Andrés Manuel López Obrador asegura ser el único candidato libre y capaz de llevar a buen puerto los cambios que requiere el País; expone las razones por las que ganaría la elección.
MÉXICO.- En primer lugar, el tiempo y la realidad nos han dado la razón. Luego de seis años ha quedado demostrado que nuestra propuesta de renovar la vida pública de México era y es la única posibilidad de lograr el progreso con justicia y garantizar la tranquilidad y la seguridad pública.
Por eso, el fraude electoral que impidió el cambio causó un grave daño en la vida pública del país. Hoy, como todos sabemos, se padece pobreza, desempleo, migración, inseguridad, violencia, impunidad, corrupción, pérdida de valores, miedo, tristeza y desencanto. Y esto ha hecho recapacitar a mucha gente.
Otra razón para sostener que vamos a triunfar estriba en que somos absolutamente libres. Esta es una ventaja fundamental, porque los otros candidatos, sin ánimo de ofender, están subordinados a grupos de interés creados que se oponen, abierta o soterradamente, a los cambios que son indispensables. Con toda objetividad, somos los únicos que podríamos llevar a cabo las reformas que requiere el País. A diferencia de nuestros adversarios que, en esencia, representan más de lo mismo, nosotros estamos decididos a rescatar al Estado y ponerlo al servicio de todos los mexicanos; impulsar actividades productivas y generar empleos; rescatar al campo y lograr la soberanía alimentaria; apoyar a las pequeñas y medianas empresas; construir la infraestructura y las obras públicas que hacen falta; manejar de manera integral el sector energético y utilizarlo como palanca del desarrollo; construir cinco grandes refinerías; operar a toda su capacidad las plantas de energía eléctrica del sector público; y ofrecer a consumidores, empresarios y comerciantes precios más bajos de gasolinas, diesel, gas y energía eléctrica.
Asimismo, podemos hacer valer la competencia y evitar los precios exagerados en bienes y servicios; abolir los privilegios fiscales; limpiar al gobierno de corrupción y acabar con la impunidad; establecer la austeridad republicana; democratizar los medios de comunicación; sacar de la pobreza extrema a 15 millones de mexicanos; garantizar el derecho a la educación de calidad en todos los niveles; atención médica y medicamentos gratuitos para quienes no cuentan con seguridad social; pensión para todos los adultos mayores y discapacitados; proteger el medio ambiente; enfrentar el problema de la inseguridad, creando un ambiente de bienestar, con oportunidades para todos; cuidando que los encargados de la seguridad y la procuración de justicia sean ciudadanos incorruptibles; creando una policía nacional bien capacitada y moralizada, que nos permita retirar gradualmente al ejército de las calles; respetar los derechos humanos; hacer a un lado la obsesión de querer enfrentar la violencia con la violencia y convertir en realidad el principio de que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia; auspiciar la creación de una nueva corriente de pensamiento, que fortalezca valores éticos; procurar que las riquezas de la Nación se distribuyan con justicia y nunca más permitir que los privilegios de pocos se sustenten con la opresión y en la miseria de muchos.
Por último, vamos a triunfar porque construimos el Movimiento de Regeneración Nacional, integrado por mujeres y hombres comprometidos con la transformación del país. Actualmente, MORENA tiene 2 mil 345 comités municipales con 23 mil integrantes; 53 mil 353 comités seccionales en los que participan 255 mil 946 ciudadanos; y cuenta con 3 millones 613 mil protagonistas del cambio verdadero y 2 millones 600 mil representantes de nuestro movimiento. Son estas mujeres y estos hombres los que harán la diferencia, aun cuando nuestros adversarios cuentan con dinero a raudales, con los aparatos gubernamentales y con los medios de comunicación, con honrosas excepciones.
Nuestra labor en estos días consistirá, básicamente, en informar y hacer que la verdad se abra paso y llegue hasta el último rincón del país. Está en marcha, pues, la revolución de las conciencias. La tarea es sublime, nada es más importante que lograr el renacimiento de México. Ninguna otra actividad produce más satisfacción que luchar en bien de otros. Es un timbre de orgullo participar en esta campaña y hacerlo con autenticidad, arrojo, entrega y dignidad.
"Con toda objetividad, somos los únicos que podríamos llevar a cabo las reformas que requiere el País nosotros estamos decididos a rescatar al Estado y ponerlo al servicio de todos los mexicanos".
Leído en http://www.elnorte.com/editoriales/nacional/682/1362283/
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