viernes, 18 de enero de 2013

Y usted ¿de qué vive, don Andrés?

Y usted ¿de qué vive, don Andrés?
Pablo Hiriart

Pablo Hiriart
 
Contar dinero en público siempre trae consecuencias, se presta a suspicacias y morbo. Nunca nadie queda complacido.
Enrique Peña Nieto y su equipo dieron a conocer cuáles son sus propiedades. Allá ellos y ahora deberán aguantar las suspicacias y el morbo.
Pero al ver que la crítica y la burla vienen del flanco lopezobradorista, no puede uno dejar de preguntar: ¿de qué vive don Andrés?
Lleva siete años sin trabajo y viaja por todo el país de manera permanente. No para. Los boletos de avión cuestan, sobre todo si se compran cada semana.
En las ciudades que visita debe pagar hoteles, comidas, gasolina, además de la renta de templetes, equipos de sonido… ¿De dónde sale?
Pero no es sólo eso. Don Andrés tiene una muy respetable familia que también implica gastos. Vivienda, vestido, colegiaturas, compromisos, gas, electricidad, vehículos… ¿De dónde?
Si toco en este espacio el caso de López Obrador es porque sus seguidores y acompañantes se destacan en la prensa y en redes sociales por su furibunda narrativa que descalifica la honestidad de sus contrarios.
El propio López Obrador extiende certificados de honorabilidad o de conductas mafiosas al resto de la comunidad, sin decirnos siquiera de qué vive.
Todos sus adversarios políticos, periodistas que no están con él, empresarios que no se suman a su causa, funcionarios recién nombrados, son delincuentes para el dirigente de Morena.
La única manera de zafarse del mote de mafioso o ahuyentar la sospecha de tener un patrimonio mal habido es sentarse al lado de don Andrés.
¿Y él? ¿De qué vive?
Dice que sus seguidores le depositan dinero a una cuenta para “el movimiento” y él se asigna un sueldo de 50 mil pesos.
Cincuenta mil pesos al mes es un salario que no gana el 90 o el 95 por ciento de los mexicanos que tienen un trabajo.
No hay precisión acerca de cuántas personas ganan 50 mil pesos al mes, pues el INEGI deja de segmentar el ingreso a partir de seis salarios mínimos (unos once mil 350 pesos).
Si es verdad lo que López Obrador dice acerca de su sueldo, surgen dos interrogantes: ¿Podría enseñarnos su declaración de impuestos? ¿Paga impuestos?
 Sería paradójico que una persona privilegiada por tener un salario superior al del 90 por ciento de los mexicanos que trabajan no pagara impuestos.
Pero no prejuzguemos. Don Andrés, ¿podría enseñarnos su declaración de impuestos de los últimos siete años?
Y, por último, ¿de veras viaja todas las semanas, paga hoteles, comidas, transportes locales, vehículos, colegiaturas, mantiene un hogar… con 50 mil pesos al mes?
Don Andrés, ya díganos, ¿de qué vive?

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