martes, 8 de mayo de 2012

Cárdenas - Entre lo tieso y lo grueso…



De la prisa del debate sólo nos quedó el cansancio… y la calentura.

De los cuatro fantásticos, Josefina fue la Chica Invisible; Peña Nieto, el Hombre Elástico; Quadri, la Antorcha Humana… y Andrés Manuel, la gran Mole… sesentera.

El debate no acabó el domingo, de hecho, la confrontación entre los presidenciables fue sólo la mitad de sándwich. Andrés Manuel y Josefina tendrán otra oportunidad para masacrar a Peña Nieto, el 10 de junio.

En el mundo al revés de López Obrador, que mostró de cabeza la foto de Peña Nieto con el “innombrable”, la batalla estelar no fue definitiva para cantar victoria… menos para Josefina.

En un debate político lo que parece, es. Dar la idea de haber salido bien librado es parte de una estrategia que pretende catapultar una imagen vencedora o enterrar en lo más profundo una actuación desastrosa.

Por ello, el postdebate es tan importante como el debate mismo. Eso explica que la función del circo continuara después de la campanada final.

No es casual que cada uno de los cuatro candidatos se haya ido a celebrar “su” victoria. Tampoco es fortuito que al cerrarse los micrófonos del debate, cada partido haya soltado a su jauría para marcar su territorio… y destrozar al rival.

Luis Videgaray, cerebro de la campaña priista, presume, soberbio: “En el debate vi a tres candidatos y a un Presidente”.

Ricardo Monreal, hombre fuerte de López Obrador, asegura que el priista fue el rival más débil… y que su jefe quiere pegarle, tiro por viaje, todos los días… de aquí al infinito… y más allá.

Los líderes de los partidos también se ponen guantes de box. El priista dice que el país ha perdido liderazgo; el panista acusa a los tricolores de provocar el miedo, la mentira… y la parálisis nacional.

Todos se siguen tirando lodo. Todos quieren anotar su gol…

Para mí, el ganador del debate fue Gabriel Quadri… lástima que casi nadie lo quiera ver de Presidente.

El único que no quiere queso sino salir de la ratonera es el IFE. Los consejeros se dan golpes de pecho. Le echan la culpa a la voluptuosa edecán que calentó el debate. Alegan que el vestuario de la señorita fue impropio… que el incidente fue estúpido e indebido… y ofrecen disculpas públicas por el gol que les metió el productor Jesús Tapia.

MONJE LOCO: Este país no tiene remedio. Cuando llevábamos una semana de discusión interminable sobre el debate de los candidatos, de pronto se aparece una señorita de escote impresionante —y mayor caderamen—… y nos lleva de la seriedad democrática a la lascivia electoral. La joven perturbadora, acreditada como antigua gacela de las praderas del Playboy, levantó los ánimos… puso a prueba la tortícolis de los contendientes, quienes disimularon el ojo alegre tras la rotunda y maciza evidencia de sus argumentos… trasero y delanteros. –¿Qué habrá pensado cada candidato? Peña: “En esa cola si me formo”; Quadri: “Qué comen los pajaritos, ¡masita!; Andrés Manuel: “Tanta carne y yo chimuelo”; Josefina: “Con esos argumentos ésta ya ganó el debate”… y “la suerte de la fea a la bonita le vale madres” –¿Julia Orayen es la reencarnación de la Chiquitibún? Nadie sabe, nadie supo… pero habrá quien “bote”… y vote por ella.

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