miércoles, 31 de julio de 2013

Ricardo Alemán - ¡Cada chango a su mecate!

Hoy arranca el “largo y sinuoso camino” que recorrerá una impensable reforma energética que hará retumbar “en su centro la tierra” y que cambiará –para bien o para mal–, el destino de México. Inicia la discusión, debate, negociación, aprobación y/o rechazo de las nuevas reglas del juego en materia de energía en México.

Y a la señal de arranque, cada uno de los tres grandes partidos está listo para tomar sus posiciones, seguir puntual el guión y el personaje que a cada cual le corresponde en una puesta en escena que se antoja estelar. Todos a la espera de la voz de arranque; “¡Cada chango a su mecate!”.






Así, por ejemplo, al PAN le corresponderá el papel de presentador de las estrellas. “¡Ahora, con ustedes, la robusta apertura total de las industrias del petróleo y la energía eléctrica..!, ¡que vienen acompañadas de elegantes reformas a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales!”, gritará al graderío el presentador del PAN, el diputado Alberto Villarreal.

El presentador dirá que los azules nunca esperaron de los tricolores una reforma energética a fondo y, por tanto, “nosotros presentamos una iniciativa integral, porque ya no queremos gasolina importada y cara, luz eléctrica cara y escasa y gas insuficiente y caro”.

Y presumirá lo impensable; que los senadores del PAN van juntitos y de la mano, como hermanitos camino a la escuela, incapaces siquiera de mirar feo a su “compañerito”. Y como los de azul son una gran familia, alardearán de lo inimaginable; por fin van juntos diputados y senadores, todos unidos para sostener “la reforma energética más ambiciosa en la historia moderna”.

En primera fila, impecablemente vestidos y envidiablemente peinados –copetones todos ellos–, los señores del PRI jugarán el papel de aplaudidores. Y metidos en su papel aplaudirán a rabiar que sea el PAN el que pague el costo de elevar hasta las nubes la expectativa de la reforma energética. Claro, hasta que poco a poco modularán el aplauso para mostrarse como “los moderados”.

En su papel de “aplaudidor” y “moderador del aplauso”, el PRI y el gobierno de Peña Nieto lleva las de ganar. ¿Por qué? Porque es más fácil quitar que poner, cortar que pegar, bajar que subir. Es decir, que el PRI le quitará los filos, los excesos, los sobrantes a una iniciativa de reforma energética que parece monumento a la salvaje apertura comercial.

Curiosamente, a partir de las próximas horas, el PRI y el gobierno de Peña Nieto presentarán su propia iniciativa y –más curioso aún–, será ver que se trata de una calca de la del PAN, salvo rebases aquí y allá, salientes arriba y abajo que –finalmente–, el PRI se encargará de limar y amoldar.

Pero en donde los “genios” del PRI no ahorrarán en pirotecnia es en una presentación espectacular del texto original de expropiación petrolera del presidente Lázaro Cárdenas, en 1938, que será tomada como bandera del nuevo PRI de Enrique Peña Nieto. Sí, el PRI propondrá en su reforma energética de 2013, justo lo que en 1938 propuso el entonces presidente Lázaro Cárdenas. Y a la evocación le seguirá una lluvia de pirotecnia.

En realidad, azules y tricolores serán el centro del espectáculo; a un tiempo serán el presentador de las estrellas y el aplaudidor de las gracejadas. En el fondo, el PRI y el PAN habrán reeditado una alianza que nació en diciembre de 1988 y que terminó sellada luego de las elecciones de Baja California de 1989. Hoy, la alianza quedará sellada luego de las elecciones de Baja California. Pura casualidad.

Y mientras que azules y tricolores susurran sus amoríos como en los tiempos idos, en gayola, en el tendido de sol la turba reprueba el espectáculo. Y es que al PRD y las mal llamadas “izquierdas” les corresponderá el papel de abucheadores, reventadores del espectáculo.

Y metido en su papel –como pocas veces–, el ex guerrillero Jesús Zambrano encabezará una revuelta estridente y retadora. A la presentación de estrellas como “la reforma a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales”, Zambrano y los suyos aullarán, lanzarán de todo desde lo alto de la gradería, intentarán quemar butacas y…. siempre bajo la batuta del líder Zambrano que si pierde la vanguardia de la gritería contra la reforma energética, pierde el partido. 

En medio de elegantes florituras de verborrea, de hilo fino para la política y de grotescos espectáculos, finalmente hoy empieza de nuevo el espectáculo de la política y los políticos mexicanos; actores consumados que saben de memoria el papel que les corresponde para arrancar pasiones, aplausos, gritos y odios del “respetable”. Y sí, al final habrá reforma energética; una que servirá a todos, les guste o no a los payasos. Al tiempo.

Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/cada-chango-a-su-mecate-1375255443


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