sábado, 14 de enero de 2012

José Woldenberg - 2012: luces y sombras.

EL autor analiza los claroscuros de las elecciones que vienen, aspectos luminosos y ambiguos, controversiales, marcados por luces y sombras.



Ciudad de México  (8 enero 2012).- El siguiente texto tiene una secuencia. Va de los aspectos más luminosos de las elecciones que ya están en curso a los más preocupantes, teniendo varias estaciones de paso en aspectos ambiguos, controversiales, marcados por luces y sombras. Es una guía para la observación de lo que viene. Aunque quizá ni eso.

1. Habrá auténticas elecciones y eso hay que celebrarlo. Se trata de algo relativamente nuevo entre nosotros y es expresión de una sociedad masiva, compleja, contradictoria, que busca y encuentra fórmulas para la convivencia y la competencia de su diversidad política. Atrás han quedado los años en los cuales no existía competencia, cuando el momento estelar de la "elección" era el del "destape". Hoy concurrirán a la búsqueda del voto ciudadano, partidos fuertes, con arraigo y recursos, con cuadros y promesas. Y con fuerzas equilibradas.

2. Se trata de elecciones federales en las que se renovarán ambas Cámaras y al titular del Poder Ejecutivo. Esas elecciones serán concurrentes con las de 15 entidades, en las cuales se elegirán seis gobernadores y al jefe de Gobierno del Distrito Federal, 15 Congresos (contando a la Asamblea Legislativa de la capital) y 891 ayuntamientos. Es decir, de las mismas saldrá una nueva distribución del poder en México. No serán un ritual con resultados preestablecidos, sino un momento decisorio en la concentración/dispersión del poder político.

3. 76.8 millones de mexicanos están en las listas nominales de electores (datos al 3 de diciembre de 2011). De los cuales, más de 2.5 millones será la primera vez que acudan a las urnas. Esa ciudadanía se congregará en los centros de votación el 1o. de julio, y hay que recalcar que ninguna otra actividad, absolutamente ninguna, convoca a más ciudadanos para decidir sobre el futuro político del país. Todos, hombres y mujeres, ricos y pobres, escolarizados o analfabetas, por un momento ejercerán un derecho de manera igualitaria. Cada voto vale lo mismo que el otro, y en ese sentido las elecciones seguirán siendo escuela de igualdad, que mucha falta nos hace en otras áreas de la vida social.

4. Los partidos y las coaliciones, y por supuesto sus respectivos candidatos, ordenarán a lo largo de las campañas la lucha política en el país. En torno a ellos se formarán coaliciones formales e informales que atraerán el apoyo –o el repudio– de organizaciones sociales e individuos. Ese carácter ordenador de los comicios debe ser valorado: es la única forma que ha inventado la humanidad para que en sociedades cargadas de contradicciones, los ciudadanos puedan decidir quién debe gobernar y cómo deben integrarse los órganos legislativos.

5. En lo fundamental, partidos, coaliciones y candidatos ejercerán sus derechos y libertades. Desplegarán sus redes de relaciones, armarán sus equipos de campaña, realizarán grandes concentraciones y pequeños encuentros, "volanteos" y "perifoneos", estarán en las pantallas de televisión y en la radio. Inundarán el espacio público y tratarán de tender puentes de comunicación con los votantes potenciales. Esas maquinarias voraces que suelen ser los partidos intentarán hacer crecer a sus simpatizantes, prometerán el mar y los pescaditos y denostarán a sus adversarios. Una representación del Bien contra el Mal (cambiante según el partido de que se trate) estará sucediendo ante todos nosotros.

6. En escuelas y centros de trabajo, en cantinas y restaurantes, en la mesa familiar y con los amigos, el tema electoral será inescapable. El apático y el hiperpolitizado no podrán escapar del ruido y los planteamientos, de la boruca y los diagnósticos que acabarán por envolver a la vida pública. Nadie –salvo algún ermitaño o un misántropo extremo– dejará de estar informado de que el día de las elecciones se acerca y que ese día pasarán "cosas" importantes.

7. El IFE intentará y logrará que toda la logística de la elección esté al punto. Y no se trata de una frase que aluda a buenas intenciones, sino a realidades reiteradas. Nadie discute ya la limpieza del padrón, las rutinas de organización son eso, rutinas y no procesos inciertos; los funcionarios de las casillas serán sorteados y capacitados para que puedan cumplir con su función, la de recabar y contar los votos de sus vecinos. Con toda seguridad el Programa de Resultados Electorales Preliminares funcionará la noche de la elección y entregará informaciones transparentes y desagregadas de los resultados nacionales, por circunscripción, estatales, distritales, e incluso casilla por casilla. Los tiempos a los que los partidos tienen derecho en radio y televisión serán distribuidos de manera equitativa como marca la ley.

8. Los conflictos, inherentes a toda contienda e incluso a toda relación humana, tendrán una vía para resolverse. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tiene la misión de resolver conflictos entre partidos, de éstos con la autoridad administrativa (IFE), en el seno de los propios partidos y al final deberá calificar las elecciones. La idea no es ofrecer la utopía de unos comicios sin fricciones, sin peleas, sin acusaciones mutuas, sino de contar con instituciones, normas y procedimientos a través de los cuales se puedan resolver las diferencias.

9. La atención fundamental estará puesta en la elección presidencial, pero no hay que olvidar a las otras. La composición del próximo Congreso es un asunto crucial. Desde 1997 en la Cámara de Diputados ningún partido ha logrado contar con la mayoría absoluta de las curules, y desde el año 2000 eso mismo ha sucedido en la Cámara de Senadores. Esas nuevas realidades políticas son fruto del equilibrio de fuerzas entre los partidos y reclaman, invariablemente, ejercicios de diálogo y negociación si se quiere hacer prosperar cualquier iniciativa en los órganos legislativos. De hecho, el dato más sobresaliente de la vida política reciente es que sucesivos presidentes no han contado con una mayoría legislativa que acompañe su gestión. En el 2012 ese tema será crucial. ¿Logrará alguna fuerza política alcanzar mayoría absoluta de asientos en las dos Cámaras del Congreso o volveremos a tener un "gobierno dividido"? La respuesta que surgirá de las urnas será fundamental: ¿viviremos o no en un equilibrio de poderes?

10. En 7 entidades se elegirá gobernador y jefe de Gobierno. De acuerdo a los antecedentes en tres de ellos (Guanajuato, Jalisco y Yucatán) la pelea será entre el PRI y el PAN. En Tabasco y Chiapas lo más probable es que sea entre PRI y PRD. En Morelos el formato se encuentra más equilibrado entre los tres grandes partidos y el Distrito Federal ha sido la plaza fuerte del partido del Sol Azteca. Pero lo importante es que no iremos solo a una elección federal.

11. Además se renovarán 15 Congresos locales (incluyendo a la Asamblea del Distrito Federal) y a más de 800 ayuntamientos (incluyendo las 16 delegaciones). En el caso de los poderes legislativos locales será importante observar si algún partido obtiene la mayoría absoluta de las curules o si se vivirá en los próximos tres años con "gobiernos divididos". Y en relación a los ayuntamientos, que como se sabe los hay de todos los tamaños, tendremos sin duda alguna gobiernos de diferentes tonalidades. Lo interesante será medir los avances y retrocesos de las diversas fuerzas y sobre todo las relaciones entre los gobiernos municipales y sus respectivos gobernadores.

12. Hay que señalar que por primera vez desde las elecciones de 1979 no hubo posibilidad de registrar a algún nuevo partido. Dado que la reforma de 2007 estableció que los registros para nuevos partidos se abrirían de ahora en adelante cada seis años, estamos ante la primera elección en más de 30 años en la cual la puerta de entrada de nuevas opciones políticas se mantuvo clausurada. Dio la impresión que "los de dentro" no querían ser perturbados "por los de fuera".

13. En México, como en el resto de los países de América Latina, existe una hegemonía clara del ideal democrático. Ésa es una buena noticia. No hay corriente política relevante, tendencia académica o discurso periodístico que no reivindique para sí a la democracia como la fórmula mejor de gobierno. Se trata de un basamento fundamental para la vida en común ahí donde coexisten sensibilidades, ideologías y proyectos distintos que están obligados a convivir. No obstante, los instrumentos del régimen democrático, a saber, los partidos, los Congresos y los políticos, tienen un muy escaso aprecio entre nosotros. Es más, existe una percepción adversa sobre su funcionamiento y labor. La enorme y preocupante paradoja es que no es posible una democracia sustentable sin partidos, sin Congreso y sin políticos. Ojalá, y espero que no sea solamente una buena intención, esos instrumentos puedan salir medianamente fortalecidos de la contienda electoral.

14. Creo que debemos hacernos cargo que el desgaste del aprecio en relación a los políticos tiene que ver no solamente con lo que sucede en esa "esfera" de la vida, sino con algo mucho más profundo. En las últimas tres décadas la economía no ha crecido con suficiencia, y por ello tampoco el empleo formal. No obstante, lo que sí crece es el trabajo informal, las migraciones hacia Estados Unidos, los jóvenes que no encuentran opciones de trabajo ni estudio. Creo, por ello, que mientras no se revierta esa situación difícilmente se podrán modificar las malas calificaciones que la "sociedad" otorga a los políticos.

15. El abstencionismo en elecciones generales ha venido incrementándose. De 1994 al 2000 y del 2000 al 2006 el porcentaje de participación viene bajando. Se trata de una información expresiva. Si bien la abstención tiene diferentes nutrientes, de tal suerte que no puede hablarse de un "partido" abstencionista (hay el hiper político que luego de analizar las plataformas de todos los partidos decide, decepcionado, no acudir a la urna; hasta el ciudadano que vive de espaldas a la política y nada le importa de ella), sí expresa varias sensibilidades difusas que simple y llanamente no encuentran ningún atractivo en las contiendas electorales. No obstante, los comicios del 2009 nos entregaron una buena noticia: de 1991 a 1997 la tasa de participación bajó; de 1997 a 2003 también; pero 2009 comparado con 2003 representó una recuperación de la participación electoral y un menor abstencionismo.

16. En el 2009 diferentes grupos organizados llamaron a anular el voto: a asistir a las urnas, pero no votar por ninguna de las ofertas que aparecían en la boleta. Fue un fenómeno expresivo de desencanto, malestar, distancia crítica, pero que, como era de esperarse, no pudo mantener su continuidad porque bajo su manto se cobijaron corrientes con muy distintos reclamos. ¿Reaparecerá en el 2012? Y si es así, ¿quiénes serán los beneficiarios y quiénes los perjudicados por esa iniciativa política?

17. Una sombra acompaña la vida social en nuestro país: la expansión de las redes delincuenciales, el combate al narcotráfico y su secuela de violencia. Se trata de una dimensión que ha inyectado miedo, incertidumbre, zozobra a las relaciones sociales y que afecta la calidad de nuestra convivencia. No se trata de un asunto electoral ni gravita en lo fundamental sobre esa esfera de la vida política, pero no estará ausente del "ambiente" en el que se desarrollen las campañas. Sin embargo, hay que decirlo, las diferentes jornadas electorales que se han llevado a cabo en el país, en lo fundamental, han transcurrido sin incidentes violentos, y los ciudadanos han salido a votar en condiciones de normalidad.

18. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es la autoridad máxima en la materia. Sus resoluciones son definitivas e inatacables. Es el último árbitro de la contienda. Luego de que sus resoluciones son conocidas, el litigio llega a su fin. Eso ha sucedido en la inmensa mayoría de los conflictos que ha desahogado a lo largo de sus 15 años de vida, incluso tratándose de resoluciones controvertibles. Salvo una más que importante y estratégica disputa, la de la calificación de la elección presidencial del 2006. Lo que me remite a lo que hace algunos años me dijo un magistrado de la autoridad electoral panameña: "lo que conviene a la autoridad electoral es que gane la oposición y que su triunfo sea por un amplio margen, pero uno tiene que estar preparado para que gane el gobierno y lo haga por una diferencia muy estrecha". Porque, en efecto, dado que el resultado es el producto incierto de millones de voluntades que acuden a las urnas, las autoridades deben estar capacitadas para afrontar cualquier escenario posible.

19. Pero no todo es miel sobre hojuelas. El nuevo "modelo" de comunicación, que prohibió la compra de espacios en radio y televisión, no gustó a los concesionarios. El intento de los legisladores por aprovechar los tiempos del Estado para el despliegue de las campañas, y frenar la espiral inflacionaria desatada desde 1997, en donde un porcentaje muy relevante de los recursos que recibían los partidos acababa en las arcas de los concesionarios, sin duda afectó a los concesionarios. Y desde entonces han mantenido una línea de tensión, de confrontación con las autoridades electorales. Será muy importante hacer un seguimiento puntual para que la radio y la televisión cumplan cabalmente y coadyuven a que las campañas se desarrollen bien en ese terreno.

20. El nuevo modelo de comunicación tiene una derivación perversa. Al fragmentar los tiempos oficiales en espacios de 30 segundos, difícilmente los mensajes de los partidos pueden trascender el formato de un comunicado publicitario. En esos formatos no cabe ningún planteamiento medianamente sofisticado, ninguna propuesta que requiera argumentación. Con ello, buena parte de la deliberación pública se adelgaza.

21. El IFE tiene encomendadas diversas funciones que podemos agrupar en dos grandes campos: a) como organizador electoral y b) como juez. En el primer terreno los intereses del Instituto y el de los partidos políticos pueden alinearse en un mismo sentido. A todos conviene un padrón limpio, una organización funcional, una buena capacitación de funcionarios o un programa de resultados preliminares bien afinado. Y por ello el IFE bien puede realizar operaciones de acuerdo y concertación. Pero como juez eso es imposible. Cuando el partido X denuncia al partido Y, X quiere obtener una condena y Y deseará ser absuelto, y por supuesto el IFE no puede dejar satisfechos a ambos. Eso genera no pocas situaciones tensas, que además casi con seguridad deberán ser resueltas por el Tribunal. Porque quien pierde en la mesa del Consejo General del IFE de manera inercial y legal intenta ganar en la sala superior del TEPJF.

22. En las campañas deberían aflorar los diagnósticos y las propuestas de los partidos y los candidatos. Son, teóricamente, momentos especiales de autoreconocimiento para una sociedad y sus fuerzas políticas. Y seguramente los candidatos pondrán a circular sus ideas sobre educación, salud, pobreza, desigualdad, y súmele usted. No obstante, será difícil que las mismas se recreen en los grandes medios de comunicación masiva. Me temo que sean las ocurrencias, las frases "ingeniosas", los desplantes, los que ocupen la mayor atención en los espacios noticiosos. No es un problema exclusivo de nuestro país, pero ya se sabe que mal de muchos...

23. Las elecciones, dicen los manuales, son momentos excepcionales donde deben aflorar los diagnósticos y propuestas no sólo de los partidos, sino de las organizaciones civiles. Y se supone que a través de ellos pueden y deben tenderse puentes de comunicación entre partidos y organizaciones sociales. Y en alguna medida eso sucederá. No obstante, nuestra sociedad civil, nuestra sociedad organizada, es escasa, y además reproduce las profundas desigualdades que cruzan a México. Tenemos un déficit mayúsculo en materia de organización, y además entre los asociados no pesan lo mismo los intereses de los grandes grupos económicos que los de las pequeñas agrupaciones.

24. Finalmente y con 14 meses de retraso, la Cámara de Diputados eligió a los tres consejeros faltantes del Consejo General del IFE. El 15 de diciembre por 385 votos a favor y 7 abstenciones, Lorenzo Córdova, Sergio García Ramírez y María Marván fueron avalados por los grupos parlamentarios que integran a la llamada Cámara baja. El consenso partidista es una buena nueva y los nombramientos tienden a reforzar la autonomía del IFE. Ahora sí, el Consejo del IFE está completo y el primer semestre del año será electoral.

En fin, prepárese a observar o a participar en la contienda; a votar o no el día pre fijado; pero de lo que no podrá escapar es del ambiente electoral que paulatinamente se va expandiendo por todos los laberintos de eso que llamamos sociedad.

Leído en http://www.reforma.com/enfoque/articulo/640/1279901/

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