Alguien se ganó cinco millones de dólares el día de ayer. Esa era la cantidad que ofrecía el Departamento de Estado de Estados Unidos por la captura del fugitivo número W-456102936, de nombre Miguel Ángel Treviño Morales, alías El 40, Zeta 40, David Estrada Corado, Comandante Forty, o El Catorce, uno de los líderes del violentísimo cártel de Los Zetas y uno de los hombres más buscados por la Drug Enforcement Administration y el US Marshals Service.
Desgraciadamente, como ya ha ocurrido en otros casos durante esta administración, los mexicanos nos enteramos de una noticia importante por medio de un periódico estadunidense, el Dallas Morning News, en una nota firmada por Alfredo Corchado desde la Ciudad de México. La fuente del corresponsal eran “autoridades en ambos lados de la frontera”. Pasadas las cinco de la tarde de ayer, el reportero daba cuenta de la “mayor victoria en contra del crimen organizado de la presidencia deEnrique Peña Nieto”. El periódico texano confirmaba la detención de Treviño. Incluso contaba con una foto “golpeado, moretoneado y con algo de sobrepeso horas después de su detención”. Se informaba que en la noche se darían a conocer más detalles del arresto que, de acuerdo a una fuente estadunidense conocedora de la situación fronteriza, desencadenaría “una nueva ola de violencia en las regiones a lo largo del noreste de México”.
¿Quién es el Zeta 40? Recuerdo que Eduardo Guerrero, experto en materia de seguridad, alguna vez me dijo queTreviño Morales se había convertido en el líder del cártel más sanguinario del país: Los Zetas. No sólo se había dedicado al narcotráfico hacia Estados Unidos sino que había ampliado su empresa criminal a la extorsión, secuestro y todo tipo de abusos a los inmigrantes indocumentados. En muchas poblaciones de México, Estados Unidos y Centroamérica, su nombre inspiraba una palabra: terror.
Busqué y encontré la ficha del Zeta 40 en el Departamento de Estado del vecino del norte. Ahí se habla de cómo el cártel del Golfo se fundó en los años treinta del siglo pasado para contrabandear whisky a Estados Unidos. Luego pasaron al tráfico de mariguana y cocaína. El líder de este cártel en los noventa, Osiel Cárdenas, contrató entonces a un pequeño número de desertores de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano para su seguridad personal. Así nacieron Los Zetas, quienes eventualmente crecieron en el escalafón de la organización para convertirse en “jefes de plaza”. En el caso de Treviño, primero de Nuevo Laredo y luego de Veracruz.
Por su parte, en el sitio del Departamento de Justicia encontré una nota del 12 de junio de 2012 donde la Procuraduría estadunidense informa que un “gran jurado federal del Distrito Occidental de Texas ha expedido una acusación a 14 demandados por una conspiración para lavar recursos procedentes de la distribución de drogas de Los Zetas por medio de la adquisición, entrenamiento, crianza y carrera de caballos americanos de un cuarto de milla en Estados Unidos, incluyendo al líder de Los Zetas,Miguel Ángel Treviño Morales”.
En otro comunicado del Departamento de Justicia, de mayo de 2013, se informa que cuatro demandados fueron ya declarados culpables por un jurado de una “conspiración para lavar millones de dólares en utilidades por el tráfico de drogas de Los Zetas” en este mismo caso de carísimos caballos de carrera. Se trata de Balch Springs, José Treviño Morales, hermano de Miguel Ángel, Óscar Omar Treviño Morales, otro hermano cuyo alias es El 42, y Francisco Colorado Cessa.
Pendiente en este juicio de lavado de dinero están otros involucrados incluyendo a Miguel Treviño Morales de 35 años de edad. Tenía que ser arrestado para luego juzgarlo. Así que en Estados Unidos ya existe una orden de persecución en contra del Zeta 40 por lo que podría ser extraditado al vecino del norte. De convencer el fiscal a un jurado de su culpabilidad, como ya ocurrió en el juicio de cuatro involucrados, este personaje, como los demás, podría “pasar hasta 20 años en una prisión federal” por el delito de lavado de dinero proveniente del tráfico ilícito de drogas.
Me pregunto si las autoridades mexicanas ya tienen, como las estadunidenses, orden de arresto en su contra y pruebas para juzgarlo de los múltiples delitos que presuntamente ha cometido este violento criminal. Espero que nos enteremos pronto y, de preferencia, por medio de la prensa nacional.
Twitter: @leozuckermann
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