Con el poder de decidir el destino profesional de decenas de miles de maestros y el control de cuantiosos recursos públicos, estos líderes han actuado siempre de acuerdo a sus muy particulares intereses políticos y económicos sin pensar mínimamente en el bienestar de los maestros que han mantenido sojuzgados ni en el de los cientos de miles de niños y adolescentes que año tras año han sido condenados ha recibir una educación mediocre que no los ha preparado para satisfacer las exigencias del mercado laboral.
Prueba de lo anterior es que en aquellos estados en donde más poder tiene la CNTE peor es la calidad educativa. La ONG Mexicanos Primero presentó en febrero de 2014 su Índice de Desempeño Educativo Incluyente (IDEI), “un ranking del desempeño educativo que compara el esfuerzo que hace cada estado de la República Mexicana para incluir a todas sus niñas, niños y jóvenes en las oportunidades de aprendizaje”. De acuerdo a esta evaluación, en 2013 los estados que registraron las calificaciones más bajas fueron Morelos, Chiapas, Baja California, Tamaulipas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca. La presencia de la CNTE en Baja California y Tamaulipas es mínima pero Mexicanos Primero concluye que en ambos estados han sido los gobiernos locales los que no han trabajado para mejorar los bajos niveles educativos. La presencia de la CNTE en Morelos, Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca es significativa y es en estos estados en donde los paros de labores y cierres de escuelas ocurren con frecuencia.
Además de perjudicar a los maestros que sí quieren enseñar, que son la mayoría, y a niños que deben estudiar, la CNTE ha decidido afectar la vida de millones de personas que residimos en alguna de las ciudades que han elegido como los lugares en donde manifestarse, bloquear calles, carreteras y aeropuertos, tomar casetas de cobros de carreteras, destruir propiedades públicas y privadas, invadir estaciones de radio y televisión para transmitir ilegalmente sus mensajes y diatribas, afectar la vida económica de diversas zonas, provocar pérdidas en los ingresos de empresas grandes, medianas, pequeñas y micros, causar que miles de hombres y mujeres pierdan sus empleos, y ocasionar muchos otros tipos de males.
Los líderes de la CNTE han cometido o causado que otros cometan un sinnúmero de delitos y la mayoría de ellos ha seguido delinquiendo sin que los gobiernos federal y estatales actuaran contra ellos.
Afortunadamente, para ser que las autoridades federales y estatales por fin decidieron proceder en contra de estos delincuentes. Este fin de semana fueron arrestados, por órdenes de jueces federales, el secretario general de la Sección 22 de la CNTE (Oaxaca), Rubén Núñez, y el secretario de Organización de la misma sección 22, Francisco Villalobos. El primero fue capturado en Ecatepec, Estado de México, por su presunta responsabilidad del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita. El segundo fue aprehendido en el la zona del Istmo de Oaxaca XXX por su probable responsabilidad del delito de robo agravado.
Aparentemente, los delitos que se les imputan a ambos son menores cuando la realidad es que todo indica que son responsables de cometer más y más graves ilícitos. No vaya a ser que las autoridades solo buscan asustar a estos endurecidos líderes porque si eso es lo que buscan no lo lograrán.
Lo que un alto porcentaje de mexicanos pide es que se aplique todo el peso de la ley contra Núñez, Villalobos y muchos otros dirigentes de la CNTE que siguen libres para organizar, ordenar y dirigir más desmanes.
Leído en http://www.criteriohidalgo.com/a-criterio/por-fin-acciones-contra-la-cnte
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