1º Amarás al Hueso sobre todas las cosas. Te aferrarás a él a lo largo de tu sexenio, y te rodearás de tesoreros de finanzas que piensen de la misma manera. Harás todo con tal de vivir en el presupuesto y asegurar la forma de vida que te provee y los privilegios que te asegura: las casas, los carros, los celulares, los contratos, los guaruras, las cuentas bancarias, el séquito que te sigue dondequiera que vas. Brincarás de puesto en puesto por todos las ramas del gobierno, por todos los niveles del tabulador. Podrás acumular mil camisas y 100 trajes de vestir y múltiples propiedades en tu estado natal. Podrás ser Totalmente Desvergonzado pensando que nadie te descubrirá, y si ello ocurre dirás que estabas “muy pasado de copas”.
2º Tomarás el nombre de la Democracia en vano. Hablarás de ella con frecuencia pero rara vez te regirás por sus preceptos. Te referirás a ella en todos tus discursos sin entender en realidad de qué se trata y lo que tendrías que hacer para volverla realidad. Insistirás que México ya es democrático y que la corrupción de la que se te acusa es tan sólo un “linchamiento mediático” del PRD. Hablarás todo el tiempo de la transparencia aunque no quieras decir cuánto ganabas ni cuantos “asesores” tenías. Dirás que la aparición de 88.5 millones de pesos es “parte de un plan burdo del gobernador de Tabasco”, Arturo Núñez.
3º Santificarás las fiestas patrias y tomarás un puente vacacional cada vez que puedas para aprovecharlas. Darás el El Grito de Independencia, preferiblemente en alguna ciudad de Estados Unidos, donde usarás la ocasión para ir de compras con tu familia. Hablarás de la gloriosa Revolución y cuánto hizo por los pobres aunque en realidad te importen un rábano. Celebrarás el 5 de mayo cenando en el Champs Elyseés y le cobrarás la cuenta al erario. Te presentarás en la marcha del Día del Trabajo y darás gracias por el asueto obligado, mientras le aplaudes a la clase obrera que gana una fracción de tu sueldo. Aprovecharás las fiestas navideñas para regalarle relojes Cartier a tus empleados y así asegurar que no le informen a la prensa cuánto dinero te has embolsado.
4º Solicitarás la protección política a tu padre y a tu madre -- los líderes de tu partido -- ya que ellos te dieron vida. Dirás que Enrique Peña Nieto es el político más talentoso de todos los tiempos. Dirás que Luis Videgaray es el Secretario de Hacienda más carismático de la historia de México. Dirás que José Murillo Karam es el procurador más eficaz desde los aztecas. Dirás que Jorge Emilio González es el muchacho más inteligente y honesto que has conocido. Le reclamarás a tu partido que “tome distancia” y criticarás a los priístas que te piden “acreditar tu inocencia”.
5º No matarás a la gallina de los huevos de oro que es el presupuesto público. Por ello, nunca apoyarás iniciativas para recortarlo o que obliguen a rendir cuentas reales y detalladas sobre cómo se gasta. Resistirás cualquier esfuerzo por fomentar la transparencia en los gastos del Congreso local y negarás que le regalaste 4 automóviles de lujo a tu extesorero. Dirás – como lo dijo Enrique Peña Nieto como gobernador – que la “ley le exige tener en resguardo como confidencial” la información patrimonial de tu puesto. Obstaculizarás cualquier intento por esclarecer o aclarar cualquier asunto relacionado con el uso inapropiado del erario. Dirás que lo haces por el bien de México. Dirás que es necesario ser “consistentes” y lo demostrarás rehuyendo la rendición de cuentas como muchos que ocupan puestos públicos en el país.
6º No cometerás actos impuros como denunciar la compra de votos en tu estado o cualquier otro. Jamás hablarás de los viajes ofrecidos, de los sobornos pactados, de las iniciativas negociadas. Guardarás silencio sobre las actividades de los que hicieron jugosos negocios con el gobierno, excepto cuando se trata de atacar a miembros de otro partido… No denunciarás a representantes “populares” que actúan también como abogados privados, creando con ello evidentes conflictos de interés. Los defenderás diciendo que la ley lo permite .Jamás actuarás en contra de prominentes empresarios que han violado la ley en tu estado, porque gracias a ellos has acumulado tu fortuna.
7º Intentarás no robar tanto como para generar sospechas e investigaciones que desemboquen en la revelación periodística de tus bienes. Comprarás propiedades a través de compañías “off shore” y pagarás por ellas en efectivo para no dejar un rastro de papel. Conseguirás prestanombres confiables y no abrirás cuentas a nombre de tus hijos porque ya aprendiste la lección de Arturo Montiel. Dirás que cualquier día de estos harás pública tu declaración patrimonial, pero no dirás exactamente cuándo. Si te descubren, te irás sigilosamente a Miami.
8º Darás falso testimonio y mentirás siempre a los medios. A ellos les ocultarás la verdad cada vez que seas cuestionado, sobre todo cuando se trate de asuntos de corrupción. Dirás que todas las acusaciones sobre malversación de fondos se tratan de “una guerra mediática sucia y cobarde”. Dirás que nunca has oído hablar de la malversación de fondos llevada a cabo por tu tesorero. Dirás que es “inadmisible que se trate de vulnerar el proyecto que muchos mexicanos han ayudado a construir” y usarás las mejores palabras aspiracionales que se te ocurran, al estilo de Enrique Peña Nieto. No olvidarás decir cuánto quieres a “este maravilloso país”. Le apostarás a la debilidad de la investigación y a la probabilidad de que estalle otro escándalo que desvíe la atención de éste.
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros como aspirar a crear un país mejor. No se te ocurrirá siquiera la noción de “interés público” o “servicio público”. No creerás ni por un minuto que el poder se usa para servir cuando siempre has sabido que en México se usa para servirse. No pensarás jamás en que fuiste electo para representar a la población en vez de engañarla cada vez que puedes. No reflexionarás sobre el hecho de que cada peso que gastaste provino del erario, que a su vez provino de los impuestos de millones de ciudadanos. No te quitará el sueño saber que te has enriquecido a costa de quienes votaron por ti y te entregaron un voto de confianza. Pensarás que eso es perfectamente válido y absolutamente normal. Si todos lo hacen, por qué tú no? Señalarás que en todos los países y en todos los partidos existe la corrupción y que además, toda la culpa la tienen los medios. Rezarás todas las noches para que no exista un video sobre tus actividades y que el portero de tu departamento en Miami no recuerde tu nombre si es que alguna vez le preguntan.
10º Codiciarás los bienes de la República y te los embolsarás cada vez que tengas una oportunidad. Creerás que los recursos de la nación están allí para ser puestos a tu disposición en todo momento. Desviarás recursos del erario estatal o de las prerrogativas para los partidos o de la partida federal para los estados. Comprarás zapatos Louis Vuitton y fraccionamientos en Villahermosa y terrenos en Tabasco y departamentos en Miami y trajes de diseñadores franceses. Vivirás tranquilo, sabiendo que si eres descubierto, insistirás en que tus bienes son compatibles con tu salario, demostrando con ello tu contabilidad creativa o la calidad de la protección política que el gobierno te ofrece. Vivirás tranquilo, consciente de que en México la clase política se rige con un onceavo mandamiento, el más importante de todos, el cual esperas que Arturo Núñez finalmente cumpla: “Tapaos los unos a los otros”. Amén.
Fuente: Proceso
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