lunes, 6 de junio de 2016

Ciro Gómez Leyva - ¿Y así vamos a llegar a 2018?

Las campañas más despiadadas de todos los tiempos, el secretario Miguel Ángel Osorio Chong dixit, tuvieron un colofón digno de esa expresión: la falta de escrúpulos para declarar, la falta de decoro para aceptar la derrota, la urgencia de salir a gritar “¡Yo gané, perdieron ustedes!”

Malos presagios para el primer domingo de junio de 2018. A juzgar por lo visto anoche, no hay un aprendizaje de las sufridas y cercanas experiencias. La noche del 2 de julio de 2006, Andrés Manuel López Obrador anunció que había ganado la elección con un millón de votos (perdería por un cuarto de millón) y ahí se sembró la incertidumbre que nadie se ha preocupado realmente por reparar. No los protagonistas, no los candidatos, no los partidos, no las autoridades que han invertido en ello millones y millones de pesos, no la tecnología, no los encuestadores. Esto es un desastre. Muy peligroso.










Nos vamos a dormir con un PRI que, según la información disponible, pudo haber ganado ¡dos o 10 gubernaturas! Con un Veracruz con tres gobernadores. Con una Tlaxcala con tres gobernadores. Con dos candidatos en Zacatecas que triunfaron por más de cinco puntos. Con PREPs en Quintana Roo y Tlaxcala que no subían un dato a las 23:30 horas (Chihuahua traía 4%, Oaxaca 3%). Con la que parecía falta de grandeza del PRI para reconocer lo que perfilaba como una paliza en Tamaulipas. Con un candidato en Chihuahua, Enrique Serrano, que a las 23:00 horas dijo en EL UNIVERSAL TV que había ganado con su encuesta de salida que no sabía quién le había hecho.

Súmese la incertidumbre en Aguascalientes, Oaxaca, Durango, Quintana Roo. ¡Qué clase de democracia es esta! ¡Quién se hace cargo de nuestros patéticos sistemas de medición y comunicación de resultados, de nuestra estadística electoral perennemente adolescente! Qué riesgoso avanzar así a las próximas elecciones presidenciales.

Habrá tiempo para reescribir esta columna con más información. Lo que sí es un hecho es la entronización de la cultura del mal perdedor. En la democracia mexicana nadie pierde. Al menos en la noche de las votaciones.

Qué vergüenza y qué miedo. Faltan dos años. Solamente dos años.

MENOS DE 140.

Pésimos resultados también para los independientes en la CDMX.

http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/columna/ciro-gomez-leyva/nacion/2016/06/6/y-asi-vamos-llegar-2018



Leído en http://www.enlagrilla.com/not_detalle.php?id_n=69079



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.