Con las redes tan activas como están hoy, la administración de Ebrard difícilmente se habría sostenido frente a las terribles imágenes de un video de 14 minutos de duración que circuló entonces de manera limitada. Fragmentos de esa grabación pueden verse hoy en Internet. Y en aquel junio algunos medios como Reforma o La Jornada publicaron on line su propia versión de la misma. Aquí la de La Jornada (http://www.youtube.com/watch?v=8dTW...).
A pesar de que el golpe para el gobierno capitalino fue considerable, pues tuvo que correr al jefe de la policía Joel Ortega y al procurador Rodolfo Félix Cárdenas, Ebrard no pagó el máximo costo. Después de todo, la causa de la tragedia fue única y totalmente un operativo sin razón o justificación alguna: formalmente policías y judiciales iban a detener a los jóvenes porque les vendían cerveza. Es decir, iban a detener a las víctimas del delito antes que a los perpetradores del mismo.
Más allá de eso y por si fuera poco, decenas de chavos que sí fueron detenidos —previo a que aconteciera el tumulto, provocado por policías que taponaron la puerta del News Divine— luego serían ilegalmente fichados en un ministerio público. Incluso varias jovencitas fueron desnudadas y fotografiadas por policías. Aquí un detalle al respecto: (http://www.terra.com.mx/noticias/ar...) Deudos de aquella tragedia llevan 5 años demandando justicia. Pero su reclamo no ha sido acompañado por la sociedad del Distrito Federal. Si acaso, alguna vez de manera oportunista el partido Acción Nacional de la capital se sumó a la exigencia de castigo, pero muy pocos más se han solidarizado con ellos.
A esos jóvenes los mató el gobierno. Fue tan absurdo todo, que incluso tres policías también fallecieron asfixiados en lo que estuvo diseñado para extorsionar a adolescentes. Y los habitantes de la ciudad —que primero fue de la esperanza, luego en movimiento, y hoy una donde estamos “decidiendo juntos”— deberían reflexionar sobre por qué no han hecho suya la demanda de justicia.
Algunos tienen la teoría de que el modelo asistencialista instalado por el perredismo en la capital ha provocado que algunos sectores se la piensen dos veces antes de reclamarle a la mano de la que finalmente depende parte importante de sus ingresos. Puede ser. Como también es posible que en pleno siglo XXI la población más marginada de nuestra sociedad está consciente de que perder la vida a causa de un operativo policial, por terrible que suene, no es para nada remoto.
A punto de cumplirse 5 años de la tragedia del News Divine, y cuando en el Distrito Federal hay 17 jóvenes desaparecidos en dos antros, el Heaven y el Virtual, cabe de nueva cuenta preguntarse por qué grandes organizaciones de combate a la inseguridad no han levantado la voz por estas nuevas víctimas.
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