jueves, 24 de julio de 2014

Salvador García Soto - La Tuta escurridiza

El pastel del operativo federal de rescate a Michoacán sigue sin su cereza. Han sido cinco las ocasiones en que las tropas federales, tanto del Ejército como de la Marina y la Policía Federal, han estado “a punto” de atrapar a Servando Gómez La Tuta pero por alguna extraña razón -es muy posible que porque tenga informantes que lo alerten- el líder de los Caballeros Templarios ha logrado escapar en todas las ocasiones dejando a las autoridades federales, comandadas por el comisionado Alfredo Castillo, con un palmo de narices.

Informes de inteligencia federal afirman que La Tuta sigue en el territorio de Michoacán, de donde no ha podido salir por el blindaje que tiene el estado, pero su habilidad para ocultarse en los distintos municipios ha puesto en jaque toda la capacidad de las fuerzas militares y civiles del Estado mexicano que no han podido, en seis meses desde que comenzó el operativo federal, detener al principal capo templario y el único que sigue libre en los 58 mil 599 kilómetros que tiene de superficie aquella entidad.



Ese es el gran saldo pendiente para el comisionado Alfredo Castillo y para la cruzada que emprendió el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en Michoacán. Y no faltan voces que cuestionan ese enorme faltante en la estrategia de rescate, sobre todo porque a otros personajes que han desafiado al gobierno y al propio comisionado Castillo, como el líder de autodefensas, José Manuel Mireles, se les capturó con una rapidez y una efectividad extraordinarias. ¿Por qué no se ve esa misma “eficiencia” para capturar a La Tuta?, se preguntan dentro y fuera de Michoacán.

De hecho, una versión no desmentida por el gobierno federal, asegura que todo el despliegue de fuerzas militares y federales que se utilizó para allanar el albergue de La Gran Familia en Zamora y detener a su fundadora, Rosa del Carmen Verduzco, una anciana de 80 años, tenía que ver en realidad con información que recibieron en la PGR de que en ese lugar podría estar oculto Servando Gómez. Hasta ahora la Procuraduría no ha confirmado ni desmentido tal versión y se ha limitado a decir que se investiga si en el orfanato, hoy cerrado, se lavaba dinero de la delincuencia organizada.

Pero aun si no buscaban esta vez a La Tuta en Zamora, lo que sí confirman fuentes federales es que han sido por lo menos cinco operativos los que se han frustrado para atraparlo. En al menos tres municipios michoacanos hubo información confirmada de que se escondía Servando Gómez y las fuerzas militares y federales se movilizaron en completo sigilo; pero en las cinco ocasiones al llegar al lugar, resultaba que el capo templario había alcanzado a huir, y en algunos casos se encontraron evidencias de su presencia en esos sitios.

Es tal la frustración que la falta de captura de La Tuta provoca ya en las agencias federales involucradas, especialmente en el comisionado Castillo, que hasta hay sospechas de que el narcotraficante michoacano tiene informantes pagados dentro de los propios cuerpos federales, que lo alertan antes de los operativos para capturarlo. Pero también, lo escurridizo de este maestro normalista fundador de La Familia Michoacana y luego de Los Caballeros Templarios tiene que ver, afirman las fuentes consultadas, con la protección de que goza por parte de los habitantes de varios municipios, que lo encubren y lo protegen por las acciones que realizaba el capo en las poblaciones, como el reparto de dinero entre la población, el pago de convivios y fiestas patronales y hasta la gestión de obras públicas con los gobiernos municipales y estatales.

Hasta ahora las autoridades que lo buscan desesperadamente no han catalogado al líder templario como “muy inteligente”, como en mayo de 2005 dijera el fallecido zar antidrogas, José Luis Santiago Vasconcelos, de Joaquín El Chapo Guzmán para justificar que no podían atraparlo. De La Tuta lo que sí ha dicho el comisionado Alfredo Castillo es que su captura es “la cereza del pastel” para el operativo Michoacán, o lo que es lo mismo, si detener a Servando Gómez es el parámetro para cantar victoria en el publicitado rescate de las tierras michoacanas, pues entonces La Tuta escurridiza les sigue ganando la última partida.


NOTAS INDISCRETAS… Tras sus sonados desencuentros con la corriente de Los Chuchos, el coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, ya prepara el lanzamiento de su propia corriente. Y lo hará en su natal Puebla aprovechando los comicios federales de 2015, en donde Barbosa busca desligarse ya de Nueva Izquierda e impulsar ahora un “Frente Democrático” que sería su propia tribu; él como líder impulsaría sus propios candidatos a diputados en Puebla.

El problema es nada más que a don Miguel le salgan bien sus cálculos porque en las recientes votaciones de las leyes secundarias de telecom al líder perredista se le oyó decir que tenía “seguros 15 votos de senadores” que lo apoyaban y votarían con él a favor de las reformas, pero a la hora de la votación no hubo un solo senador del PRD que lo apoyara y todos votaron en contra haciendo quedar mal a su coordinador en sus cuentas. No le vaya a pasar lo mismo ahora que se quiere independizar de Los Chuchos, que fueron los que lo encumbraron en el Senado… Los dados mandan Escalera doble. Mejora la suerte.

fuente: http://www.24-horas.mx/la-tuta-escurridiza/

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