| Rubén Cortés |
Soriana era sólo una conocida cadena de 600 supermercados hasta que AMLO la culpó por perder la Presidencia el 1 de julio y le azuzó las hordas que forman el núcleo totalitario de los 15 millones de ciudadanos que votaron por él.
Sin más pruebas que tarjetas de descuento que distribuye la empresa entre sus clientes, al igual que hacen las otras cadenas, AMLO dijo que Soriana ayudó al PRI a “comprar votos” para ganar los comicios.
Bastó eso para que sus turbas irrumpieran más de 180 veces en tiendas Soriana, robando y dañando mercancías, rompiendo cristales y hasta secuestrando clientes y empleados durante horas:
—13 de julio: Una muchedumbre agredió dos tiendas en Tlalpan, DF, coreando “Peña no ganó, Soriana le ayudó”, “De Chetumal a Tijuana no compren en Soriana”, “Pueblo, protesta o ya no sales de ésta”, “Si hay imposición habrá revolución”.
—15 de julio: Una turba penetró en Soriana Guadalajara al grito de “Soriana entiende la patria no se vende”.
—21 de julio: Miembros de Morena irrumpieron en Soriana Campeche y pegaron pancartas en los pasillos.
—24 de julio: Integrantes de #YoSoy132 entraron a Soriana Cuernavaca para conminar a los clientes a no volver a comprar en esa tienda.
—24 de julio: Estudiantes de la UNAM penetraron en Soriana de Circuito Interior y Benjamín Franklin, abarrotaron carritos de mercancías y los dejaron tirados frente a las cajas.
—1 de agosto: Militantes del PRD, encabezados por Gerardo Cervantes, secuestraron durante tres horas a 300 clientes en Soriana de San Vicente Chicoloapan, Estado de México.
—2 de agosto: Varias personas asaltaron y robaron la sucursal de Soriana en Jardines de Cerro Gordo, en Ecatepec.
AMLO justifica los ataques al asegurar que son pacíficos porque “no incitamos a la violencia, así que vamos a seguir actuando de manera pacífica”. Es decir, se trata se verdugos benévolos: al fin que sólo secuestran, agreden y roban. No han matado a nadie, pues.
Sin embargo, lo preocupante de las agresiones a Soriana ya no es que las encabecen turbas de AMLO, lo cual era previsible, sino la pasividad de la mayoría silenciosa: los obradoristas contrarios a la violencia, los 19 millones que votaron por Peña y los 12 millones que votaron por Josefina.
Poco a poco, el país es secuestrado por una minoría estridente que hace lo que le da la gana con base en “protestas pacíficas” que dejan de serlo cuando se convierten en más de 180 robos, ataques y secuestros a una cadena de tiendas.
Así es como empieza a funcionar la maquinaria de los populismos totalitarios, los cuales tienen una característica especial:
Que la mayoría silenciosa no encuentra más excusa que pensar que los horrores… son siempre responsabilidad de los otros.
ruben.cortes@razon.com.mx
Twitter: @ruben_cortes
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