miércoles, 20 de julio de 2016

Eduardo Ruiz Healy - Quintacolumnistas

Quinta columna, de acuerdo al diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, es un “grupo organizado que en un país en guerra actúa clandestinamente en favor del enemigo”.

Wikipedia, en su versión española, ofrece una amplia explicación sobre el término: “La expresión Quinta columna se atribuye al general Emilio Mola, al referirse en una locución [sic] radiofónica de 1936 al avance de las tropas sublevadas en la guerra civil española hacia Madrid. El general mencionó que, mientras bajo su mando cuatro columnas se dirigían hacia la capital, había una quinta formada por los simpatizantes del Golpe de Estado que, dentro de la capital, trabajaban clandestinamente en pro de la victoria del bando golpista… La expresión se usa desde entonces para designar, en una situación de confrontación bélica, a un sector de la población que mantiene ciertas lealtades (reales o percibidas) hacia el bando enemigo, debido a motivos religiosos, económicos, ideológicos y/o étnicos. Tal característica hace que se vea a la quinta columna como un conjunto de personas potencialmente desleales a la comunidad en la que viven y susceptibles de colaborar de distintas formas con el enemigo… Los miembros de la quinta columna reciben el apelativo de quintacolumnistas”.










El término también se usa para describir a un grupo de personas que desde dentro de una organización -militar, social, empresarial, política o de cualquier otra índole- trabaja para perjudicar los interés de ésta a favor de una organización rival.

Dentro de un partido político pueden haber quintacolumnistas que trabajan a favor de un partido opositor.

Por ejemplo, ¿alguno de los redactores del discurso que Melania Trump leyó el lunes pasado, que contenía frases plagiadas de un discurso pronunciado hace ocho años por Michelle Obama, es un quintacolumnista del Partido Democrático que buscó desprestigiar a la esposa del ya candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos? Es posible, pero la verdad de lo que ocurrió probablemente nunca se sabrá fuera del equipo más cercano al billonario.

Otro ejemplo: entrevisté el lunes pasado a la nueva presidenta nacional del PRD, Alejandra Barrales. Durante la entrevista le comenté que el nuevo presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, me dijo que considera que el Peje López es el enemigo a vencer en junio de 2018 y le pregunté si ella compartía esa misma opinión. La perredista me respondió con evasivas las dos veces que le pedí su opinión al respecto, lo que significa que no me quiso decir lo que realmente piensa.

¿Por qué Alejandra no contestó a mi pregunta? Tal vez porque sabe muy bien que el partido que hoy preside está repleto de seguidores del Peje que, en vez de emigrar a Morena, siguen dentro del PRD para minarlo desde sus propias entrañas. Es decir, un porcentaje importante de perredistas es en verdad quintacolumnista de Morena.

Por ejemplo, en la página de los senadores perredistas (prd.senado.gob.mx) aparecen legisladores cuya fidelidad al Peje es abierta e incuestionable. Entre ellos Mario Delgado (CDMX), Alejandro Encinas (MEX), Dolores Padierna (LN), Rabindranath Salazar Solorio (MOR) y Fernando Mayans Canabal (TAB).

En la Cámara de Diputados son decenas los legisladores que no ocultan sus simpatías por el Peje.

El fenómeno se repite dentro de los congresos estatales y las filas del PRD.

Hay muchos perredistas que aparentemente recibieron órdenes del Peje de quedarse en ese partido para debilitarlo y permitir el crecimiento de Morena.

Tal vez por eso el Peje López considera que ahora sí es factible una alianza PRD-Morena. Los quintacolumnistas aparentemente han hecho bien su trabajo. Tanto, que Barrales no se atreve a criticar de manera alguna a quien hace años la antecedió en la misma presidencia perredista.



Leída en http://www.criteriohidalgo.com/a-criterio/quintacolumnistas



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.