Guadalupe Loaeza- 14 de Febrero en Los Pinos

Hoy, día del Amor y la Amistad, no podemos dejar de hablar de una pareja sumamente representativa de nuestro país y de nuestros tiempos. Sin duda, se trata de una pareja inspiradora, de una pareja como de ¡¡¡película!!! y de una pareja súper mediática, de la que todo el mundo está al pendiente. Nos referimos, por supuesto, a la pareja presidencial: él, Enrique Peña Nieto, y ella, Angélica Rivera, mejor conocida como La Gaviota. Basta con poner por internet, sus nombres juntos, para que se desplieguen miles, miles y miles de referencias. Puesto que quería saber, ¿por qué últimamente no vemos aparecer a la primera dama en los actos oficiales más importantes?, la respuesta, entre centenas de ellas, que más me convenció fue la que se publicó en el portal Cuna de lobos. 





Según Beto Tavira, el 23 de enero del 2013, Angélica escribió en su Facebook: “En los últimos días he estado un poco alejada pues he tenido que cuidar a mi Fer que tiene influenza. ¿Se imaginan lo difícil que es evitar que los otros cinco se enfermen? Jajaja Gracias a Dios la enfermedad ya está cediendo. ¡Cuidemos a nuestros niños en estas épocas de virus! Les mando un beso grande a todos”. Ignoramos si “Fer” ya se encuentra mejor de salud, pero lo que no podemos ignorar es que desde entonces no vemos a Angélica por ninguna parte. La última publicación en donde aparece en magnífica forma: “con un precioso vestido de color gris perla con encaje y manga larga, que combinó con unos zapatos de tacón en tono ‘nude’ y la melena suelta y ligeramente ondulada. 

Un estilismo muy acertado para la ocasión, con el que demostró su buen gusto pero sin llamar mucho la atención para dejar todo el protagonismo a su marido”, fue en el “Hola!”, del 2 de diciembre del 2012. En efecto, en el semanario aparecen varias páginas con fotografías a todo color de la familia Peña Nieto-Rivera, el día de la toma de posesión del Presidente de la República en Palacio. “Estoy convencida que el honor que representa para mi esposo servir a todos los mexicanos dará resultados positivos. (...) Los invito a que juntos rescatemos el orgullo y la dignidad de ser mexicanos”, escribió Rivera. Bonito y oportuno mensaje de nuestra primera dama. Estoy segura que lo leyó mucha gente y que tanto el tono, como su contenido, llamo la atención a más de uno. Pienso que efectivamente, una de las funciones de cualquier primera dama consiste en comunicarse con la sociedad. Siempre admiré que Eleanor Roosevelt tuviera su propia columna (sindicalizada), seis días a la semana de 1935 a 1962, titulada My Day, en la cual discutía de todo, desde los derechos de la mujer, hasta los problemas del racismo. Cuando Hillary Clinton era la primera dama, siguió los pasos de la señora Roosevelt y publicó de 1995 a 2000 una columna semanal, que se llamó: “Hablándolo”.

Seguramente, muchos lectores pensarán que tanto Roosevelt como Clinton eran dos mujeres políticas y que La Gaviota es una ex actriz de telenovelas. Como primera dama, ¿no tendría derecho de acercarse más a la ciudadanía? Al contrario, pienso que su privilegio consiste precisamente en el mismo que tuvieron las ex primeras damas estadounidenses, es decir, “pasar el mensaje” de temas que a todos nos conciernen, a millones de ciudadanos. Bien asesorada, haría mucho bien. 

Por ejemplo, lamenté que en lugar de Peña Nieto, no fuera nuestra primera dama quien visitara personalmente a las víctimas de la explosión de la torre de Pemex. La ocasión era más que oportuna. Siendo tan querida como es La Gaviota, ¿por qué no fue ella al hospital a ver a los enfermos, por qué no se le vio consolando a las viudas o a los huérfanos? Su ausencia en estos actos humanitarios tan importantes no hizo más que despertar el muy negativo “sospechosismo”. Respecto a lo anterior, los rumores no se dejaron esperar: que si ya no quieren que aparezca porque le quita “cámara” a su marido; que si no sabe qué decir en esos casos; que si está muy enferma y no quieren decir de qué; que si ya no viven juntos; que si mejor mandaron a La Gaviota al extranjero; que si está muy ocupada tomando clases de todo; que si los días de la tragedia estaba de “shopping” en San Diego; que si ya le prohibieron salir en público, que si esto, que si lo otro... Lástima porque, como de costumbre respecto a estos temas, no existe información acerca de “¿Por qué le bajaron el perfil a la esposa de Peña Nieto?”. Estoy segura que Angélica, se trata de una mujer empática y de una ciudadana sinceramente preocupada por los problemas de su país. Estoy segura que su imagen y su carisma son de verdad positivos. Lo anterior lo vimos durante la primera gira de Peña Nieto que hizo en Europa, acompañado de su mujer. Toda la prensa tanto de España, Inglaterra, Alemania y Francia hablaba maravillas de la primera dama mexicana, “el mayor apoyo de su esposo”, decían algunos encabezados. “El mayor país de habla hispana en el mundo recibe a la primera dama más bella del mundo: Angélica Rivera (38), actriz y ex estrella de telenovelas”, publica el rotativo “Bild”, haciendo hincapié en que la pareja es “uno de los matrimonios presidenciales más atractivos del mundo”.

Hoy, día de San Valentín, no nos queda más que agregar dos cosas: primero, felicitar al “matrimonio presidencial más atractivo del mundo”. Y, segundo, pedirle a Angélica Rivera más participación, pero sobre todo, mucho más autonomía como primera dama de millones de mexicanos.