jueves, 17 de mayo de 2012

Carpinteyro - La mano que mece. (Aristegui VS Televisa)

Cualquiera que haya osado atentar en contra de Televisa, ha sido honrado con una o varias medallas de honor. Las preseas se otorgan en diferentes formatos: envueltas en escándalos difundidos por los principales noticieros de la televisora; persecuciones legales, y, en muchos casos, en desplegados publicados en los principales periódicos del país, generalmente firmados por cámaras de la industria y asociaciones, cuya dependencia y control por el grupo mediático es incuestionable.

Tengo al menos dos de esos reconocimientos: un desplegado publicado por la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable, en tiempos de la subsecretaría de Comunicaciones; y otro con dedicatoria para este diario y para mí, suscrito por el vocero de Televisa.

Por ello, a nadie hubiera sorprendido el desplegado publicado el martes pasado por la Canitec en contra de Carmen Aristegui -que ya colecciona varios- si no fuese porque el texto, firmado por el presidente de la citada cámara, la ataca porque durante la entrevista que le realizó a Enrique Peña Nieto, en su programa radiofónico en MVS del 11 de mayo, se atrevió a hacerle las preguntas que muchos nos hacemos y para las que queremos respuesta.

Si no fuese por la rispidez del desplegado, seguiría pensando que Peña Nieto salió bien librado de la entrevista. Pero, dada la agresividad de la reacción y las acusaciones, no puedo más que develar quién está detrás de Canitec y cuestionar el porqué de su indignación.

Ostentándose como el órgano de representación empresarial que agrupa a los concesionarios de redes públicas de telecomunicaciones que proveen servicios de televisión por cable, internet, telefonía y transmisión de datos en México, la Canitec es uno de los mecanismos de cabildeo y presión de la televisora.

Aunque en su origen pudo ser una verdadera "cámara de la industria", actualmente la Canitec se encuentra bajo el dominio total de Televisa, como resultado de la compra de empresas cableras que le han permitido concentrar más del 60 por ciento de la operación de televisión por cable en México. Así se refleja en su consejo directivo: quien firma el desplegado, el presidente, es Alejandro Puente, socio de Televisa por lo menos en Cablemás (también candidato plurinominal del partido Movimiento Ciudadano al Senado); y tres de los cuatro vicepresidentes de la cámara son accionistas o altos funcionarios de empresas de la televisora: Jean Paul Broc Haro, director general de Cablevisión; Javier Alejandro Álvarez Figueroa, accionista de Cablemás, y Jorge Adrián Azzario Hernández, director general de Cablevisión de Monterrey. Y si bien otras empresas cableras pertenecen a dicha cámara, las que no son de Televisa están aliadas con ella en la oferta de paquetes de servicios.

Por eso, ante la pregunta de quién pudiera estar detrás de la Canitec -o de Puente-, la respuesta es incontrovertible: Televisa.

Descrita por Garth S. Jowett y Victoria O'Donnell, en su libro Propaganda y persuasión, Televisa recurre a una conocida técnica de desinformación: ocultar a un público el origen de un mensaje, haciendo que sea transmitido por un tercero como propio, con el objetivo de engañar a dicho público y conferir credibilidad a la desinformación. Así es como lo que la televisora no puede decir, porque carecería de credibilidad o rayaría en el cinismo, lo dice un tercero aparentemente independiente, a quien el público le atribuye credibilidad.

Pero hablando de orejas: si Puente habla por Televisa escudándose bajo la franquicia de la Canitec, ¿por qué Televisa se sintió en la necesidad de lanzar ese vergonzante ataque a una periodista, por utilizar nueve de los 67 minutos de la entrevista, para preguntar al candidato presidencial por el PRI si es cierto lo que tanto se dice: que es el candidato de Televisa?

¿Por qué Televisa se siente tan violentada, y tiene que agredir, cuando una periodista pregunta a un candidato su postura respecto a la concentración mediática y en telecomunicaciones; su compromiso con la competencia en ese sector? O por su opinión respecto a asuntos próximos a resolverse, que son de especial trascendencia para el desarrollo del país, como la potencial aprobación a la sociedad entre Televisa y TV Azteca en Iusacell, y la posibilidad de que Telmex ofrezca televisión de paga.

Ni siquiera el dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, que salió al ataque de los estudiantes de la Ibero por el desastroso resultado de la comparecencia de su candidato en el plantel, se quejó de la entrevista. Tal vez porque no lo necesita, porque tiene de aliado a la mano que mece la cuna, y porque la verdad es que, si bien hace tiempo Puente fue un empresario cablero, hoy Puente no existiría sin la Canitec, la Canitec ya no sería nada sin Televisa -y posiblemente Peña sería un ex gobernador más.



Leído en http://www.reforma.com/editoriales/nacional/657/1313734/default.shtm

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