Al tiempo que Barack Obama conseguía su segundo mandato de cuatro años, los estadounidenses participaron el martes 6 en otras consultas populares que dan señales de que algo ocurre en la sociedad de ese país, sumido en una crisis financiera que ha impactado en todo el mundo.
Además de ir a las urnas para elegir al Presidente, los estadounidenses también votaron en temas que en otras naciones, como la mexicana, siguen causando prurito, pero que inevitablemente forman parte de los cambios que la sociedad actual está realizando a pasos lentos: la legalización de la mariguana --como se hizo hace casi un siglo con el alcohol--, la aprobación del matrimonio entre parejas del mismo sexo y la pena de muerte.
Obama recibió el apoyo mayoritario para seguir como inquilino de la Casa Blanca por cuatro años más, a pesar de que no ha logrado sacar al país de la crisis financiera y el estancamiento económico.
De manera sorprendente, se registraron millones de votos de latinos apoyándolo, no obstante que en su administración expulsó a más de un millón de trabajadores indocumentados y que el tema de la política migratoria no fue abordado en su campaña.
Pero mientras a escala nacional se definía el rumbo político, en Colorado y Washington se aprobó en consulta popular el consumo recreativo de la mariguana, una medida sin precedentes en el país, pues hasta el momento ya es legal este consumo en California y otros 15 estados de Estados Unidos, además del Distrito Federal, pero solamente con fines medicinales.
El porcentaje de la población a favor y en contra de la medida fue mínimo pero representativo. Colorado aprobó el consumo de cannabis con 54 por ciento a favor y 46 por ciento en contra, mientras que en Washington fue de 55 por ciento a favor y 45 por ciento en contra. En Oregon, la iniciativa fue rechazada con 56 por ciento y 44 por ciento a favor.
El camino de la legalización del consumo de la mariguana parece estar delineado en Estados Unidos, donde la población aún está dividida en aceptar su comercialización, pero con una mayoría cada vez más creciente para que se transforme en un producto legal.
Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 94 millones de personas en Estados Unidos han admitido su consumo al menos una vez en su vida.
Cada año, 2.1 millones de personas prueban la mariguana por primera ocasión entre los 12 y 17 años de edad. Y de acuerdo con las estimaciones del gobierno de Estados Unidos, la producción local de mariguana se ha incrementado diez veces en los últimos 25 años, lo que representa un gasto anual en esta droga por 10.5 mil millones de dólares.
Más que un asunto de salud en aquel país, las autoridades observan el tema del consumo de la cannabis como lo que es, un tema comercial, económico, financiero. Por eso al ser aprobado su consumo, con el debido pago de impuestos, se lanza un mensaje a otros países, pues no es lo mismo que se legalice en la nación más poderosa del mundo, que en Uruguay, como lo hizo el Presidente José Mujica.
En México, el consumo de la mariguana está previsto en la ley, pero en cantidades mínimas. Aunque ya se ha planteado normar su consumo de manera comercial, aún se tiene el temor entre las autoridades de que los niveles de adicción aumentarán de manera incontrolable entre la población.
Se olvida que el uso de la mariguana tiene una larga tradición popular y que durante décadas ha sido utilizada sin que el nivel de consumo haya crecido desmesuradamente.
Pero si en Estados Unidos avanza esta iniciativa de la comercialización de la mariguana –el segundo enervante con mayor consumo después del alcohol en ese país--, es probable que en México y otros países también camine la misma idea, ya que así funcionan las leyes del mercado, son universales.
La otra iniciativa popular que también avanzó en Estados Unidos fue el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Los estados de Maine, Washington y Maryland aprobaron la medida.
Pese a que el matrimonio de personas del mismo sexo no es reconocido a escala federal --constitucionalmente está prohibido en 31 estados--, ya era legal en los estados de Connecticut, Iowa, Massachusetts, New Hampshire, Nueva York, Vermont y el distrito de Columbia, al que pertenece la capital, Washington.
Pero la iniciativa de conmutar la pena de muerte por cadena perpetua en California fue la que fracasó. Cerca de 53.6 por ciento de quienes participaron en la consulta popular votaron en contra y 46.4 por ciento a favor.
Si hubiera sido aprobada, las 752 personas sentenciadas a morir hubieran sido beneficiadas con la cadena perpetua. Cabe recordar que sólo en 17 de los 50 estados del país esta prohibida la pena capital.
Con estas y otras iniciativas votadas el martes anterior, un sector de los estadounidenses comenzó a dar pasos por otros rumbos.
Sin embargo, faltan muchos más, como una nueva política económica más social y menos salvaje, lo mismo que una política migratoria que permita a millones de indocumentados, sobre todo latinos, tener los mismos derechos que los ciudadanos nacidos en territorio estadounidense, una lucha que dieron los negros desde mediados del Siglo 20 y que tardaron en obtener cerca de 50 años después, hasta lograr que uno de los suyos, Barack Obama, llegara a la Casa Blanca y se reeligiera cuatro años más.
Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104
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