jueves, 7 de mayo de 2015

Eduardo Ruiz Healy - La devoradora

En 2009, la producción diaria promedio de Pemex fue de 2 millones 645 mil 840 barriles. Este volumen fue 6.80 por ciento menor al de 2008.

En 2010, la producción fue de 2 millones 621 mil 140 barriles diarios, 0.93 por ciento menos que en 2009. En 2011, la producción de nuevo cayó, esta vez a 2 millones 599 mil 850 barriles por día, volumen que fue 0.81 por ciento menor que el de 2010.

En 2012 siguió la caída, siendo de 2 millones 592 mil 510 barriles cada día, un ligero decremento de 0.28 por ciento respecto a 2011.







En 2013, la paraestatal produjo 2 millones 561 mil 860 barriles diarios, 1.18 por ciento menos que en 2012. En 2014, la producción diaria fue de 2 millones 459 mil 60 barriles, un desplome de 4.01 por ciento respecto a 2013.

En resumen, entre 2009 y 2014 la producción de crudo se desplomó 7.06 por ciento.

La lógica permite suponer que durante ese período Pemex habría tomado las medidas necesarias para mantener su rentabilidad o disminuir sus pérdidas, entre ellas realizar los recortes del personal que era innecesario por la baja de producción.

Sin embargo, tratándose de Pemex, ocurrió todo lo contrario a lo que la lógica exigía.

En 2009, la paraestatal tenía 145 mil 461 empleados, número que se elevó a 147 mil 692 en 2010, lo que significa un incremento de 1.53 por ciento.

En 2011, el personal al servicio de Pemex aumentó a 150 mil 884, un incremento de 2.16 por ciento.

En 2012, de nuevo aumentó la plantilla laboral, a 151 mil 22, un incremento minúsculo de 0.09 por ciento.

En 2013, el número de empleados se disparó a 155 mil 106, un aumento de 2.70 por ciento.

En 2014, por razones aún no explicadas, la plantilla laboral disminuyó ligeramente, a 154 mil 924, una baja de 0.12 por ciento.

En resumen, entre 2009 y 2014 el número de empleados de Pemex aumentó 6.51 por ciento, mientras que su producción de crudo se cayó 7.06 por ciento.

Dudo que el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, pudieran esgrimir un argumento inteligente y creíble para explicar cómo la paraestatal contrató más personal mientras su producción se desplomaba.

No hay argumento inteligente y creíble para explicar algo tan ilógico. Una empresa del sector privado que hubiera hecho algo similar estaría quebrada en poco tiempo.

El injustificado aumento de personal durante los últimos cinco años es un ejemplo de la ancestral mala administración de Petróleos Mexicanos. Desde su fundación la paraestatal ha sido una verdadera devoradora de los recursos económicos y naturales que nos pertenecen a todos los mexicanos. .



Twitter: @RuizHealy

Mail: eduardoruizhealy@gmail.com

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Leído en http://www.criteriohidalgo.com/notas.asp?id=306701

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