viernes, 15 de julio de 2016

Bantú fue víctima del desconocimiento de autoridades del Zoológico: Especialista

Merit Becerril Tello, la primatóloga que convivió con Bantú durante un año, afirma que el gorila padecía sobrepeso a causa de la dieta inadecuada y que intentaron que se reprodujera antes de su etapa reproductiva

CIUDAD DE MÉXICO, México, jul. 14, 2016.-Merit es una de las pocas primatológas que hay en México. Ella paso más de un año con Bantú, por lo que conoce su carácter, sus fortalezas y debilidades.

Su tesis de licenciatura se la dedico a Arila y Bantú, los dos gorilas con los que convivió.

"Yo conocí a Bantú cuando tenía 13 años de edad justo lo conocí cuando entro a un programa de reproducción; era mi oportunidad de conocer el comportamiento de Bantu", dijo Merit Becerril Tello, especialista en primatólogia antropológica.

De acuerdo con la primatóloga, Bantú no era tan sano como se ha dicho.













"Desde que empecé mi investigación en 2006, Bantú tenía sobrepeso, normalmente un gorila sano en edad adulta debe pesar 120 kilogramos, desde que yo conozcí a Bantú tenía un peso de 225 kilogramos, ellos sabían que tenía sobrepeso y también un problema cardiaco", afirmó la especialista.

De acue rdo con la primatóloga, el sobrepeso de Bantú se debía a la mala dieta que llevaba y a que tenía poca actividad física.

Además la especialista señaló que el espacio en el que habitaba era muy reducido para un ejemplar como él.

Un día Bantú aprendió solo a subir a un bote que tenía para alcanzar los tejocotes de un árbol que había en su espacio; un gran logro que quizá habría tenido seguimiento de haber sucedido en algún otro zoológico, dijo la primatóloga.

En el Zoológico de Chapultepec se optó por cortar el árbol para evitar las diarreas que le daban a Bantú por ingerir los tejocotes, pero en el aprendizaje que había mostrado el gorila no hubo interés.

El desconocimiento que tenían sobre primates, llevó a las autoridades del Zoológico de Chapultepec a intentar que Bantú se reprodujera cuando tenía 13 años.

Citando a autores como Savater Pi, la etapa reproductiva de un gorila empieza a los 15 años, de 15 a 20 años, supongo que ese fue uno de los grandes fracasos de esa época por eso no se logró la reproducción, además Arila ya era muy grande", dijo la primatóloga.

No hubo un vínculo biológico entre Arila y Bantú, básico para que pudieran procrear.

A la edad que murió Bantú estaba en plena etapa de reproducción, iba a cumplir 25 años.

La muerte de Bantú es una gran pérdida para la ciencia.

En el Zoológico de Chapultepec, el último sobreviviente de grandes simios es Toto, el orangután.


Mi encuentro con los gorilas de tierras bajas

Por:  Merit Nefernefer Becerril Tello

Las investigaciones de la cultura y el comportamiento de los primates no humanos apoyan sus bases en la ciencia antropológica. El rastrear el origen de la cultura hace que nos detengamos a ver a nuestros parientes vivos, los primates no humanos, de manera tal, que la antropología contemporánea no podría concebirse de forma total sin las diversas investigaciones primatológicas, puesto que estas proponen hipótesis acerca de la cognición y cultura de los primeros homínidos.

La primatología no es una disciplina que se reduzca a una sola área sino que cuenta con diversos puntos de contacto entre las ciencias sociales y naturales. Así, los estudios primatológicos contemporáneos provienen de disciplinas como la psicología, la biología, la medicina veterinaria, la genética, la antropología física o social y la paleoantropología.

Observar el mundo primatológico supone el esfuerzo de una visión totalizadora. La basta información sobre una complejidad organizada en varios planos y niveles transdiciplinares ha provocado que surjan nuevos enfoques en el estudio de los primates no humanos.

La reciente incorporación de herramientas de investigación antropológica como la etnografía dentro de la primatología ha brindado a los primatólogos culturales (Goodall, 1998, Whiten, 2005, McGrew, 2004) nuevas alternativas de registro del comportamiento complejo de sus sujetos de estudio; sin embargo, existe un fuerte debate respecto a los alcances y limitaciones del uso de las herramientas etnográficas dentro de la primatología.

Algunas personas pueden creer que los antropólogos sociales sólo hacemos apologías de lo exótico pero no es así. Humanos y no humanos pertenecemos a una tradición cultural única la cual fuimos desarrollando a través de un proceso evolutivo.

¿Qué hace que exista un vínculo cultural entre los primates humanos y no humanos?

Un primer análisis nos indica que la cultura pueden ser manifestaciones materiales o simbólicas. Se considera que ésta es ese vínculo que no es innato sino que se va adquiriendo por medio del aprendizaje social y permite que los seres adquieran procesos de adaptación en su entorno. Algunos primatólogos culturales como Kawaruta (1945), Kinji (1951), Itani (1951), Kawai (1965) y Kumer (1981) consideran que este fenómeno no es exclusivo de los seres humanos.

La rama de la familia de primates de la que somos miembros está compuesta por chimpancés (pantroglodytes, panpaniscus, bonobo) gorilas (Gorilla gorilla beringuei, Gorilla gorilla graueri, Gorilla gorilla gorilla, subespecie Gorilla gorilla díehlí), y orangutanes, (Pongo pygmaeus subespecies, Pongo pygmaeus pygmaeus, Pongo pygmaeus morio, Pongo pygmaeus wurmbii).

Nosotros y los gorilas tenemos un vínculo muy estrecho por nuestro antepaso común, esto ha hecho que los gorilas tengan cierto parecido con los humanos: las expresiones que sus emociones dibujan en su rostro y su mirada, son tales que instintivamente las podemos reconocer entre nuestras expresiones. Los miramos al rostro y pensamos: que realmente sabemos como son, pero la verdad es que desconocemos todo de ellos, bloqueamos cualquier indicio posible de comprender como pueden ser, al hacer suposiciones humanas tentadoras.

Mi primer encuentro con los gorilas de tierras bajas fue durante el verano del 2004 en el Zoo Tiergarden en Berlín, Alemania. Cuando regresé a México y continué la investigación que había iniciado en aquel primer país con un grupo de gorilas me enfrenté a la realidad del cautiverio. Mi estudio se redujo a una muestra de dos gorilas. Además, en el desarrollo de la investigación aparecieron otros problemas, como la dificultad de insertarme en un zoológico como antropóloga social.

Entrada al Zoo Tiergarden

La propuesta principal de mi trabajo fue analizar los alcances y limitaciones de aplicar las herramientas de la etnografía para registrar el comportamiento social-cultural de dos gorilas en cautiverio. Si partimos que la etnografía es un método aplicado para el estudio de la cultura en sus diversas manifestaciones, entonces ¿hasta dónde puede servir como herramienta para el estudio del comportamiento primate?

Como ya se ha mencionado en otros momentos los gorilas de los zoológicos no poseen un comportamiento como los gorilas libres, hay que estar conciente que mucho o tal vez la totalidad de su comportamiento es producto de una vida en cautiverio.

Bantú. Zoológico de Chapultecpec 2006

El papel que desarrolla el antropólogo social en México ha sido exclusivamente observar, registrar y comprender las comunidades rurales y urbanas en su amplio desarrollo cultural, por lo que los antropólogos sociales difícilmente se interesan por la cultura no humana. Si bien en México no existe un desarrollo amplio de la primatología cultural por parte de los antropólogos sociales, éstos se han preocupado por desarrollar las técnicas etnográficas.

La cultura en cautiverio…

La cultura de los grandes simios que se encuentran en cautiverio presentan rasgos de una cultura propia de dicho estado. En el cautiverio no se pierden los rasgos culturales sino que se apropian del contexto social en que se mueven, tal ves existen rasgos estereotipados que no se presentan en libertad, pero esto no significa que deje de ser cultura.

A partir de mis observaciones pude concluir que hay una cultura en estos espacios de encierro. Al principio no se puede detectar con facilidad si se compara con gorilas libres, pero indiscutiblemente tras un periodo prolongado de observación se detectan comportamientos culturales. Por ejemplo, el uso de herramientas, no solo se presenta en libertad sino que también se observa en cautiverio, así que la prolongación cultural de los grandes simios nos indica que solamente se ha descubierto una parte mínima de lo que podemos saber de ellos.

Tras la mirada de la etnografía…

Unas de las aportaciones de este trabajo fue que realicé un análisis teórico- práctico comparando los distintos métodos de registro del comportamiento cultural: por un lado, esta la etología con su amplio desarrollo en el registro del comportamiento animal, un registro que es más de corte técnico, pues omite elementos importantes de tipo subjetivo en el comportamiento primate, aunque hay que reconocer su gran aportación al estudio del comportamiento animal, ya que sin la etología se desconocería muchos aspectos biológicos de los animales; por otro lado, el registro etnográfico ayuda a que se observe más allá de una simple conducta, si bien esta técnica fue pensada para el registro de los grupos humanos, su aplicación puede servir para registrar el comportamiento cultural de los gorilas. La etnografía que se realizó fue adaptada a los sujetos de estudio y a largo plazo se considera seguir adecuando estas herramientas en diversos grupos de gorilas libres.

Gorila usando cuchillo

Referencias bibliográficas.

– Boesch, Cristophe y Hedwige Boesch-Achermann (1991) Los chimpancés y las herramientas. Mundo Científico n. 116 volumen II. España.

– Conkin, C. Harold (1986) Etnografía. Ed. El pirata, Xalapa, Veracruz, Agosto. Número.96

– De Waal, Frans (2002) El simio y el aprendiz de Sushi: Reflexiones de un primatólogo sobre la cultura. Ed. Paidos, Barcelona, España.

– Goodall, Jane (1998) Los chimpancés: llenando el vació. En: El proyecto gran simio. Ed. Trotta.

– Hammersley, Martin y Paul Atkinson (1999) Etnografía: Métodos de investigación. Ed. Paidós., Barcelona, España.

– McGrew, William (2004) The culture chimpanzee reflection on cultural primatology, en: Chimpanzee ethnography. Univesrity Cambridge,

– Shaller, George (1967) La vida del gorila. Edit. Fondo de Cultura Económica, México.

– Pika, Simone y Michael Tomasello (2003) Gestual communication in young gorillas (Gorilla gorilla): gestural repertoire, learning, and use. American Journal of Primatology. Vol.60, Issue 3, Pages 95-111.

– Whiten, Andrew et al. (2003) Cultural Panthropology. En: Evolutionary Anthropology, 12: 92-105







Leído en  http://noticieros.televisa.com/mexico-df/2016-07-15/bantu-fue-victima-desconocimiento-autoridades-zoologico-especia/

https://antropologiafisicaparaque.wordpress.com/tag/etnografia-en-estudios-primatologicos/






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