El PRD también enfrenta problemas de liderazgo luego de que Agustín Basave dejara su presidencia el sábado pasado, dos semanas después de que renunciara al cargo aduciendo que es difícil conducirlo en vista de que las corrientes actúan como si cada una de ellas fuera un partido político. Como encargada de la presidencia perredista quedó la secretaria general del partido, Beatriz Mojica, excercana colaboradora del tristemente célebre exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero. Ella, junto con la actual secretaria de Educación de la Ciudad de México, Alejandra Barrales, y el senador Pablo Gómez, son quienes se mencionan para suceder a Basave. Gómez ya fue presidente interno, en 1999, después de que Andrés Manuel López Obrador renunciara al cargo para ser candidato perredista a la jefatura del gobierno del Distrito Federal.
En resumen, dos de los tres principales partidos políticos de nuestro país están experimentando una crisis en sus estructuras más altas de poder. En el PRI cada uno los que más suenan como probables candidatos de ese partido a la presidencia pretende influir en el nombramiento del sucesor de Beltrones para así controlar al partido rumbo al 2018. En el PRD las diversas corrientes o tribus pelean por dirigir al partido para así tener acceso a los recursos económicos y materiales del mismo y también influir en la designación de su próximo candidato presidencial a sabiendas que éste no tendrá la más mínima oportunidad de ganar.
No sólo los mencionados partidos mexicanos están en crisis.
En el Reino Unido, el Partido Conservador se encuentra en medio de un gran lío luego de que su líder, el primer ministro británico David Cameron, anunciara su renuncia después de que el 23 de junio la mayoría de los británicos votara por sacar a su país de la Unión Europea, algo a lo que Cameron se oponía. Su principal rival dentro del partido, Boris Johnson, a quien muchos veían como su sucesor, anunció hace algunos días que no buscaría el liderazgo y ahora hay cinco miembros del parlamento, dos de ellas mujeres, buscando dirigir a su partido y convertirse así en el decimocuarto primer ministro del gobierno de la reina Isabel II.
El otro gran partido británico, el Laborista, también enfrenta una crisis luego de que una mayoría de sus parlamentarios ha manifestado que su líder, Jeremy Corbyn, no hizo lo suficiente para que el referendo del 23 de junio fuera ganado por quienes querían que el Reino Unido se mantuviera dentro de la Unión Europea. Pese a la presión de sus pares, Corbyn se niega a renunciar y desde ahora se ve venir un duro pleito entre los izquierdistas del líder y los elementos más moderados del laborismo.
En Estados Unidos también hay crisis dentro de su dos principales partidos, mismas que se manifestarán en las convenciones que cada uno de ellos realizará próximamente para postular a su respectivo candidato presidencial. Un porcentaje importante de las bases del Partido Democrático exigirán que la plataforma electoral de su partido incluya muchas de las propuestas del senador Barney Sanders, aunque éstas no sean del total agrado de la candidata Hillary Clinton o de los mandamases partidistas. En el Partido Republicano, las bases también combatirán cualquier intento de las cúpulas de evitar que Donald Trump asuma la candidatura presidencial. Serán convenciones rudas y llenas de sorpresas.
Los partidos políticos están en crisis en muchos países. Hoy sólo he comentado brevemente de lo que ocurre en seis de ellos.
Leído en http://www.criteriohidalgo.com/a-criterio/crisis-de-los-partidos
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