1. El método electoral sigue
arrojando los resultados previsibles: millones de personas votaron -en
lo fundamental- en calma. Manifestaron su voluntad y ello remodeló el
mundo de la representación política.
2. La labor del IFE resultó eficaz, transparente, apegada a derecho.
Espectacular el número de casillas instaladas. Solo dos no se colocaron.
El conteo rápido funcionó como reloj suizo y el PREP entregó resultados
desagregados que cualquiera puede consultar. La trama para recibir,
contar y dar a conocer los resultados funcionó a la perfección.
3. Los candidatos se pasearon a lo largo y ancho del país. Ejercieron
con intensidad sus derechos y libertades. Entraron en contacto con
cientos de miles de personas en las plazas públicas y también se
reunieron en recintos cerrados con diversos grupos de interés.
Plantearon sus diagnósticos y propuestas, debatieron con sus
adversarios, solicitaron el voto y cargaron el ambiente de política.
4. Las condiciones de la competencia fueron equilibradas durante la
precampaña y la campaña. Los partidos recibieron un generoso
financiamiento público que se repartió conforme a las normas. Luego de
las fricciones entre televisoras y autoridades electorales en torno a
las nuevas reglas, las pautas publicitarias entregadas por el IFE a los
concesionarios se cumplieron en una amplia proporción (99 por ciento).
La radio y la televisión desde las precampañas realizaron una cobertura
más o menos pareja (ahí están las mediciones del IFE). No obstante, lo
que pasó antes de esas fechas, la complicidad apenas disfrazada entre
las televisoras y el candidato del PRI, sigue generando irritación.
5. La participación fue alta (63.14%). Se detuvo el incremento en la
abstención. En 1994 sufragó el 77.8 por ciento de la lista nominal, en
2000 el 63.97 y en 2006 el 58.55. Pues ahora volvimos a una votación
similar a la del 2000. Se revirtió la tendencia a una menor
participación. Es una buena noticia.
6. El triunfo de quien será Presidente fue holgado, pero con una
diferencia menor a la que habían proyectado las encuestas. 18.7 millones
de votos que representan el 38.15 por ciento de los votos. El segundo
lugar obtuvo 15.5 millones de votos y el 31.64 por ciento. Más de 3
millones de votos de diferencia. La caída del PAN no puede ni debe
maquillarse. 12.5 millones de votos y el 25.40 por ciento del total.
7. También contra lo que preveían las encuestas, ningún partido tendrá
mayoría absoluta de diputados ni de senadores. En esta última Cámara, el
PRI ganó 10 entidades, la alianza PRI-PVEM otras 8, el PAN 8 y la
coalición PRD-PT-MC 6. El PAN quedó en segundo lugar en 13 estados, el
PRI-Verde en 12 y la coalición de izquierda en 7. Para diputados, con
cerca del 99 por ciento de las actas computadas, los porcentajes de
votos son los siguientes: PAN 25.91; PRI, PRI-PVEM y PVEM (las tres
combinaciones): 37.99; PRD-PT-MC, 27.02 y Panal 4.08. Esa es una buena
nueva. Las fuerzas políticas seguirán obligadas a escucharse, a negociar
y a pactar si quieren que sus iniciativas se hagan realidad.
Continuaremos con los llamados "gobiernos divididos". La pluralidad de
fuerzas políticas que cruzan al país estará representada de manera
equilibrada en el Congreso.
8. El PRI-PVEM gobernará tres estados (Chiapas, Jalisco, Yucatán), pero
otros tres serán encabezados por la coalición de izquierda (Distrito
Federal, Morelos y Tabasco). El PAN solo refrendó uno de sus reductos
(Guanajuato). En Chiapas y el DF los ganadores barrieron. En cuatro
estados hubo alternancia (Chiapas, Jalisco, Morelos y Tabasco), y en los
otros tres seguirán gobernando las mismas fuerzas.
9. La compra y la coacción sobre el voto es el "frijol en el arroz".
Mientras México siga siendo una sociedad tan marcadamente desigual,
mientras tantas personas tengan carencias materiales tan extremas,
existirá la tentación de intercambiar bienes por votos. Pero, no es una
práctica privativa de un solo partido, aunque el PRI parece ser el que
más recurre al expediente. No obstante, el antídoto diseñado por el IFE
mucho logra atajar: el hecho constatable que en el momento de votar solo
puede estar dentro de la mampara una sola persona.
10. Tenemos, sin embargo, un problema mayor: la no aceptación de los
resultados por quien encabeza una fuerza más que relevante. Lo respaldan
15.5 millones de votos. ¿A ellos, no les dice nada que Andrés Manuel
López Obrador haya ganado en 8 entidades, cuando hace seis años triunfó
en 16? ¿No expresa algo que en 22 estados la alianza de izquierda no
haya ganado ni uno de los diputados uninominales? Solo en 10 entidades
obtuvieron diputados por distrito: DF (26), Oaxaca (10), Guerrero (9),
México (7), Tabasco (6), Michoacán (4), Morelos (4), Tlaxcala (2),
Veracruz (1) y Quintana Roo (1). ¿No resulta significativo que para el
Senado solamente hayan triunfado en seis entidades? Al parecer, no. Es
triste. Pero así es.
11. A pesar de eso, todo lo que se haga por transparentar aún más la elección será bienvenido.
Fuente: http://www.reforma.com/editoriales/nacional/664/1326643/default.shtm
Los derechos de autor son propiedad de los columnistas y sus periódicos; las columnas de los foristas son responsabilidad de ellos mismo; los comentarios, mentadas de madre y albures en Disqus son, también, responsabilidad de los foristas. Este lugar no tiene fines de lucro Aquí no se censura ni se modera. CUANDO SE PUBLIQUEN DATOS PERSONALES, POR SEGURIDAD, LOS POSTS SERÁN BORRADOS. Contacto: lafaunademilenio@gmail.com
RECOMENDACIONES Y COLUMNAS DE OPINIÓN
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.