No sé las razones que llevaron a Marcelo Ebrard y a sus esposas a rentar casas por vía de constructoras vinculadas a colaboradores cercanos y a su propio hermano. Supongo que fue para que nadie les achacara propiedades millonarias puestas a su nombre. Intuyo que el valor de la renta que todos ellos pagan son inferiores el precio de mercado promedio, así que probablemente hay también razones fiscales, pero esto último es una especulación. Y como ninguno de nosotros nació ayer, supongo que las relaciones entre los dueños de esas constructoras y Marcelo Ebrard van más allá de los simples lazos de amistad.
Según la autoridad hay razones para investigar si tales arreglos tienen el propósito de evadir al fisco. Hay cuentas bancarias congeladas a las empresas involucradas y largos y severos interrogatorios a los constructores en busca de mayores evidencias. Es obvio que el gobierno intenta jalar una hebra para documentar algún pecado de mayor gravedad.
Que el SAT y la PGR intervenga con bulldozers en medio de estas operaciones es encomiable… si viviéramos en Suecia. El tratamiento para otros políticos de fortunas obscenas es tan distinto que más que un acto de justicia constituye un acto represivo. Y ojo, yo no estoy metiendo la mano al fuego en defensa de Ebrard. Pero sí sostengo que hay cientos de políticos vinculados al PRI que tienen fortunas inexplicables y abusos infinitamente más gruesos y conspicuos. La absoluta impunidad de la que gozan hacen de la investigación en contra de Ebrard un manotazo político, véase por donde se vea. Para no ir más lejos, líderes sindicales como el del gremio petrolero Romero Deshamps o Víctor Flores, el ferrocarrilero, acusado por sus representados de haberse birlado cientos de millones de pesos del fondo de pensiones. Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila, es investigado por haber utilizado recursos del erario, por las autoridades… de Estados Unidos. Desde luego no en México, donde fue designado presidente del PRI por su amigo Enrique Peña Nieto. En fin, una casa, una constructora y una esposa es también una historia presidencial, pero ésta es acariciada con los algodones con que la protege Virgilio Andrade, el secretario de la supuesta Función Pública, no por los lobos de la PGR y el SAT.
Se dice que la rudeza en contra de Ebrard tiene que ver con el hecho de que Los Pinos le atribuye justamente a él el destape de la Casa Blanca de La Gaviota. Les debe haber parecido un asunto de justicia divina llevarlo al cadalso político por la misma vía. "Ojo por ojo", o mejor dicho, casa por casa, constructora por constructora, esposa por esposa.
Quizá. Yo sigo creyendo que se trata de una maniobra política de mayor alcance: destruir de una vez por todas la posibilidad de que Ebrard se convierta en una amenaza para la reelección del PRI en 2018. Ciertamente carece de partido, porque ni el PRD ni Morena lo tienen en sus planes. Pero lo que ha hecho El Bronco al conquistar Nuevo León sin partido alguno, o Enrique Alfaro para ganar Guadalajara con uno tan pequeño como Movimiento Ciudadano, justifican a sus ojos las malas artes y el desaseo. O para ponerlo en términos de la Copa América, no fue muy digno ver al defensa chileno Gonzalo Jara hacerla de proctólogo en el partido en contra de Uruguay, pero consiguió su propósito: sacar a Cavani del partido. Mala cosa cuando el futbol o la política se meten en esos terrenos.
@jorgezepedap
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Leído en http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1128447.el-dedo-de-jara-y-el-sat.html
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