jueves, 3 de enero de 2013

Jesús Zambrano Grijalva - Nuevas expectativas, nuevos retos


Con el nuevo año se reaviva la esperanza de que las cosas puedan ser mejores. Es, además, el inicio de un sexenio en el que el PRI regresó a la Presidencia de la República y la izquierda conquistó nuevos territorios, y reconquistó espacios políticos y mantuvo el gobierno de la ciudad de México. La firma del Pacto por México propuesta por el PRD y suscrito por el PRI y el PAN, constituye un hecho inédito que amplía el espectro de las expectativas; y que ya empezó a materializarse en el ámbito del sistema educativo nacional.
Cada vez que se explora, que se experimenta y se apuesta a crear algo nuevo, uno enfrenta riesgos. Más todavía cuando hay poca confianza social en la política, existe demasiada suspicacia sobre el cumplimiento de promesas y compromisos adquiridos y, por otra parte, cuando el PRD empeña una parte importante de su capital político y enfrenta señalamientos críticos severos en el sentido de que corremos el riesgo de desdibujar nuestro perfil de izquierda.




Estoy convencido de que hemos hecho lo correcto en impulsar y firmar el Pacto. Los acuerdos son parte de la política y hoy, más que nunca, son necesarios. La gente quiere acuerdos que le permitan elevar su calidad de vida. Nadie podrá cuestionar la necesidad de tener mayor seguridad, mejor educación, más calidad en los servicios de salud, mayores condiciones para invertir, más empleos y cada vez mejor pagados, así como una mejor distribución de la riqueza nacional, sin aventuras privatizantes que casi siempre han dañado las finanzas públicas y golpeado las de las familias mexicanas.

Por eso la sociedad en su conjunto debe estar atenta para ver los “cómos” se llevarán a la práctica esos compromisos. Y debe participar activamente con sus opiniones, propuestas y exigencias.
Hay temas de capital importancia que serán sujetos de presiones de distinto tipo y desde diferentes ámbitos, como el de las telecomunicaciones, el hacendario-fiscal y el energético. En ellos se requieren grandes reformas que signifiquen la recuperación de la vigencia y el fortalecimiento de la rectoría del Estado mexicano, alejado de las viejas concepciones estatizantes.
Este es el enfoque que nosotros defendemos desde la izquierda. Los otros dos partidos (PRI y PAN) tienen los suyos. Quizá el PAN más privatizante en lo energético. Y el PRI probablemente buscará una suerte de “término medio” para no confrontarse de lleno con los poderes fácticos. Ojalá no sea así porque, de suceder, sería un gatopardismo trágico y lamentable.
Adicionalmente, el 2013 será un año de mucha actividad electoral. Habrá comicios en 14 estados de la república. Sólo en Baja California lo serán para gobernador, presidencias municipales y congreso local; mientras que en las otras 13 serán elecciones intermedias locales.
El PRD se ha propuesto ir a estos procesos con mucha organización, con buenas candidaturas y con amplias alianzas del espectro democrático, progresista y de izquierda del país. Aunque es bastante probable que en varios estados vayamos en alianza con el PAN, subrayando compromisos de gobierno y legislativos, que se harán públicos y sean exigibles para su cumplimiento.
Hemos asumido el reto de fijarnos como piso de votación la que obtuvimos el pasado primero de julio del 2012, y de ahí buscar dar un salto hacia adelante.
Condición fundamental para lograrlo, así como para asumir en mejores condiciones las responsabilidades derivadas del Pacto por México, es la unidad interna. En los próximos días habrá buenas noticias al respecto. México necesita de un PRD unido y fuerte para enfrentar los nuevos retos y formar parte de la realización de las expectativas y de los sueños de las mujeres y de los hombres de nuestra patria.
¡Feliz año 2013!
México necesita de un PRD unido y fuerte para enfrentar los nuevos retos
Jesús Zambrano Grijalva


A ver que dice el Grinch Moreno.

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