lunes, 2 de enero de 2012

Xavier Serbia- Las dos preocupaciones mundiales: 1era parte

Aunque Estados Unidos no ha salido completamente del túnel de la recuperación económica, hay signos de alivio en el horizonte. Pero, la atención mundial no se centra en la tierra de las barras y las estrellas, sino en el viejo continente y en la economía del dragón.
Dos economías de mucho peso en el mundo. Una en dirección a un derrumbe con impredecibles consecuencias. La otra que complica el escenario mundial.
La primera parte se la dedicaré a Europa. La segunda a China.
Manifestación del problema
El problema de Europa se refleja en dos frentes interrelacionados: deuda soberana de los países y los bancos. En ambos casos, los inversionistas están nerviosos ante la incertidumbre de la situación real de los bancos y la condición fiscal de los gobiernos para rescatarlos.
Las nuevas emisiones prueban el nerviosismo. Italia pagó por una nueva misión de letras de deuda pública con vencimiento a seis meses, un rendimiento récord del 6.5%. La última emisión similar pagó 3.2%. El rendimiento de la deuda Italiana a diez años en el mercado secundario subió a 7.26% y la de tres años llegó a 8.13%. El mercado está viendo el mismo riesgo a corto plazo que largo plazo.
La segunda economía de Europa y uno de los pocos exclusivos del grupo del club triple A, Francia, tuvo que pagar 54 puntos bases más en la emisión a 2 años y 1.48% la emisión a diez años en comparación a la emisión anterior en octubre. El margen entre la nota a diez años alemana y francesas llegó a 200 puntos bases o dos porciento siendo un nuevo punto histórico dentro de la era euro.
La misma tormenta de riesgo que sopló la nueva emisión de Francia llegó a España que obligó al gobierno español a pagar más de lo que pagó en la última emisión del 20 octubre. Por notas a 10 años pagó un rendimiento medio de 6.97%. El costo anterior pagaron un rendimiento medio de 5.36%.
Cada subida representa miles de millones más, que se tienen que pagar en interés y que salen del presupuesto. Como la región está al borde de una recesión y el gasto sube en vez de bajar, menos ingreso hay para sostener el gasto, lo que aumenta el déficit, sube el costo y sigue la espiral negativa.
Y la presión está llegando al que se considera de las pocas deudas soberanas más seguras del mundo. El gobierno alemán originalmente ofreció títulos de deuda soberana por $8 mil millones de dólares pero la demanda sólo fue de $5.19 mil millones lo que ha sido calificado como una subasta desastrosa porque no olvidemos que es Alemania. Una sola comparación: recientemente USA vendió US$35 mil millones de notas con vencimiento a dos años y recibió oferta cuatro veces más que esa cantidad, siendo el coeficiente más alto desde 1988. ¿Cuánto paga la nota? Solo 0.28%.






Relación gobierno-banco
Como gobiernos y bancos están interrelacionados, lo que afecta a los primeros afecta a los segundos y viceversa.
El ejemplo más claro y reciente de lo que está pasando a la banca europea es el caso del Grupo Dexia. Este grupo belga-francés tiene varias divisiones que incluyen finanzas públicas, banca comercial e individual, inversiones y seguros. El 15 de Julio las autoridades bancarias europeas anuncian que el Grupo Dexia pasa la prueba de resistencia bancaria y que no necesitaba más capital. En octubre 4, Dexia reporta una pérdida de $6 mil millones de dólares por bajada en el valor de deuda griega. A esto se le añade la pérdida de depósitos, mayor costo de financiamiento y dificultad para encontrar crédito. El mercado vendió las acciones perdiendo casi el 50% de su valor en cuestión de días. A los 86 días de aquel visto bueno de las autoridades bancarias, Dexia recibe un rescate financiero de Bélgica (60.5%), Francia (36.5%) y Luxemburgo (3%) garantizando $120 mil millones de deuda del grupo financiero. A parte, el gobierno de Bélgica nacionalizó la división bancaria del grupo.
Recientemente, Standard and Poor bajó a la calificación de Bélgica (de AA+ a AA) debido al costo que incurrió en garantizar la deuda y tomar posesión de la división bancaria. Este costo incrementó la deuda soberana en 1,1% del PIB.
El miedo es que lo que pasó con Dexia pueda pasar con otros bancos europeos. Los bancos están pagando más para financiar sus prácticas haciendo más difícil encontrar crédito (aumenta el riesgo). A la vez están viendo una disminución en los depósitos en euro lo que es menos dinero para prestar. Al disminuir los préstamos, menos ingreso por interés. Los bancos sufren también porque la mayoría de las deudas soberanas están en su posesión. Al bajar el valor de los títulos de deuda, baja el valor de los activos de los bancos. A esto se suma que para junio del 2012 tienen que subir su capitalización al 9% para cumplir con las nuevas regulaciones bancarias. Lo que implica buscar más dinero en un ambiente más costos y de menos confianza.
¿De dónde sale el dinero? No queda otro que los gobiernos, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. El BCE ha recibido solicitudes de más fondos de emergencia llegando a $333 mil millones de dólares en préstamos de una semana de vencimiento, siendo la cantidad solicitada más alta desde abril del 2009. Recientemente, el FMI reformó el programa de línea de crédito de prevención a uno que incluye liquidez. Esta nueva reforma permite a los países con problemas de pago a corto plazo tener acceso a línea de crédito.
Cuando los bancos recurren al banco central, es una señal de que los bancos no pueden obtener crédito a un costo razonable en el mercado. Y en el mercado accionario cada vez son más los vendedores que compradores.
Los mercados están apostando, incluso los especuladores, a que lo que pasó con Bélgica y Dexia se repetirá en otras partes de Europa.
Esta espiral negativa es la que puede llevar al fin del euro. ¿Las consecuencias? No se sabe. Pero, no es descabellado pensar en un efecto peor de lo que vivimos durante la crisis 2008-09.
En este panorama tan complicado falta otro: la banca china.

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