Querer vincular a EPN con Televisa a través de Angélica Rivera, es una frivolidad y producto más de un análisis telenovelero que un análisis serio, formal y con un dejo de veracidad. Propio para las señoras que se pasan las tardes pegadas a las pantallas de su televisor, soñando con el príncipe azúl que bailará con ellas hasta la media noche.
Lo que nadie puede negar, es el inmenso poder que tienen las televisoras y entre ellas, más Televisa que TvAzteca. Tienen un gran equipo de locutores calificados que pueden fácilmente orientar la intención del voto hacia uno u otro lado, sin mayo esfuerzo. No creo que la gente mayor de 30 añós, haya olvidado en papel fundamental que jugaron los medios en el 2000 que arroparon a Fox para que pudiera "destronar" al PRI y "echarlos a patadas".
Yo al menos recuerdo como todos los locutores de Televisa y TvAzteca hacían proselitismo a favor de Fox y se la pasaban cantando a los cuatro vientos, lo malo que había sido el PRI como gobierno "durante 70 años" y para ello contó con la complicidad de los mala llamados "Intelectuales Orgánicos" quienes toda su vida estuvieron bajo la ubre del PRI.
Las elecciones del 2006 fueron una calca de las del 2000, solo que ahora el arropado era Calderón y el enemigo a vencer era López Obrador y la gran campaña que se había pagado con dinero del erario durante seis largos años. López Obrador tiene razón en estar enojado pues las televisoras lo traicionaron, cuando creyó que ya tenía la presidencia ganada.
Los mensajes que había estado enviando desde la tribuna del D. F. previo a la campaña y en la campaña, eran bastante claros y no dejaba espacio para las dudas, Las televisoras sabían que AMLO una vez en el poder, desbarataría el "hermoso" monopolio que a ambas televisoras les había costado tanto tiempo y dinero formar.
En el caso de EPN, es claro su mensaje, necesita ponerse por encima de los "jugadores" y tener un margen seguro de gobernabilidad y si para ello tiene que "jalarle las riendas" a las televisoras, lo hará sin importar que tan comprometido esté con ellas, al final, le debe demostrar al mundo y a los mexicanos, que él es el hombre más poderoso de México, de otra forma, todo se le saldrá de control y le pasará lo que a Calderón, cuando públicamente recibió un buen regaño de Carlos Slim allá por el año 2008, en plena crisis, de la "crisis que llegó de fuera" y los agarró con los calzones en la mano.
Si las televisoras tuvieron algún arreglo con EPN, no me queda duda de que este fue económico y a través de sus organismos de publicidad, ellos sabían que al final, el que quedara de presidente tendría que poner un coto a ese gran poder que las televisoras ostenta.
Lo que se puede esperar de EPN es que abra el espacio de la competencia, pero no entre las mismas dos televisoras, ni siquiera entre estas y Carlos Slim, la competencia tiene que ser entre más jugadores con posibilidades de sobrevivir a los tiburones de TvAzteca y Televisa. La competencia ha llegado para quedarse y los usuarios tendremos más oportunidades de elección en la televisión abierta, lo peor que nos puede pasar es que las nuevas se pongan a competir al tu por tu contra las actuales, con la misma basura de programas...
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