lunes, 10 de marzo de 2014

Sanjuana Martínez - Mujeres violadas

El 86 por ciento de las víctimas de violación en México no denunciarán a su agresor. La cifra, exhibe la inoperancia del sistema de justicia mexicano en delitos sexuales: el 90 por ciento de los pocos casos que son denunciados, no serán resueltos ni los agresores terminaran en la cárcel. 

Hay casos paradigmáticos que son claros ejemplos del fracaso del Estado de derecho. Mujeres a quienes se les ha negado el acceso a la justicia. México no avanza en este terreno a pesar de las innumerables simulaciones del sistema político que anuncia con bombo y platillo leyes para que las mujeres tengan una “vida libre” de violencia. 







El caso de Yakiri Rubí Rubio Aupart de 20 años, es la última aberración del sistema penal. Secuestrada por los hermanos Miguel Ángel y Luis Omar Ramírez Anaya, fue violada por el primero y luego intentó asesinarla. En el forcejeo, logró arrebatar el cuchillo y defenderse. El violador muere y ella es ingresada en prisión. La presión mediática difunde su caso y logra una movilización sin precedentes para lograr su libertad. Después de 83 días salió de la cárcel, luego de pagar una fianza de 423 mil pesos: “El machismo me trajo aquí y hoy estoy contenta, pero sé que tengo que seguir luchando”, dijo. Su caso se ha convertido en referente jurídico irrefutable. 

Otro de los casos paradigmáticos, es el de Talía Vázquez, quien fue violada tumultuariamente por su entonces esposo, Juan Iván Peña Neder y sus amigos Zeferino Dalí Pérez Jiménez y Raúl Flores Adame. Los dos primeros fueron encarcelados, pero el tercero nunca fue detenido. Su ex esposo y su amigo Dalí estuvieron presos dos años y fueron excarcelados el pasado primero de noviembre a las 4 de la madrugada por el juez Juan Salvador Alonso Mejía, luego de permanecer el prisión durante dos años. 

Hace unos meses, Talía me contó en entrevista publicada en “La Jornada”, lo que sucedió:  “Ahora vas a atender a mis amigos”, le dijo con pistola en mano Juan Iván Peña Neder, el 19 de marzo de 2011. “Empieza a bañarte y ponte la bata que te regalé”, le ordenó apuntándole con el arma. Estaban en su habitación de la casa de Morelia, Michoacán, y la obligó a bajar las escaleras. Los amigos, Zeferino Pérez Jiménez y Raúl Flores Adame, con whisky en mano, se reían. Uno de ellos le dijo: “Deja la pistola, hermano. Ella es bien putita ahorita vas a ver. Déjala por la buena”. 

“Entre los tres me abrían la boca y me echaban whisky para que no me doliera. Juan Iván me cacheteaba, me aventaba y todos se morían de la risa. Yo lloraba y les suplicaba que pararan. Se desnudaron, se turnaban, me hicieron la doble penetración… Juan Iván me metía la pistola en la boca. ¡Fue espantoso! Empezaron a violarme desde las 9 de la noche y terminaron a las 3 de la mañana. Fueron seis horas terribles, interminables”. 

Peña Neder nunca se arrepintió de lo que hizo, al contrario le parecía normal, sobretodo porque pensaba que ella le pertenecía por el vínculo matrimonial. Talía le dijo que aquello había sido una violación, pero el le respondió: “Por supuesto que no, pendeja. No fue una violación. Se llama sexo en grupo. Y lo practica la raza superior (nazis) y tú no eres ninguna niña para que te anden violando. Fue una fiesta. Además, para eso eres mi puta”. 

Con el certificado médico que daba cuenta detallada de la violación tumultuaria, Talía emprendió un proceso para encarcelar a sus violadores. Con mucha dificultad lo logró, pero a los dos años fueron liberados, presuntamente por su relación estrecha con hombres del poder político del Partido Acción Nacional y del grupo cercano a Felipe Calderón. 

Peña Neder es nazi y activó células nazis en todo el país, vinculadas con el Partido Acción Nacional. Su relación estrecha con el senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Comisión de Justicia del Senado, le ha dejado beneficios. Ahora goza de libertad junto a su íntimo amigo 

Como abogada, Talía sigue una batalla legal que parece interminable. Se ha empeñado en convertir su caso en referente de otra aberración judicial. Ha fundado la asociación civil “México contra la Impunidad” para atender casos de mujeres violadas. Aquel hecho doloroso y humillante le cambió la vida para siempre y convirtió con profunda entereza su coraje en acción social. 

Han pasado cuatro meses desde la última entrevista que le hice y está sentada en el Restaurante El Cardenal donde me cuenta los avances o mejor dicho, retrocesos de su caso: “Estamos en la fase procesal de apelación ante la Sexta Sala de Michoacán. Es la segunda instancia lo que se está peleando, dependiendo el resultado iremos o no al amparo, en el caso de dos de los violadores”. 

El tercer hombre implicado, Raúl Flores Adame, tramitó un amparo contra la orden de aprehensión: “Ese amparo llegó en revisión a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los magistrados le concedieron el amparo con algunas modificaciones que aún no conocemos. Me parece sumamente grave. ¿Qué significa esto? Si amparan al violador prófugo Raúl Flores Adame significa que juzgaron a dos y no van a juzgar a un tercero, ni siquiera lo van a juzgar. Esto es terrible”. 

A pesar de todo, Talía tiene esperanza de que cuando su caso vuelva a la SCJN la autoridad valore y se den cuenta que su caso de violación está totalmente demostrado. Cree que las mujeres violadas en México están en la indefensión.

“Estamos total y absolutamente desprotegidas. No solamente las leyes son letra muerta, sino que la clase política mexicana de manera pública y flagrante defiende violadores, tratantes de mujeres y de niñas. La clase política usando los foros más altos de la Nación atacan víctimas, son prepotentes, son soberbios y no se dan cuenta que son nuestros empleados”. 

Talía fundó su asociación porque piensa que las víctimas de violación tienen dos escenarios: “esperar que las maten sus violadores en la más grande impunidad y la autodefensa, que es la que yo he optado. Soy autodefensa de mujeres de México. Las autodefensas surgen ante el vacío del Estado de derecho. Las mujeres violadas de México está llenado ese vacío por la misoginia, el machismo, el prejuicio, la corrupción rampante y el influyentismo”. 

Las nuevas autodefensas de mujeres de Talía pretende combatir la impunidad que existe en México en materia de delitos sexuales. Son guerreras que no piensan callarse, ni quedarse sentadas viendo la vulneración de sus derechos, estigmatizadas por haber sido violadas. Al contrario, han decidido alzar la voz.

“Las víctimas que van llegando a nuestra asociación son escuchadas y defendidas. Estamos abriendo foros, redes sociales y medios internacionales para que se sepa en todos lados que vivimos en un Estado totalitario, antidemocrático, donde no podemos criticar a la clase política que defiende violadores y tratantes, porque nos acusan de daño moral, como mi empleado el Senador Gil Zuarth”. 

Talía aprovecha cualquier foro para mostrar que las mujeres mexicanas están absolutamente a merced de sus agresores. Está preparando el primer foro en el Senado para que los legisladores se den cuenta de la realidad. 

“Queremos contar como hemos vivido una violación, como es que te daña, como sangras, como lloras, como sientes terror, como te quieres morir, como tomas la decisión de una denuncia y luego cómo los jueces dicen que no la puedes probar porque es un delito de comisión oculta. Si mi caso que está probado y bien argumentado con certificados médicos, dicen que no está claro, eso quiere decir que ningún caso de mujer violada se podrá probar en México”. 

Con valor y una extraordinaria determinación, Talía advierte: “A mi ya me violaron y ya liberaron a mis violadores, ya me cometieron la injustica, pero vamos a trabajar para mejorar los códigos, para la prevención, y para que efectivamente si podamos probar las violaciones, que los códigos prevean pruebas posibles que podamos probar, incluso la violación entre cónyuges. Yo soy una muestra viviente de la impunidad, la injusticia, el abandono y la desesperación de las mujeres violadas en México”. 

Son tantas las mujeres violentadas que seguramente se identificarán  con estos dos casos paradigmáticos, estas dos guerreras incansables que han dignificado el género con su lucha.

El 80 por ciento de las mujeres en este país han sufrido algún tipo de violencia en su vida. Cada día asesinan a 6 mujeres. Y en el mundo más de 150 millones de niñas han sido violadas, según Amnistía Internacional. 

Solamente la unidad de todas podrá cambiar este negro panorama. El día que aceptemos que cualquiera de nosotras puede ser Yakiri o Talía, empezaremos a crear resistencias a través de las redes de solidaridad entre mujeres, para combatir uno de los crímenes más deleznables. 

¡No están solas! 

www.websanjuanamartinez.com.mx

Twitter: @SanjuanaMtz 

Facebook: Sanjuana Martinez 

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/10-03-2014/22230. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

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