Fue una más de las genialidades del gobierno de Felipe Calderón para hacernos creer que la guerra contra la delincuencia organizada no era tan violenta como todos sabíamos que lo era. De un día para otro la palabra matar fue substituida por abatir, y por todas las que de ella se derivan, en los comunicados de prensa emitidos por las dependencias encargadas de combatir a narcotraficantes, secuestradores, traficantes de personas, extorsionadores y demás criminales organizados en cárteles, bandas o pandillas. En sus discursos, los funcionarios empezaron a decir que tantos delincuentes habían sido abatidos -no muertos- después de enfrentarse a las fuerzas del orden.
Lo peor del caso es que la trampa verbal fue imitada por la mayoría de los periodistas de todos los medios de comunicación. Por arte de magia, en México se acabaron los criminales muertos para ser substituidos por los abatidos.
Después de leer por primera vez el uso incorrecto de la palabra abatir y de todas las que de ella se derivan critiqué a los comunicadores del calderonato y los acuse de querer manipular al público utilizando un término que no describe en toda su magnitud y violencia el acto de matar a una persona. También me lamenté que la mayoría de los profesionales de la comunicación se sumaran al juego verbal diseñado desde Los Pinos.
Desafortunadamente, el mal uso del término ha continuado durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto, creándole esto un serio problema a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) después de que el 2 de julio pasado el Centro Pro de Derechos Humanos presentara su informe Tlatlaya a un año: la orden fue abatir. En dicho informe se incluye copia de las órdenes giradas al teniente que iba al frente de los soldados involucrados en esta supuesta ejecución extrajudicial en donde se lee que “Las tropas deberán operar de noche en forma masiva y en el día reducir la actividad a fin de abatir delincuentes en horas de oscuridad, ya que el mayor número de ilícitos se comete en ese horario”.
La SEDENA ha negado que al teniente se le hubiera ordenado matar a alguien. Es más, en la misma copia de las órdenes que hizo pública el Centro Pro también se lee que “Las operaciones deben realizarse con estricto respeto a los derechos humanos, evitando cateos sin orden de la autoridad judicial, así como el traslado de detenidos al interior de instalaciones militares”.
Sin embargo queda ahí anotada la palabra abatir, que desde hace unos años para el gobierno es sinónimo de matar.
Una nueva prueba de que para las autoridades de nuestro país la palabra abatir es igual a matar la aportó ayer el Grupo de Coordinación Tamaulipas, el cual mediante un comunicado de prensa informó que “elementos de Fuerza Tamaulipas fueron agredidos por civiles armados en el municipio de Río Bravo, cuando realizaban reconocimientos terrestres. Al repeler el ataque, abatieron a nueve de los delincuentes, que aún están sin identificar… Los policías estatales repelieron el ataque y abatieron a nueve de los delincuentes, ocho de los cuales quedaron sin vida en diferentes puntos del referido ejido, mientras un noveno fue encontrado muerto en el interior de uno de los vehículos”.
¿Abatieron? Se dice mataron.
¿Abatir? Se dice matar.
¿Dudas sobre el significado de abatir? Ve a buscon.rae.es/drae/srv/search?id=mzPqJvd7kDXX2aMdwshW
Sitio web: ruizhealytimes.com
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Leído en
http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=320305
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