lunes, 1 de junio de 2015

Salvador García Soto - Elecciones, fantasmas y guerra de encuestas

Con cierres de campaña iniciados ayer en los estados, y un ambiente crispado por la cerrada competencia en procesos locales, nos acercamos a la votación del próximo 7 de junio con más incertidumbres que certezas. Primero por la confusión y hartazgo en el electorado por las campañas sucias y guerra de acusaciones entre candidatos, y el efecto que eso tendrá en fenómenos como el abstencionismo o el llamado civil al “voto nulo”; segundo por el fantasma de la violencia que ronda en varias regiones conflictivas del país, por tensiones y sociales o por la presencia del narcotráfico; y tercero, porque como es habitual en los últimos días de campañas, se desató la guerra de encuestas, cifras y pronósticos entre partidos y candidatos.

Mientras, un optimismo no siempre sustentado se oye en los cuarteles de campaña. Lo mismo en el Gobierno federal y el PRI donde dicen que “no habrá sorpresas” y están muy confiados que la alianza con el PVEM mantendrá la mayoría del partido gobernante en la Cámara de Diputados, con números similares a los de ahora; que en el PAN donde hacen “cuentas alegres” de que ese partido puede llegar a los 200 diputados producto de un “voto de castigo” contra el gobierno priista y sus promesas incumplidas; o en el PRD, donde se resisten a aceptar la debacle pronosticada y afirman que mantendrán sus bastiones como el Distrito Federal, Michoacán y Morelos.








En los estados sólo tres elecciones parecen más o menos definidas: Campeche por la cómoda ventaja del PRI y su candidato Alejandro Moreno; Baja California Sur, donde el PAN asegura que encuestas de Consulta Mitowsky y Parametría que la ventaja Carlos Mendoza es de 9 puntos, aunque el PRI insistía ayer en su cierre que Ricardo Barroso “dará la sorpresa”; y Guerrero, donde la ventaja del priista Héctor Astudillo sobre un dividido PRD y su candidata Beatriz Mojica, no varió las últimas semanas.

En otras entidades no se ve aún claro: empate técnico en Querétaro entre el panista Francisco Domínguez y el priista Roberto Loyola (según encuesta del diario “Reforma”); una ventaja mínima pero ventaja de 6 puntos del tricolor Juan Manuel Carrera contra la blanquiazul Sonia Mendoza en San Luis Potosí, y un cierre de pronóstico reservado en Colima entre el priista Ignacio Peralta y el panista Jorge Luis Preciado.

En algunos casos se avecinan tormentas. Sonora (donde se denunció el hallazgo de boletas electorales cruzadas a favor del PAN) es de los más tensos. Aún con el cierre espectacular de la priista Claudia Pavlovich, que remontó de 15 puntos abajo en las encuestas y cierra con ventaja sobre el panista Javier Gándara según varios sondeos, la batalla será a muerte y es muy posible que la elección termine en tribunales; Michoacán es el otro estado donde lo cerrado de la disputa entre Silvano Aureoles y Ascención Orihuela, aunado a las condiciones particulares del estado, hacen difícil el pronóstico.

Y finalmente, mención aparte merece Nuevo León, “joya de la corona” de las 9 gubernaturas en disputa. Las últimas encuestas conocidas se contrapuntean: por un lado “Reforma”, que dio ventaja a Jaime Rodríguez “El Bronco” por 5 puntos contra Ivonne Alvárez, y por el otro los últimos sondeos de “El Universal” y “Excelsior”, le dieron 8 puntos de ventaja a la priista sobre el candidato independiente. Eso hace pensar que en Nuevo León la disputa se definirá por dos factores: por un lado la estructura y el voto duro, donde el PRI tendría ventaja, o por el otro una participación masiva e histórica del electorado nuevoleonense que podría hacer historia y hacer ganar por primera vez en el estado y el país a un candidato sin partido.

Todo eso nos lleva a lo incierta que será la noche del 7 de junio y el amanecer del día después. Las encuestas, a decir de expertos, no son ni pronósticos ni ciencia exacta y definen sólo la fotografía del momento. En el lugar común, diríamos que “la última palabra la tendrán los electores”, pero en la política real, veremos cómo impactan las maquinarias, acarreos y movilizaciones, junto con las dádivas y pagos económicos el día de la jornada electoral y otros chanchullos que prevalecen en nuestra imperfecta democracia.



Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/elecciones-fantasmas-y-guerra-de-encuestas-1433149696


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