lunes, 17 de junio de 2013

¿Para qué sirve el PAN? - Pablo Hiriart


Así como está el PAN, no le sirve a la población ni al equilibrio de corrientes ideológicas en el país. Es un partido que no significa nada, pues ha perdido todo lo fundamental y sólo conserva a los representantes en el Congreso que le dejó la pasada elección.

Su crisis no es sólo política “por no haber procesado de manera adecuada las causas de su derrota en julio de 2012”, como les gusta decir a los dirigentes panistas cuando se les entrevista.

La crisis es de valores, que eran la razón de ser de Acción Nacional.

Jamás habríamos esperado que en el PAN la lucha real fuera por el dinero. Eso era creíble en todos los demás partidos, menos en ése.

La disputa entre senadores panistas, y entre éstos con la dirigencia nacional del partido, es por 204 millones de pesos, que la bancada recibe como prerrogativa en el Senado y debe manejar la coordinación del grupo parlamentario.




El pleito es por dinero. Increíble en el PAN. Y no es elucubración ni es infundio: lo dicen ellos, con todas sus letras.

Javier Corral expresó: “Es una disputa cínica por el control de 204 millones de pesos del Senado de la República. Aquí hay un intento de golpe parlamentario. Hubo desvío de recursos de la bancada para favorecer a familiares de Felipe Calderón”.

Javier Lozano, también senador, expuso: “Tememos, no descartamos la posibilidad de que (los 204 millones) pudieran irse a otro tipo de propósitos, como pudieran ser fines personales (sic) o electorales totalmente ajenos a los fines, trabajos y áreas de un grupo parlamentario”.

Juan Ignacio Zavala, quizá el político panista más cercano a Felipe Calderón, dijo: “Lo que hace Javier Corral es dinamitar al partido…está haciéndole un servicio muy bajo y ramplón a Gustavo Madero… su verdadera motivación y el trasfondo es dinero”.

El PAN ya no es un referente ético ni es un faro de la legalidad.

Acción Nacional perdió su aureola de rectitud que lo singularizaba. Ahora es un partido más.

Y tampoco es un referente de la derecha mexicana. Dejó de serlo. Les da vergüenza.

Ahora el PAN se alía con su contraparte de la izquierda, con un solo objetivo: el poder. No para hacer algo, sino para estar donde hay. Y nada más.

Su alianza con el PRD en las elecciones locales, y la que preparan para la federal, es por lograr espacios de poder, sin ideas para poner en práctica.

Tampoco tienen un discurso para justificar esas alianzas. Y su motivación está a la vista: el anti priismo como negocio.

Así como está, el PAN ya no le sirve al ciudadano. Ni al país. No es el referente de un partido con valores. Tampoco es el de un partido de derecha republicana.

¿Para qué sirve entonces? El partido, para nada. Sus legisladores, para votar. Y eso es todo.

Fuente: La Razón

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