lunes, 23 de enero de 2012

Marín - Videgaray, artífice del rompimiento



Hay quienes creen que la disolución de la alianza PRI-Panal es resultado de un “análisis profundo” en el tricolor, del que los nuevos dirigentes habrían concluido que serían mayores los costos que los beneficios.
Dicen también que el objetivo fue romper con “los compromisos” contraídos por los profesores Humberto Moreira y Elba Esther Gordillo.
Lo cierto, sin embargo, es que la iniciativa partió de Nueva Alianza, luego de que el coordinador de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, realizó una desastrosa operación política para modificar nombres, cargos y número de entidades federativas en que operaría la extinta alianza.
Además de pretender quitar y poner aspirantes a modo de la vieja nomenklatura que peleó con Roberto Madrazo contra la profesora, el ex secretario de Finanzas del Estado de México neceó con la idea de que, en lugar de diez, el Panal fuera su aliado en trece estados.
La insensatez de querer aumentar el número de las entidades no prosperó por un motivo simple y diáfano: la alianza fue registrada para sólo diez, y cualquier inconformidad contra los resultados en trece podía prosperar en el IFE o en los tribunales electorales.
Entre los madracistas que impulsaron la trampa numérica en que cayeron tanto el dirigente nacional, Pedro Joaquín Cold-well, como Videgaray, se encuentra el vetusto dirigente de una fracción de la burocracia nacional, Joel Ayala, a quien Gordillo arrebató gran parte de la representación sindical.
También contribuyeron a la ruptura los senadores Francisco Labastida, Carlos Jiménez Macías y la ex senadora Dulce María Sauri, los tres adictos al voto corporativo, pero muy “críticos” de la profesora.
Cercanos a Manlio Fabio Beltrones, parecen ignorar que Gordillo y el senador han venido intentando sepultar sus disputas en distintos encuentros (desde el primero que impulsó Fernando Gómez Mont cuando éste fue secretario de Gobernación). Inclusive, la postulación al Senado del yerno de Beltrones, el diputado por el Verde Ecologista Pablo Escudero, había sido aceptada por el Panal (que antes había apechugado la bajada de Mónica Arriola Gordillo, hija de la profesora y secretaria general del partido, de la postulación para una senaduría por Chiapas).
En Sinaloa, al yerno de la maestra, Fernando González, se le presionó para que igualmente se bajara.
Para cuando Luis Videgaray corroboró el desatino de querer ir en trece entidades con la alianza y llamó por teléfono al dirigente panalista Luis Castro, la imposición de dos nuevas candidaturas en Puebla (la de la ex alcaldesa Blanca Alcalá Ruiz y su adversario, el ex candidato tricolores Javier López Zavala, ambos marinistas) derramó el vaso de Gordillo y todo se fue al caño: la maestra respalda a su amigo, el antipriista gobernador Rafael Moreno Valle.
¿Quién gana y quién pierde?
Hace seis años, el Panal terminó apoyando a Felipe Calderón y éste ganó la Presidencia por tristes 243 mil 934 votos.
¿Cuántos habrán salido del millón y medio de agremiados (más o menos) que tiene el sindicato de la profesora…?

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