martes, 26 de mayo de 2015

Bulmaro Pacheco Moreno - ¿Porqué Claudia Pavlovich?

El problema número uno de Sonora es la corrupción, al grado de que en últimos años se ha convertido en un fenómeno social y político que invade amplias capas de la sociedad y los distintos órdenes de gobierno. De eso nadie tiene duda ya -complicidades aparte-, ni siquiera los principales actores de la vida económica y social del Estado.

Incluso hay personas que padecen la corrupción cotidianamente en sus relaciones con el sector público estatal, con independencia del trámite o negocio que realicen.Ahora tenemos una cultura de la corrupción en Sonora.

El fenómeno se presenta lo mismo en una tiendita escolar en manos de funcionarios o sus familias; el cobro de comisiones para el pago de facturas a proveedores de gobierno; inclusión descarada de parientes directos en asuntos públicos, concesiones, permisos y licencias a cercanos; constructoras al vapor en manos de familiares; “moches” en la ejecución y financiamiento de obras pública; el monopolio y la concentración en pocas manos de surtidores de bienes y servicios; sobregiros presupuestales; y muchos casos más complejos, sofisticados y aparentemente escondidos.









La corrupción como el fenómeno de mayor gravedad y urgencia -por los escándalos y denuncias de casi todos los días-, influye y limita seriamente la solución de los problemas prioritarios del estado. Por ejemplo, obstaculiza el desarrollo económico, porque la corrupción desalienta y frena la inversión.

La corrupción obstaculiza los programas de seguridad pública y administración de justicia, porque fomenta el clima de impunidad y que gran parte de los delitos denunciados solo queden en el papel.

También limita la modernización administrativa y los procesos de rendición de cuentas, por las numerosas resistencias y deformaciones de todo tipo que provocan los conflictos de intereses.

En materia administrativa y política -no solo en tiempos de elecciones como han tratado de manipular- la corrupción ha sido el principal señalamiento sexenal documentado y probado, realizado contra el gobierno panista.

Hasta hoy y más allá de los escándalos(presa,ranchos,caballerizas,casas, playas,exenciones fiscales y lo que falte etc.) donde se ha visto envuelto el gobierno y sus funcionarios, nada ha pasado; salvo el creciente hartazgo social por lo que a diario se va conociendo en esa materia.

Esa razón y el sentimiento de impunidad que los ha acompañado en las tareas de gobierno son los principales ingredientes por los que se resisten a dejar el palacio,y sin reparar en gastos, atacan, hostigan, denigran y golpean a sus adversarios para tratar de evitar el desplazamiento.¿Gobernar un solo sexenio? Ni pensarlo. ¡Les ha ido muy bien como para dejarse ganar!

¿Influirá ese hartazgo de la gente en la intención de voto en Sonora?

Definitivamente sí. Al ser un fenómeno generalizado y una práctica común de los servidores públicos estatales, cada día es más numerosa la gente agraviada que los ha sufrido en carne propia. En la agenda del debate político diario, la corrupción aparece como el fenómeno más preocupante y el que ha merecido una condena generalizada de todos, hasta de los candidatos en campaña. Existen suficientes pruebas en cada caso señalado, que nadie los puede negar.

¿Y se identifica al PAN con la corrupción?

También. Al involucrarse el dirigente estatal del PAN Juan Valencia en la compra ilegal de terrenos al Ayuntamiento dirigido por el candidato del PAN, lo metió de lleno en las sospechas de ilegalidades. Su defensa ha sido tímida y sin efectos, y las acusaciones en su contra reúnen cada día más evidencias, incluyendo el testimonio directo del presunto vendedor -un modesto empleado de cantina- que ni siquiera sabía de la existencia de ese terreno a su nombre. ¿Qué más habrá?

¿Y al candidato del PAN a gobernador?

Tampoco se ha salvado de acusaciones. Existen ya algunas investigaciones en proceso, como el desvío de recursos en el ayuntamiento de Hermosillo que dirigió, la exención fiscal del gobierno estatal a 55 empresas con una evasión de 800 millones de pesos denunciada por el SAT, y denuncias sobre múltiples propiedades en el extranjero.

¿Y han avanzado las investigaciones de cada caso?

Se sabe que están en proceso, tanto ante la PGR como ante la Secretaría de Hacienda del gobierno federal. Ellos tendrán la última palabra en los casos en donde la ley les señala competencia. De la jurisdicción local ni hablar. En ésta instancia se requiere de un cambio de gobierno para que reaccionen.

¿Y los que dicen que no pasa nada?

Habrá que decirles que-en el terreno de la justicia federal- sí pasan cosas y que -aunque muchos no lo crean- en su momento habrá de sancionarse a los responsables. A 140 días de que termine su gestión el actual gobierno y dado el rumbo adquirido por los acontecimientos denunciados, no debe descartarse nada.Esperemos.

¿Y los señalamientos hacia la candidata del PRI?

La diferencia es que contra Claudia Pavlovich solo han existido señalamientos derivados de trabajos de espionaje político promovidos por el PAN y el gobierno estatal.Los ataques diseñados contra la candidata del PRI -sin pruebas y sin sustento-solo han servido como estrategia de guerra sucia utilizada por los voceros del PAN, con una mayor intensidad a partir de la caída en las encuestas de su candidato Javier Gándara.

¿Con efectos en contra?

Al parecer no. Tienen varios meses con los mismos ataques, los mismos datos y los mismos argumentos de recetario elaborado para los voceros panistas. Los empezaron a utilizar cuando ella iba abajo en los sondeos. Con el tiempo no solo empató al candidato del PAN, sino que ya lo rebasó en las encuestas. El daño ha sido menor al que ellos esperaban.Por eso ahora lo han intensificado repartiendo volantes y simulando primeras planas de periódicos con noticias escandalosas contra la candidata del PRI. El rosario de señalamientos se repite y no han pasado de lo mismo. No tienen más.

¿Y el resto de los señalamientos donde comparan?

Les ha fallado el enfoque. Insistir en comparar a Javier Gándara con Claudia Pavlovich en aspectos meramente personales no deja de ser un enfoque errado, frívolo, simplista y una estrategia fallida y fría.

Javier Gándara le lleva 25 años de diferencia en edad a Claudia; Gándara es de 1944, Claudia de 1969. Toda una generación de diferencia si acudimos a la clasificación aportada por Ortega y Gasset.

Nada más por eso, sus publicistas quieren llenar a Gándara de “experiencia y madurez” para tratar de establecer “diferencias marcadas”, como si se tratara de elegir a un “gerente estatal” o al CEO de una gran empresa, y no a quien tendrá -prioridad indiscutible de Sonora- la grave responsabilidad política de garantizar el respeto y la vigencia del derruido estado de derecho, así como unificar e impulsar a Sonora en los próximos años. Para eso se requiere formación política y una visión amplia y moderna, más allá del simple interés partidista o de la simple ocurrencia de un continuismo sin pies ni cabeza. Habrá que decirles a los promotores del PAN que la experiencia no solo se da por el número de años cumplidos,sino por la intensidad de lo vivido.Además,las virtudes que a cada rato le señalan al candidato del PAN(no vivir de la política,empresario exitoso,tres años en campaña,creador de Ganfer,mejor alcalde etc.) no se traducen en una propuesta firme,sólida y consistente para Sonora a los ojos del electorado.¿Para que tantas virtudes reinventadas si solo aspira a reproducir un modelo de gobierno corrupto e ineficiente? Ese es su verdadero drama. También su dilema.

Javier insiste en hablar de valores y Claudia de principios. Ambos han participado como candidatos en tres procesos electorales. Javier en dos partidos políticos distintos (PRI y PAN); Claudia solo en uno, el PRI.

Gándara hace sus propuestas basándose en los programas del actual gobierno (empleos, tabletas, uniformes, zapatos) y no realiza propuesta alguna sobre la visible corrupción del gobierno que aspira a continuar. Claudia propone un cambio radical en los asuntos del gobierno y ha señalado puntualmente la corrupción y la ineficiencia del gobierno de la alternancia. A Gándara la pesada loza de la corrupción en el gobierno ya lo alcanzó. A estas alturas por sus titubeos e indefiniciones en torno al tema y después de casi tres años de campaña, su máximo logro es un empate!.

Para congraciarse con las clases medias, Gándara jura y perjura que no vive de la política, como si ésta fuera el pandemónium, pero todo el mundo sabe que en los últimos 18 años ha vivido intensamente PARA la política, ¿contradicción o problema de conciencia?¿En realidad el cree que se vive de la política o se vive del trabajo, las satisfacciones, los riesgos y los sinsabores que practicarla representa? ¿podrá sostener eso ante sus aliados Guadalupe Curiel y Héctor Castro que saben muy bien como se vive de la política? ¿Qué dirá de esa tesis el panista Héctor Larios, que en 2018 impondrá un récord difícil de igualar en Sonora al cumplir 21 años como congresista local y federal?

Claudia sostiene que a través de la política se puede conciliar, sumar y encauzar la energía social de los sonorenses, entendida ésta como una opción participativa plural y amplia (la unidad de los contrarios) que requiere vocación y disciplina, para servirle a la gente y engrandecer a Sonora. En todo lo que ha presentado como propuesta, Gándara aparece como eficientista, partidario acérrimo de un estamento social y del gobierno que representa, con todo y su enorme carga negativa.

Los desplegados de tamaño esquela que aparecen a diario en algunos medios, como reconocimientos personalizados a favor del candidato del PAN así lo muestran. Ninguna organización social o algún liderazgo reconocido por sus luchas. Además: ¿Serán los firmantes los que erogan el costo de dichos recuadros? Creo que no. Es una táctica para las secciones de sociales aplicada a la política y me temo que no es por ahí la ruta correcta.

Porque demostrado está que en materia de gobierno, no todo se puede atender y resolver con el enfoque parcial y siempre interesado del sector privado que domina al candidato del PAN.

Abundan todavía en una parte del sector privado las visiones estrechas y despiadadas del ejercicio del poder político sobre todo en el trato a los más desfavorecidos con la distribución del ingreso. Cuidado con eso.

Además,las pasiones de los hombres -en política- ni se moderan ni se gobiernan con recetarios ni fórmulas donde siempre prevalece el enfoque de la pérdida y la ganancia. Que otros perviertan y deformen la política es otra cosa, pero mientras no se inventen otros sistemas de gobierno y de acceso al poder público, la política como herramienta y actividad cultural seguirá siendo el instrumento fundamental para impulsar las transformaciones sociales, el equilibrio de fuerzas, el progreso y el ejercicio de las libertades.

Hasta ahora, ha habido en México gobernadoras en Colima, Tlaxcala, Zacatecas, dos veces en Yucatán y una vez en el Distrito Federal. Muy pocas en realidad desde 1953 en que se le otorgó a la mujer el derecho a votar y ser votadas. Ninguna de ellas que se sepa, ha sido acusada de corrupción al salir del cargo. ¿Está Sonora preparado para una mujer gobernadora? Creo que no solo está preparado, también con la expectativa de que así suceda. Ahí están los sondeos que, si bien son retrato de un día, (sí, si se quiere)... pero marcan una tendencia al fin. Por ahí es.



bulmarop@gmail.com


Leído en http://www.critica.com.mx/vernoticias1.php?artid=59548&mas=97#


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