miércoles, 23 de julio de 2014

Sergio Aguayo - Aspirinas

A la memoria de José Luis
Piñeyro, colega y amigo



Los gobiernos de El Salvador, Guatemala, Honduras y México se tragaron completo el plan de Barack Obama pese a su cortoplacismo y limitaciones.

Hollywood concede a los niños un trato especial porque hasta los asesinos más sanguinarios se reblandecen casi siempre ante infantes. No es el caso con los menores centroamericanos que han sacado lo mejor y lo peor de esa sociedad cuyos gobernantes coinciden en el objetivo y disienten en el método. La derecha quisiera construir una fortaleza e instalar un puente aéreo permanente para regresar a los extranjeros a sus países de origen; el Gobierno de Obama busca lo mismo pero usa a terceros. El 30 de junio informó al Congreso que ya tenía “acuerdos concretos con El Salvador, Guatemala, Honduras y México para frenar el flujo de migrantes”.
 
 
 
 
 
 
 

Pensaba, supongo, en la Declaración de Managua aprobada el 27 de junio por los países de la región. En ella asumen la “corresponsabilidad regional” y se comprometen a frenar el éxodo informando a los migrantes potenciales sobre los “peligros del viaje” y la cerrazón de los Estados Unidos. El mensaje es: no salgan de sus guetos y observen cómo son regresados quienes han buscado llegar o quedarse en el País del norte.

La función de México es como la del cadenero de antro: detener y regresar a sus casas a quienes señala el patrón. El 7 de julio Enrique Peña Nieto se desplazó hasta Catazajá, Chiapas, para presentar el Programa Frontera Sur. Ahí anunció “el reforzamiento de medidas para ordenar y dar mayor seguridad al complejo fenómeno migratorio”.

Dado lo espinoso del asunto, llenó su discurso de eufemismos. Los niños no serán encarcelados sino “resguardados”, no se les deportará sino que disfrutarán de una “adecuada repatriación”, los retenes son “líneas móviles de control” y no se les permitirá subirse a “La Bestia” para que no “arriesguen sus vidas”. La empresa concesionaria le añadió la dosis de humor macabro al informar que triplicará la velocidad del tren: pasará de 10 a 30 kilómetros por hora. Las piezas embonarán gracias a una Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur que engrosará la cada vez más poblada Secretaría de Gobernación. Bucareli ya parece Gaza.
El plan de Obama es deficiente porque, al igual que la Alianza para el Progreso de John F. Kennedy (1961), tiene supuestos erróneos y ausencias notables. Es evidente que el próximo viernes los gobernantes de El Salvador, Guatemala y Honduras le dirán a Obama lo que éste quiere oír, pero carecen de la fuerza y la voluntad para modificar las causas de la migración: la infame distribución del ingreso y la violencia criminal.

Es difícil que el Gobierno de Peña Nieto frene una migración protegida por los grupos sociales y delincuenciales que han encontrado una mina de oro en la explotación de los desventurados que cruzan el infierno mexicano. Tampoco está fácil que ordene la caótica frontera sur, ni se le ve voluntad de erradicar la corrupción en el Instituto Nacional de Migración y en todas aquellas instituciones públicas que se benefician de la migración. Lo más probable es que crezcan las violaciones a los derechos humanos… y la intensidad de las críticas por la indiferencia mexicana hacia las víctimas.

El plan de Obama es incompleto. En mi página de internet puse la carta de Obama, la Declaración de Managua y el discurso de Peña Nieto. Podrán observar que no mencionan el papel de las corrupciones gubernamentales en estas migraciones ni reconocen que los desplazamientos de población están interconectados con el tráfico de drogas, armas y dinero.

Los supuestos falsos y los huecos informativos son una invitación a la diplomacia mexicana para que reverdezca sus laureles y se convierta en el actor que presenta y promueve una respuesta integral que incorpora las múltiples dimensiones tras los desplazamientos de población que son, insisto, piezas del crucigrama mayor que tiene a la violencia como protagonista. Lo que nos venden como solución es un ataque inhumano a la parte más débil de la cadena que sólo agravará la tragedia humanitaria. No se engañen, ese plan combate el cáncer con aspirinas.

La  miscelánea


El martes 29 a las 12 del mediodía el Seminario sobre la Violencia de El Colegio de México (Camino al Ajusco 20) recibirá a Bruce Bagley, quien hablará sobre la fragmentación de los cárteles en Colombia y México. Comentarán la conferencia el vicealmirante Enrique Sarmiento Beltrán y Raúl Benítez Manaut, moderará Lorenzo Meyer.


Comentarios: www.sergioaguayo.org
Colaboró Maura Roldán Álvarez
 
 
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.