sábado, 8 de junio de 2013

Diego Enrique Osorno - Historia de una guardería

Chiquillos y Chiquillas

Al arranque del gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, un hombre llamado Tomás Alberto Islas Carbajal era el Jefe de Prestaciones Económicas de la Delegación del IMSS en Sonora. Un oficio firmado por él —número 270501613200/19311— con fecha del 11 de mayo de 2001, reporta la aprobación de un proyecto presentado por el representante Marcelo Meouchi Tirado para instalar una guardería como parte del esquema vecinal comunitario; este último acababa de ser lanzado con ímpetu por la administración federal emanada del PAN, calificándolo como uno de los “grandes proyectos del gobierno del cambio”, dirigido a “los chiquillos y las chiquillas” de México. Dicho papel es el acta de nacimiento de la Guardería ABC. Unos meses después, el 6 de agosto de 2001, la delegación sonorense del IMSS firmó el contrato definitivo de subrogación del servicio de guardería con la empresa Guardería ABC, S.C. El plazo del convenio era por cinco años y daba inicio formal el 31 de diciembre de 2001, aunque meses después sería modificado, debido a que el marco legal para la asignación directa de los contratos de subrogación no estaba delineado por el nuevo gobierno. Vamos, un pequeño inconveniente en un país donde las trabas legales no impiden que el águila del escudo nacional sea modificada al gusto del mandatario en turno.



El expediente 0263 de la contraloría del IMSS relata la historia de permisos y autorizaciones de la guardería instalada desde 2001 en una bodega donde se almacenaban papeles y cartón, antes que niños. En el historial de aprobaciones y revisiones que componen el documento no hay una sola voz oficial que subraye o resalte tal situación, o bien, la extraña vecindad de la estancia infantil con una gasolinera y una llantera.

Si la Constitución lo impide, para eso está el Comité

Para comenzar a operar, la empresa Guardería ABC, S.C. presentó el acta constitutiva de su sociedad, en la cual inicialmente aparecen como accionistas Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella y María Fernanda Camou Guillot. Ya después se integrarán Sandra Téllez, Antonio Salido y Alfonso Escalante Hoeffer. También, con esa solicitud, la empresa entregó al Seguro Social la licencia de uso de suelo emitida por Fernando Landgrave Gándara, director general de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Hermosillo.

Para tratar de cumplir con el marco legal, un Comité Institucional de Adquisiciones y Arrendamientos del IMSS estableció el 18 de diciembre de 2002, el acuerdo 171/2002, por el cual operan hoy en día las guarderías subrogadas. Sin embargo, a raíz de la tragedia de la Guardería ABC, dicho acuerdo fue considerado ilegal por los magistrados que integraron la investigación de la Suprema Corte de Justicia sobre el caso.

Esa maldita burocracia no deja que el libre mercado haga su trabajo

Una vez “normalizada” la situación de las estancias subrogadas por el IMSS en el país, a través del oficio ADP/422/01, fechado el 25 de julio de 2004 por Arturo Dávila Pacheco, Jefe de la Oficina de Prevención de Incendios y Seguridad Civil del Departamento de Bomberos de Hermosillo, Sonora, se da el primer aval de seguridad a la Guardería ABC. La estancia, dice el documento “dispone del equipo suficiente para la protección contra incendios y ofrece seguridad a la población civil, por lo que emite Dictamen Probatorio de seguridad”. Nadie menciona la gasolinera cercana ni la improvisación de una bodega como guardería, tampoco un almacén del gobierno estatal que formaba parte de la misma construcción.

Al mismo tiempo de los farragosos —y ciegos— trámites burocráticos, el libre mercado de los niños de la Guardería ABC tiene que sortear otra farragosa eventualidad más: las trabajadoras de la estancia infantil, el 1 de marzo de 2004, osan colocar una de esas anticuadas banderas rojinegras en señal de protesta por las pésimas condiciones de trabajo y el despido injustificado de algunas compañeras. Un representante de los dueños acude y les promete atender su situación si levantan la huelga. Y lo hace: al día siguiente demanda penalmente a 22 de las trabajadoras por el delito de “despojo” y despide a 13 de las jóvenes, quienes dejan de recibir su pago de mil 300 pesos quincenales. En los informes del IMSS, la ABC es descrita en ese entonces como una estancia sucia, con telarañas, sin lugar específico para lavarse las manos, con alimentos refrigerados sin etiquetas, olor a drenaje, sin enfermeras ni médicos y sin salida de emergencia. Además, los reportes hablan de educadoras que no reúnen el perfil necesario, adeudos de 59 mil 685 pesos por cuotas obrero-patronales no cubiertas en 2002 y 2003, y falta de alimentos y productos de calidad para la alimentación de los niños.

Con el narco no hay tiempo de atender otros temas

El 19 de mayo de 2005, de acuerdo con la escritura pública 4 307, la empresa Guardería ABC, S.C. cambió de accionistas. María Fernanda Camou Guillot se separó de la misma y entraron como nuevos socios Sandra Lucía Téllez Nieves y Gildardo Urquidez Serrano. La primera, esposa de Alfonso Escalante Hoeffer, funcionario del gobierno de Eduardo Bours. Un año después, el IMSS, ya dirigido por Juan Molinar Horcasitas, renovó el contrato de subrogación con los dueños de la Guardería ABC, a pesar de que ésta registraba diversas irregularidades que ponían en riesgo la seguridad del lugar, tal y como quedó en brutal evidencia el 5 de junio de 2009.

Varios meses antes de la finalización del contrato de subrogación, la delegación estatal del IMSS pidió a los dueños de la estancia infantil que realizaran una serie de cambios en las instalaciones de la guardería, con la finalidad de evitar poner en riesgo a los menores de edad. En el documento oficial, fechado el 8 de julio de 2005, se advertía la necesidad de instalar una nueva puerta para el acceso principal, sustituir los plafones y poner material aislante en el techo. Así pues, cuatro años antes de la tragedia, ya existía un expediente que señalaba de manera fehaciente los cambios que debían realizar los dueños de la Guardería ABC.

Sin embargo, de acuerdo con el peritaje oficial del siniestro, los propietarios de la empresa nunca hicieron las modificaciones solicitadas. A pesar de ello, Juan Molinar Horcasitas les renovó su contrato de subrogación el 29 de diciembre de 2006, al inicio del gobierno del presidente Felipe Calderón, quien por entonces se encontraba lanzando su cruzada contra el narco.

¿No es ésta una prueba contundente de la culpabilidad de las autoridades y los propietarios?

Treinta días “naturales” pueden ser una eternidad

“En atención a la visita realizada por las coordinadoras zonales de Guarderías, licenciada Yadira Barreras, Ts Thelma Salado Islas y arquitecto José A. Verdugo, el día 8 de julio de 2005, a esa unidad a su cargo comento de las situaciones encontradas”, comienza el oficio firmado por Emigdio Martínez García, en ese entonces Jefe de Prestaciones Económicas y Sociales de la Delegación del IMSS en Sonora. Entre las observaciones que se hacen destacan las siguientes:

“Equipos de acondicionamiento de aire. El inmueble cuenta con una máquina de aire acondicionado instalada sobre el muro de la calle Ferrocarrileros y red de ductos, los cuales no están en operación; le solicito reparar el equipo en virtud de que las condiciones de confort de la sala de usos múltiples no son aceptables”.

“Patio de juegos: se sugiere instalar malla sombra al 80 por ciento sobre la estructura de la techumbre del patio exterior, debido al clima caluroso de la región”. El oficio termina diciendo: “solicito me envíe actualización de dictamen aprobatorio del Departamento de Bomberos, ya que se cuenta en los archivos, concluyó vigencia el 25 de julio de 2005 […] seguro de contar con la solución a los puntos en comento, en los términos que establece la cláusula décima cuarta —conservación y mantenimiento— un plazo que no podrá exceder de 30 días naturales a partir de la fecha de notificación correspondiente”.

La fecha de notificación, de acuerdo con los sellos de la documentación, es del 2 de agosto de 2005. Los cambios no se hicieron nunca.

Lo importante son los costos de operación y el Curly Willow

Una vez renovado el contrato de subrogación, los dueños de la Guardería ABC intensificaron su activismo como integrantes de una Asociación de Dueños de Guarderías de Sonora, creada por esas fechas. Algunos de los logros patronales fueron informados en una carta dirigida a la antes gerente del restaurante El Gallo de Guanajuato, y luego coordinadora nacional de Guarderías en el gobierno de Felipe Calderón, Carla Rochín Nieto. De acuerdo con este escrito, el IMSS, gracias a la lucha de la noble asociación, eliminó algunos requisitos: “La contratación del médico epidemiológico, colación reforzada vespertina, menús tan costosos, perfiles de personal con alta escolaridad, con la finalidad de que al bajarnos la cuota de 2 019 pesos a 1 951 pesos bajáramos nuestro costo de operación y lográramos seguir operando”.

Esta nobleza del negocio de los niños subrogados consiguió que familiares del entonces gobernador de Sonora, Eduardo Bours Castelo, esposas de funcionarios públicos, asesores financieros del PRI, así como maquiladoras, Clubes de Rotarios y Cámaras de Comercio, decidieran también entrarle al negocio. Cuidar niños de padres y madres trabajadoras asegurados, nada más en Sonora, de acuerdo con documentación oficial, significa un movimiento de 27 millones 288 mil 207 pesos al mes. Entre los inversionistas del ramo aparecen nombres como el de María de los Ángeles Félix Bours, prima del mandatario estatal, a quien el Seguro Social le cedió la operación de tres guarderías en Sonora, más otra que está a nombre de su esposo, Antonio Scheleske. El IMSS le paga a los propietarios de las guarderías subrogadas, dos mil 401 pesos mensuales por cada niño, aunque en el caso de que sean municipios fronterizos, el pago es de 2 797.73 pesos. De acuerdo con este dato, los dueños de la ABC, donde había registrados por lo menos 196 niños, recibían cada mes 470 mil 596 pesos.

María de los Ángeles Félix Bours, quien podría ser considerada “la zarina de las guarderías de Sonora”, se casó en 2006 con Antonio Scheleske, en una ceremonia que, como debe ser, fue reseñada el 31 de octubre de 2006 en la sección de sociales del periódico El Expresso. Para la boda de la próspera empresaria del mundo infantil subrogado “se ocupó una mega producción que ocupó 10 tráileres, 85 mil rosas, miles de orquídeas, mil paquetes de curly willow y de follajes, así como de la construcción de un espejo de agua”.

Amortizar es una palabra cariñosa, ¿o me equivoco?

El servicio de guarderías en el IMSS tiene más de 60 años de existencia. Fue concebido como una prestación exclusiva para las madres trabajadoras del instituto. Bajo este esquema se crearon las Guarderías Madres IMSS, que hasta el día de hoy dan servicio a mil 595 pequeños de entre 45 días y seis años. En 1973, la exigencia social de otorgar esta prestación a los demás trabajadores asegurados hizo que el gobierno federal iniciara la operación de las guarderías ordinarias del instituto, en las cuales el IMSS asumía la responsabilidad de cuidar a los niños. Sin embargo, a partir del sexenio de Miguel de la Madrid, mediante el Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988, se aprobó un llamado “Plan de expansión del servicio de guarderías”, basado en un nuevo esquema, llamado entonces “participativo”, el cual años después daría origen al de la subrogación. Este esquema operaba en su inicio en comunidades con menos de tres mil trabajadoras aseguradas y la prestación de servicios corría a cargo de una asociación civil con la que el IMSS firmaba un convenio. En 1988, el modelo “participativo” se amplió a todas las ciudades.

Fue en 1996 cuando apareció por primera vez en documentación oficial el esquema vecinal comunal, mejor conocido entre los bondadosos tecnócratas como esquema de subrogación, el cual tenía como objetivos principales, según relatan documentos oficiales consultados: “Aprovechar la infraestructura del mercado” y “basar los costos de operación en una economía competitiva”. Bajar los costos de operación en una economía competitiva quiere decir que mientras el Seguro Social invierte 4 628.53 pesos por cada niño inscrito en una guardería no subrogada, en una subrogada, el gasto que hace es de tan sólo mil 997.17 pesos por niño.

“Esto es una cifra superior a 125 por ciento del costo amortizado”, presume el documento consultado.

¿Por qué no subrogamos México?... Bueno, ¿de perdido la presidencia?

Aunque venía de tiempo atrás, la changarrización del cuidado de los hijos de trabajadores se incrementó en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón. Socios de nulo conocimiento y experiencia en el cuidado infantil, pero con relaciones privilegiadas y una bien aprendida capacidad de lucro sin muchos escrúpulos, se hicieron cargo del negocio, que no de la gran responsabilidad que entraña cuidar a un niño. A cambio de la atención improvisada y precaria, los socios obtuvieron mejores rendimientos mensuales en sus cuentas bancarias.

Los contratos de subrogación, en ambos sexenios, fueron otorgados por el Seguro Social sin licitación alguna de por medio. Un total de 707 beneficiados recibieron adjudicaciones directas entre 2001 y 2007. La red de corrupción que les entregó de manera privilegiada a los dueños de la Guardería ABC la subrogación, es la misma que los ayudó a escapar de la acción de la justicia luego del incendio del 5 de junio de 2009, y es la misma que sigue protegiéndolos hasta la fecha.

Ninguno de los propietarios dio el pésame en persona a los padres de los niños fallecidos. Al contrario, tres días después se declararon “víctimas” del siniestro, e incluso Antonio Salido se atrevió a poner una denuncia penal contra quien resultara responsable por “daños materiales ocasionados por el incendio”. Vaya paradoja: Si la Guardería ABC hubiera estado operada exclusivamente por el IMSS, y no por influyentes e ineptos particulares, los promotores de la privatización del país estarían exigiendo hoy la subrogación de todas las estancias infantiles públicas.

Después del 5 de junio de 2009, quedaron muchas preguntas en el aire. Preguntas trágicas y llenas de dolor. Pero también vale la pena preguntarse: ¿qué pasaría si mañana subrogáramos el IMSS? ¿qué pasaría si mañana subrogáramos México? ¿en cuánto tiempo sucederá algo así? ¿sucederá?

Préstame una lona y hago maravillas

¿Cuántas y cuáles otras subrogaciones, igual de desconocidas como lo eran las de las guarderías, están en manos de personas a las que no les importan las responsabilidades con la sociedad, sino el negocio? “Yo sólo era una socia capitalista”, fue todo lo que pudo decir ante el Ministerio Público la pariente de Bours y de Margarita Zavala, Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, tras el siniestro de la Guardería ABC.

La subrogación es el Caballo de Troya de la privatización. El siniestro de la estancia infantil desvela el andamiaje de algo aún más preocupante que no alcanzamos a ver del todo. Acorralado por las críticas enfocadas hacia él, el gobernador de Sonora, Eduardo Bours, se los advirtió a sus compañeros de viaje en esta cruzada por desmantelar el estado: “Yo le decía a alguien el otro día, que estaba muy crítico en esto, oigan: 'Por supuesto que hay que investigar a los culpables, pero dense cuenta que lo que se va a poner a juicio es la subrogación, el concepto de la subrogación. Después de lo de las guarderías no van a tardar en decir, bueno también equis cosas en Pemex, o equis cosas aquí, o equis cosas allá'. Tenemos que entender muy bien el concepto. Yo no creo que ese concepto esté mal, yo estoy convencido de que ese concepto no está mal”. El incendio de la Guardería ABC fue causado por el quebrantamiento generalizado del estado de derecho. El contubernio entre autoridades y particulares es tan evidente que no le pide nada a la definición de delincuencia organizada que prevé la ley, y que el anterior gobierno invocaba de manera constante en su mentada guerra contra el narco.

La colorida lona del patio central de la Guardería ABC simboliza la ilusión en la que estamos atrapados, el engaño del poder. Vivimos esclavizados por las apariencias. Detrás de lonas como ésta que nos coloca el sistema, hay techos de láminas y plafones que pueden incendiar la realidad en cualquier momento.

Twitter: @diegoeosorno

Leído en http://www.gatopardo.com/detalleBlog.php?id=334



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.