viernes, 28 de diciembre de 2012

Raymundo Riva Palacio - El comisionado

O P I N I Ó N
R A Y M U N D O  R I V A  P A L A C I O
Estrictamente personal
El comisionado

Poco duró en el gobierno de San Luis Potosí Francisco Galindo Ceballos. Fue nombrado como Secretario de Seguridad Pública en septiembre de 2009 para formar parte del primer gabinete de Fernando Toranzo, quien 16 meses después, cuando el estado ya había sido tomado por "Los Zetas", lo despidió. Su salida fue brusca e inesperada. Galindo Ceballos no sabía que lo iban a cesar cuando arrancó el año, y mucho menos que tras un autoexilio académico en España, en una reivindicación inexplicable, regresara por la puerta grande de la Policía Federal.

Toranzo lo destituyó por incompetente, pero ahora, Manuel Mondragón y Kalb, Subsecretario de Seguridad Pública encargado del despacho, lo nombró comisionado de la Policía Federal, responsable de la supervisión de poco más de 35 mil elementos. Su nombramiento se dio en esta semana, en la temporada de menor audiencia política en el año, mediante un comunicado en el cual se subrayaron sus méritos académicos, y se ocultaron todos los detalles de su paso como funcionario potosino, que no son nada irrelevante.



Galindo Ceballos estuvo involucrado en escándalos públicos y fracasó como responsable de la seguridad pública potosina, que lo llevó a una relación tensa con Toranzo. El gobernador le perdonó aspectos de percepción pública, como tener familiares cercanos presuntamente sospechosos de actos delictivos, pero no le pasó algo que sí estaba en su esfera de responsabilidad, la seguridad. Toranzo recibió un estado en el umbral de ser envuelto por la vorágine del conflicto entre cárteles, al darse las rupturas de los hermanos Beltrán Leyva con el del Pacífico, y la del Golfo con su vieja rama militar de "Los Zetas", que cambiaron el mapa del narcotráfico en México y la vida potosina.

San Luis Potosí había sido paso de narcotraficantes hasta 2007, cuando por los golpes al Cártel del Golfo y "Los Zetas" en Tamaulipas se expandieron en busca de nuevos mercados en la frontera sur de ese estado. Cuando se dividieron y se realinearon las alianzas, "La Familia Michoacana" envió a comandos –identificados por la policía como "La Limpia" y "La Resistencia"- para acabar con "Los Zetas", y se abrió una batalla que convirtió al estado en uno de los nuevos campos de batalla de los criminales, con escenografías de cuerpos amputados y colgados, presuntamente de "informantes" y narcomenudistas.

La responsabilidad de enfrentarlos y garantizar la seguridad era de Galindo Ceballos, bajo cuya conducción policial el estado de incendió. Toranzo le había entregado todo el respaldo, e inclusive lo promovió como secretario ejecutivo adjunto del Sistema Nacional de Seguridad Pública, pese a no haber presentado los exámenes de Control de Confianza que se deben aplicar a todos los funcionarios en áreas de seguridad consideradas sensibles. No está claro si en el momento en que lo respaldó Toranzo sabía de la irregularidad, pues fue él mismo quien reveló la anomalía, de acuerdo con reportes de prensa.

La actitud de Toranzo hacia él había sido bastante laxa. Por ejemplo, estuvo indirectamente involucrado en un caso que sacudió a la comunidad potosina por el asesinato de una estudiante de 16 años en el Colegio Salesiano. El caso fue investigado por un viejo ex policía, Julio Alfredo Ceballos Alonso, quien acusó a uno de los sacerdotes de ser el responsable, por lo que fue sentenciado a 33 años en prisión.

Los salesianos demandaron a Ceballos Alonso en 2010 por, dijeron, haber difamado al Sacerdote a partir de documentos oficiales de la investigación, que obtuvo, agregaron, ilegalmente. Ceballos pasó una temporada en la cárcel, y el caso no sería relevante en la actualidad, de no ser este ex policía hermano de la madre del nuevo comisionado de la Policía Federal.

No fue el único caso criminal en el cual estuvo involucrado su tío. En 2003 Ceballos Alonso fue detenido por la PGR por presuntos vínculos al crimen organizado, acusado de narcomenudeo. Años después, el Ejército detuvo a los operadores de Heriberto Lazcano, "El Lazca", jefe de "Los Zetas", y de Jesús Enrique Rejón Aguilar, "El Mamito", otro de los fundadores del cártel, junto con varias personas entre las que se encontraba el tío del nuevo comisionado de la Policía Federal. En todos esos casos Ceballos Alonso salió judicialmente librado, pero lo acompaña siempre la mala fama.

Ni la mala fama de un familiar, ni ser cercano a una persona involucrada en casos polémicos o relacionados a la delincuencia organizada, son motivo para estigmatizar a ninguna persona. Sin embargo, cuando esta persona es ahora nuevo comisionado de la Policía Federal, todos estos antecedentes deberían de ser tomados en cuenta porque al menos son un conflicto de interés y un punto débil en la nueva carrera del funcionario, como se ha visto con la mala prensa con la que se recibió el nombramiento.

Adicionalmente, su labor como Secretario de Seguridad Pública potosina, muy deficiente a decir de los resultados, es el otro ingrediente indispensable que se tendría que haber tomado en cuenta en el proceso de su designación. Mondragón y Kalb volvió a sorprender con una incorporación de dudosa calidad a la Policía Federal, y tendría que rectificarse. El pasado de Galindo Ceballos es imborrable y sus nexos familiares lo tendrán siempre bajo la sospecha pública. Si eso ya no puede cambiar, sí puede modificarse su futuro—y el de los mexicanos. Pero tendrían que relevarlo y rectificar la decisión.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa

Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104

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