martes, 8 de septiembre de 2015

Eduardo Ruiz Healy - Murillo debe responder

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes [GIEI] presentó el domingo pasado a la opinión pública su Informe Ayotzinapa: Investigación y primeras conclusiones de las desapariciones y homicidios de los normalistas de Ayotzinapa, un extenso documento de 560 páginas cuyo contenido le causará nuevos e intensos dolores de cabeza al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en vista de que en sus conclusiones impugna en gran medida las investigaciones que en torno a la desaparición de los normalistas llevaron a cabo las procuradurías General de Justicia de Guerrero y General de la República.

De acuerdo al informe fueron muchos los errores y omisiones en que incurrieron los investigadores de ambas procuradurías, lo que demuestra, una vez más, la falta de profesionalización de los encargados de procurar justicia en nuestro país.






Lo que indudablemente perjudicará aún más la de por si maltrecha imagen del gobierno federal son las conclusiones que aparecen en la página 420 del informe:

“El análisis de la evidencia disponible relacionada a los eventos del 27 de Septiembre del 2014 permite llegar a las siguientes conclusiones:

“No existe ninguna evidencia que apoye la hipótesis generada, en función a testimonios, que 43 cuerpos fueron cremados en el basurero municipal de Cocula.

“Toda la evidencia recolectada muestra que en el basurero municipal de Cocula solo se han dado fuegos de pequeñas dimensiones cuya temporalidad no puede ser debidamente definida.

“No hay evidencia que apoye la hipótesis que los cuerpos fueron cremados con un fuego alimentado mayoritariamente por las grasas subcutáneas.

“Toda la evidencia recolectada muestra que el mínimo incendio necesario para la cremación de estos cuerpos no pudo haberse dado en el basurero municipal de Cocula. De haber existido un fuego de esta magnitud, daños generalizados serian visibles en la vegetación y la basura. Ninguno de estos elementos muestra estos daños.

“Es imposible establecer si los fuegos ocurridos en el basurero municipal de Cocula fueron de dimensiones suficientes para la incineración de uno o más cuerpos, pero no hay ninguna evidencia que indique la presencia de un fuego de la magnitud de una pira para la cremación de inclusive un solo cuerpo.

“No existe ninguna evidencia que muestre que la carga combustible necesaria para la cremación de cuerpos haya estado en algún momento disponible en las cercanías del basurero municipal de Cocula.

“Los testimonios indican eventos que no son posibles dadas las condiciones generadas por lo que tendría que ser el fuego mínimo necesario para la cremación de los cuerpos.

“El peritaje relacionado al fuego no fue hecho de acuerdo a las reglas internacionales ampliamente aceptadas por la comunidad forense en fuego. No se le dio la prioridad necesaria al peritaje de fuego, se dispuso de evidencia crítica (vegetación adyacente) sin el análisis necesario, la recolección de evidencia dejo de lado elementos críticos y necesarios y la evidencia no se estructuro de manera adecuada.

“El Dictamen de Incendios (AP/PGR/SEIDO/UEDMS/871/2014, Folios 80002, 83278, 88350) no tiene los objetivos, la profundidad y el rigor necesarios para una investigación de esta naturaleza.

“Las conclusiones del Dictamen de Incendios (AP/PGR/SEIDO/UEDMS/871/2014, Folios 80002, 83278, 88350) son en su mayoría erradas y en muchos casos no emergen de la evidencia material y de su posible interpretación.

“Los peritos de la PGR autores del Dictamen de Incendios (AP/PGR/SEIDO/UEDMS/871/2014, Folios 80002, 83278, 88350) no tienen los conocimientos ni la experiencia necesaria para abordar un caso de la complejidad de los eventos del 27 de Septiembre del 2014.

En pocas palabras, lo que el GIEI no está diciendo es que la versión que como Procurador General de la República nos dio Jesús Murillo Karam para explicar la desaparición de los 43 normalistas es una fabricación, una mentira absoluta. Después de esto Peña Nieto cometería un grave error si decidiera designarlo como su embajador en Portugal porque sería difícil no interpretar su decisión como un intento de encubrir a su excolaborador. Murillo debe quedarse en México para aclarar lo que sucedió y junto a él deben estar listos para declarar todos los que participaron en la aparentemente falsa investigación.

Además de las 11 conclusiones arriba transcritas hay mucho más en el Informe Ayotzinapa que permite suponer que desde un principio las investigaciones fueron manipuladas por los encargados de las mismas, tanto a nivel federal como estatal.

Cuando Murillo Karam presentó su informe del caso Ayotzinapa, el 27 de enero pasado, expresé que creía en su versión de los hechos y que dejaría de creer en lo que dijo siempre y cuando alguien aportaba pruebas que lo desmintieran. El GIEI las aportó el domingo pasado y ahora espero que el exprocurador y quienes investigaron con él el caso respondan por sus actos y omisiones ante la opinión pública y ante la ley.



. Twitter: @RuizHealy

Mail: eduardoruizhealy@gmail.com

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Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=329280



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