miércoles, 8 de junio de 2016

Eduardo Ruiz Healy - Otros ganadores y perdedores

Además de los que mencioné ayer en este espacio, el proceso electoral que culminó el pasado domingo tuvo otros ganadores y perdedores.

Entre estos últimos es necesario anotar al expresidente de la república Felipe Calderón y a su esposa Margarita Zavala de Calderón, en vista de que ambos quedaron sumamente debilitados ante el presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya. El proyecto que tiene el michoacano de reelegirse a través de su esposa se quedará en sólo eso, ya que, como ahora se ven las cosas, el casi seguro candidato presidencial panista podría ser el joven maravilla que logró arrebatarle seis gubernaturas al PRI y conservar la que ya tiene su partido. Ningún militante del PAN goza hoy de la fuerza y el prestigio de Anaya, mismos que ganó a pulso al derrotar al priísmo como nunca antes nadie había logrado hacerlo.











El gobernador panista de Puebla, Rafael Moreno Valle, también pierde ante el poder e influencia de Anaya y no se ve factible que pueda adquirir la fuerza necesaria para obtener la candidatura presidencial de su partido.

Dentro del PRI, perdieron su presidente nacional, Manlio Fabio Beltrones, quien el domingo vio esfumarse sus oportunidades de aspirar a la candidatura presidencial de su partido, y los priístas radicados en los seis estados en donde el PAN le quitó las gubernaturas que hoy están en manos de ladrones, abusadores del poder, frívolos o mediocres.

Ya comenté ayer que otro grandes perdedores fueron el PRD y su presidente nacional Agustín Basave. No ganó ningún candidato que compitió exclusivamente bajo los colores perredistas. Es más, en la mayoría de los casos el porcentaje de votación que obtuvieron en los distintos estados fue insignificante: 5 por ciento en Aguascalientes, 2 por ciento en Chihuahua, 4 por ciento en Puebla, 2 por ciento en Sinaloa y 1 por ciento en Tamaulipas. En Hidalgo su candidato, un cacique expriísta, obtuvo 14 por ciento, y en Tlaxcala, su candidata también expriísta recibió 30 por ciento. En resumen, el PRD sólo pudo ganar aliado con el PAN con candidatos priístas y un expriísta y jugar un papel decoroso con dos expriístas, lo que indica que no hay perredistas capaces de ganar una elección.

Morena corrió con la misma suerte que el PRD. La mayoría de sus candidatos hicieron un pobre papel y éste se reflejó en las urnas, recibiendo 3 por ciento de los votos en Aguascalientes, 2 por ciento en Chihuahua, 3 por ciento en Durango, 7 por ciento en Hidalgo, 10 por ciento en Puebla, 4 por ciento en Sinaloa, 2 por ciento en Tamaulipas, y 6 por ciento en Tlaxcala ( con una candidata expriísta). Ahora bien, habrá quienes digan que en algunos estados los candidatos del partido propiedad del Peje López hicieron un papel relevante, pero cada uno de estos casos debe analizarse por separado.

En Oaxaca, donde obtuvo 23 por ciento, su candidato fue un experredista; en Quintana Roo, donde ganó 11 por ciento, su candidato fue un viejo expriísta. Se dice que en Veracruz, en donde ganó 27 por ciento, el impresentable gobernador saliente apoyó al candidato de Morena para gozar de impunidad en el próximo gobierno. En Zacatecas, otro expriísta, experredista, expetista, obtuvo 27 por ciento gracias a que es hermano de un aún influyente exgobernador que hoy cobra como delegado en Cuauhtémoc en la Ciudad de México. En resumen: Morena no despegó, y sus triunfos obedecieron a causas que no tienen que ver con dicho partido.

El domingo dejó otros perdedores: las encuestadoras y muchos comunicadores que fallamos en nuestras valoraciones. De eso comentaré otro día.



Leído en http://www.criteriohidalgo.com/a-criterio/otros-ganadores-y-perdedores



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