Por TAKASHI NAKAMICHI y TATSUO ITO
TOKIO (EFE Dow Jones)—El gobernador del Banco de Japón alertó el jueves de la enorme y creciente deuda pública del país, calificándola de "anormal" e "insostenible".
Aunque Haruhiko Kuroda señaló que los esfuerzos del gobierno para enderezar la política fiscal de forma flexible a corto plazo es adecuada, sus últimos comentarios son un recordatorio de la preocupación de los expertos por el endeudamiento del Estado japonés, que supone 200% del Producto Interno Bruto del país.
"Yo también creo que (el ratio) es extremadamente alto y que esta situación es anormal e insostenible", aseguró Kuroda en una sesión parlamentaria sobre el informe semestral del Banco de Japón sobre controles monetarios y divisas.
"Hasta ahora, el mercado de deuda estatal se ha mantenido estable, lo que me hace pensar que el mercado confía en la gestión fiscal de Japón", añadió Kuroda. "Pero si el mercado pierde confianza en las cuentas de Japón o en sus bonos soberanos, haciendo que el mercado de deuda estatal sea inestable o que la rentabilidad de la deuda aumente, esto tendría un efecto negativo en la política económica, incluyendo la política monetaria".
Elegido por el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, para producir un cambio en la política monetaria del Banco de Japón, Kuroda ha prometido que hará todo lo necesario para acabar con los 15 años de deflación y cumplir con el objetivo de inflación de 2% en dos años.
En la programada reunión sobre política monetaria del banco central de los próximos miércoles y jueves —la primera desde que Kuroda asumió el cargo hace unas semanas—, e consejo de gobierno seguramente debatirá una reforma de su programa de relajación monetaria, según indican fuentes conocedoras de la mentalidad del banco.
En las ruedas de prensa y comparecencias parlamentarias de las últimas semanas, Kuroda ha generado fuertes expectativas en el mercado de una agresiva relajación monetaria, ayudando a debilitar el yen e impulsando a la bolsa de Tokio a máximos de varios años.
Si Kuroda no cumpliese con las expectativas, la confianza del mercado podría darse la vuelta y asestar un golpe a la todavía frágil recuperación de la economía japonesa, afirman los economistas.
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