sábado, 5 de noviembre de 2011

Incongruencias Francisco Garfias


Los diputados del PAN, PRD, PT y Movimiento Ciudadano echaron abajo la consulta popular.




Paradojas de la política. Los diputados del PAN, PRD, PT y Movimiento Ciudadano (otrora Convergencia) echaron abajo la consulta popular con el alegato de que los requisitos para convocarla -y hacer obligatorios sus resultados- son inalcanzables.
De golpe desapareció la perspectiva de que los ciudadanos votemos temas de trascendencia nacional.
Un confesado empeño por exhibir al PRI como el partido que "mochó" la reforma política los llevó votar en contra de la reforma al artículo 35, fracción VIII, de la Constitución. No faltó quien calificara la propuesta como una "imposición" de Enrique Peña Nieto (portal de Reforma, 04-11-11)
El petista Porfirio Muñoz Ledo de plano dijo: "Votamos en contra de una pretensión del fortalecimiento plebiscitario de la Presidencia de la República, disfrazado de concesión a los ciudadanos." ¿Será que piensa que López Obrador no llega a Los Pinos?
- Los votos de estos partidos impidieron la mayoría calificada (dos tercios de la asamblea) que la modificación constitucional requería para su aprobación. El discurso del empoderamiento ciudadano, con el que algunos iluminados se han llenado la boca desde hace meses -si no es que años- quedó hecho añicos.
A manera de consuelo, aseveraron que el Senado puede hacer una nueva iniciativa. Sí, pero ¿cuándo?
Esta actitud es difícil de entender. En San Lázaro se habían disminuido los requisitos para que los ciudadanos pudieran convocar una consulta popular, pero también para que sus resultados fuesen vinculantes (obligatorios).
La minuta del Senado exigía un dos por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores. En San Lázaro le bajaron al uno por ciento. La cámara alta pedía una participación total de al menos 40 por ciento de los ciudadanos para que sus resultados fueran vinculantes. Los diputados lo bajaron al 25 por ciento.
Estos requisitos les parecieron excesivos, inalcanzables, a los partidos mencionados. Mejor nada.
- Los diputados del PRD echaron abajo la reforma con el alegato de que era una simulación. "Por supuesto que queremos empoderar a los ciudadanos, por supuesto que queremos candidaturas independientes, iniciativa popular, plebiscito, referéndum, revocación de mandato.
Esas figuras solamente se van a alcanzar cuando los ciudadanos no enfrenten obstáculos y límites a su participación", alegó Alejandro Encinas.
¿Se habrá dado cuenta que al hablar así arrastró a los senadores del PRD? Ellos votaron por el umbral del 40 por ciento y el requisito del 2 por ciento para convocarla, el pasado mes de abril.
¿Serán también simuladores y limitadores de la participación ciudadana?
Encinas es un político que merece respeto. No es intolerante. Sabe negociar. Aprende de sus errores, pero sus argumentos para tirar la consulta popular, tal como estaba en el dictamen de las comisiones, no resultan convincentes. Puede argumentar que los diputados cambiaron la propuesta del Senado de que la consulta popular se realice el mismo día de las elecciones (para aprovechar la movilización). Pero ni así.
Los petistas fueron más congruentes. Votaron en contra en las dos cámaras. A Jaime Cárdenas, diputado de este partido, le pareció excesivo ese uno por ciento para promover una consulta. "Es un millón de ciudadanos. Nosotros proponíamos el 0.13".
- Los que peor se vieron fueron los panistas. Sus votos impidieron la mayoría calificada. Por un momento parecieron confundidos. "Los pillaron en un error de párvulos. No supieron que votaron", aseveró el diputado del PRI, Felipe Solís Acero. Fue más lejos: "No le den vueltas al mecate. Votaron en contra de la consulta popular los diputados del PAN y los diputados del PRD."
Solís Acero recordó que el artículo 232 del reglamento establece que de no aprobarse un proyecto de reforma en lo particular, se tendrá por desechado. Es decir, desaparece del texto aprobado. "Desechado no quiere decir enterrado.", reviraba ayer el vicecoordinador de la fracción del azul en San Lázaro.
- El diputado Gabriel Arellano, líder del Congreso en Aguascalientes, nos mandó un correo para precisar lo que ayer publicamos en este espacio, en el sentido de que hay un desbordado optimismo en el PRI frente a las elecciones del 2012 y que "Peña no es Dios."
"Muchos priistas estamos seguros que se ganará trabajando en tierra, distrito por distrito, y para eso se requiere de los mejores candidatos que le sumen al abanderado presidencial del partido. Sólo se ganará con el trabajo y la aportación de todos", puntualizó.
- Moraleja de la semana (cortesía de Enrique Jardiel, escritor español): "Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa".

Leído en http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&id_nota=780498

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