jueves, 27 de agosto de 2015

Ciro Gómez Leyva - La noche de Juan Armando Hinojosa

Una noche, semanas atrás, encontré a Juan Armando Hinojosa en un restaurante. Nos presentó un amigo común que cenaba con él. Le dije que pese a lo ocurrido, ahí estaba, en una mesa, sin problemas. Es que no conocen mi cara, respondió con tiento. Le dije que había optado por no aparecer en los medios y que no le había salido mal. Cortó la conversación con un económico: “Dime qué sentido habría tenido”.

–Supongo que no has iniciado ninguna obra desde el escándalo de las casas –alcancé a decirle.

–Ni una sola obra nueva –cerró, semanas atrás.









En estos días se ha vuelto a hablar de él, por el resultado de la investigación de la Secretaría de la Función Pública y las obras de la carretera Toluca-Naucalpan, adjudicadas a Grupo Higa en 2007: 39 kilómetros para darle cauce a 7 mil 500 vehículos al día. Pero los ejidatarios de San Francisco Xochicuautla y diversas organizaciones consiguieron detener los trabajos. Argumentan que se afecta la reserva del Bosque Sagrado Otomí y que el daño ecológico sería apocalíptico. En la resistencia, una veintena de ejidatarios han pisado y salido de la cárcel. Hoy tienen abiertos ocho procesos penales. Una constante en su protesta han sido los sustantivos Hinojosa e Higa.

El 9 de julio, el presidente Peña Nieto firmó el decreto de expropiación de 37 hectáreas que, supuestamente, pondría fin al conflicto. No fue así. Para los ejidatarios, el decreto sólo legaliza el despojo. Las protestas se redoblaron al tiempo que las empresas de Higa activaban la maquinaria para reiniciar la construcción. “No vamos a permitirlo, ni nos rendimos ni nos vendemos, a la tierra defendemos”, es una de las consignas. Hay más: “La decisión está tomada, la autopista a la chingada”.

El inexorable reinicio de la obra ha sido visto por algunos como el regreso del “contratista favorito de Peña Nieto”, quien según el New York Times, “se ha asegurado” unos 2 mil 800 millones de dólares, producto de 80 contratos públicos. Otras fuentes han llegado a calcular en 3 mil millones de dólares el monto de los negocios obtenidos en los dos primeros años del gobierno de Peña Nieto.

Pero hasta donde he logrado averiguar, las empresas de Hinojosa no han ganado contratos desde diciembre. Por el contrario, perdieron en el tren rápido México-Querétaro. El acueducto Monterrey VI, donde participan, es un proyecto desahuciado, y habría comenzado una venta de activos. La poderosa administradora BlackRock anunció que estaría por resolver si paga unos 70 millones de dólares para adquirir una firma ligada a Higa.

No lo busques, no te va a decir nada, me frenó el amigo común. Sigue haciendo control de daños. Y bajo ninguna circunstancia dañaría al Presidente de la República.

MENOS DE 140

Con el de un oaxaqueño, esta mañana comienzan los destapes para las 12 gubernaturas en juego en junio de 2016. Y apenas es agosto.



Leído en http://www.vanguardia.com.mx/columnas-lanochedejuanarmandohinojosa-2368965.html



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