciendo evidente una inclinación por el combate a la violencia
con la violencia”, y en varios foros y estudios se ha visto que “muchos niños
quisieran ser como El Chapo: el que más mata, el que más chinga, el más cabrón”.

A mi gusto, el secretario de Seguridad Pública del DF, Manuel Mondragón y Kalb,
nos ha dado una lección: por una parte ha sido enfático en que no se pueden
permitir estas acciones, en que es imprescindible parar el vandalismo, pero por
otro, ha demostrado que ello es posible sin violencia, “sin un rasguño”, como
dijo en una entrevista.

Por supuesto esto no siempre se puede hacer de manera tan limpia, porque muchas
veces los ciudadanos están demasiado agresivos y violentos e incluso armados.

Y es que a la sociedad mexicana, que mucho ha avanzado en la protección de los
derechos humanos, le falta aprender que eso no es algo que sólo debe hacer la
fuerza pública o los funcionarios, sino también los ciudadanos. También nosotros
tenemos que respetar los derechos humanos, incluidos los de quienes visten
uniforme.

sarasef@prodigy.net.mx

www.sarasefchovich.com

Escritora e investigadora en la UNAM


Fuente: http://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2012/07/59633.php




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