martes, 28 de julio de 2015

Eduardo Ruiz Healy - La verdad no peca

"México es un país de origen, tránsito y destino para hombres, mujeres y niños víctimas de la trata sexual y el trabajo forzoso. Los grupos considerados más vulnerables a la trata de personas en México incluyen a mujeres, niños, indígenas, personas con discapacidades físicas y mentales, migrantes, y mexicanos de LGBT (lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales). Las mujeres y los niños mexicanos, y en menor medida los hombres y transexuales mexicanos, son explotados en el tráfico sexual que se da en México y en Estados Unidos. Hombres mujeres y niños mexicanos son explotados en el trabajo forzoso en la agricultura, el servicio doméstico, el procesamiento de alimentos, la construcción, la economía informal, la mendicidad y la venta callejera tanto en Estados Unidos como en México. Los informes de prensa indican que a algunos ciudadanos mexicanos se les retienen sus salarios de forma sistemática, se mantienen en la servidumbre por deudas en el sector agrario, y están endeudados con empresas reclutadoras o tiendas de la compañía. Los residentes en algunos centros de rehabilitación de adicción de sustancias y refugios de mujeres han sido sometidos a trabajo forzado y tráfico sexual. La gran mayoría de las víctimas extranjeras de trabajo forzoso y tráfico sexual en México son de Centro y Sudamérica. Víctimas provenientes de otras regiones también se han identificado en México, algunos en el camino a Estados Unidos. El turismo sexual infantil persiste, especialmente en las zonas turísticas y en las ciudades de la frontera norte. Muchos turistas sexuales son de Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental. Los grupos delictivos organizados se benefician de la trata sexual y obligan a hombres, mujeres y niños mexicanos y extranjeros a participar en actividades ilícitas, incluso como sicarios; observadores (halcones); y en la producción, transporte y venta de drogas. La corrupción de los funcionarios públicos relacionados con la trata, especialmente los que pertenecen a las fuerzas del orden, locales, los funcionarios de inmigración y judiciales, es motivo de una gran preocupación. Algunos funcionarios extorsionan sobornos y servicios sexuales de adultos y niños dedicados a la prostitución; extorsionan a los migrantes irregulares, incluidas las víctimas de la trata; falsifican documentos de las víctimas; amenazan con llevar a juicio a las víctimas si no presentan quejas oficiales contra sus tratantes; aceptan sobornos de los traficantes; facilitan el movimiento de las víctimas a través de las fronteras; operan o frecuentan burdeles en donde se explota a las víctimas; o dejan de combatir a los delitos de trata, incluso en lugares de comercio sexual.







“El Gobierno de México no cumple plenamente con las normas mínimas para la eliminación de la trata; sin embargo, está haciendo esfuerzos significativos para lograrlo. Las autoridades participan en una variedad de actividades de prevención y difundieron por primera vez un plan de acción nacional contra la trata y un informe nacional sobre la trata de personas. 11 estados y el Distrito Federal también crearon o reconfigurados comisiones contra la trata con el fin de fortalecer los esfuerzos interinstitucionales. El gobierno informó que aumentaron las condenas a traficantes, aunque los datos sobre la identificación de las víctimas y los esfuerzos de aplicación de la ley a menudo eran poco fiables, y no es claro cuántas de estas condenas fueron por tráfico de acuerdo a la definición del derecho internacional”.

Así empieza la sección dedicada a México del 2015 Trafficking in Persons Report dado a conocer ayer por el Departamento de Estado estadounidense, la cual puede leerse en la página 244 del reporte en www.state.gov/documents/organization/243560.pdf

La verdad no peca, pero que bien incomoda, ¿verdad?



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Twitter: @ruizhealy



Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=320480


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