jueves, 4 de julio de 2013

Sergio Sarmiento - País en guerra

MADRID.- “Debe ser muy difícil vivir en un país como el tuyo, en un país en guerra.” La observación no me sorprende. Cuando respondo que México no es un país en guerra, que no hay que correr entre las balas al salir de casa, el nuevo amigo me comenta: “Bueno, todo lo que vemos aquí de tu país es violencia”.

No es fácil en estos tiempos ser un mexicano en el extranjero. México parece haberse convertido en la capital internacional de la violencia. “Vi el otro día que matan a dos mujeres cada día en México.” La información quizá sea correcta. 





En México se registraron 27,199 homicidios en 2011, según el INEGI. Que 730, o sea, 2.7 por ciento, hayan sido de mujeres, no sorprendería. Al contrario, parecerían pocos. Pero la cifra presentada así difícilmente explica la realidad de la violencia contra las mujeres en México, como tampoco lo hace la que señala que 22 mujeres en España fueron asesinadas en los cinco primeros meses de 2013 por sus parejas o ex parejas (Ruth Toledano). Toda información debe contrastarse con un contexto para que realmente nos diga algo. 

No hay duda que la primera razón por la cual México tiene reputación de violencia es por la violencia misma. El número de homicidios dolosos se triplicó de 8,867 en 2007 a 27,199 en 2011, último año para el que el INEGI ha ofrecido cifras oficiales. De 8 homicidios por cada 100 mil habitantes, México pasó a 24.

Nos dicen las autoridades que los niveles de homicidios dolosos están bajando. 

Quizá. Pero todavía no tenemos cifras homologadas por el INEGI que comprueben la tendencia. 

México dista, según el Banco Mundial, de los niveles de homicidios dolosos que se registran en países como Honduras (92 por cada 100 mil personas en 2011), El Salvador (69 en 2011), Venezuela (45 en 2010), Jamaica (41 en 2011), Guatemala (38 en 2011) o Sudáfrica (32 en 2010). Incluso Colombia, cuya reputación de violencia parece haber desaparecido, tiene una cifra superior a la nuestra: 31 homicidios dolosos por 100 mil habitantes en 2011. Brasil registra una cifra de 21 por cada 100 mil habitantes en 2010, similar a la nuestra. Sin embargo, la fama de violencia parece muy superior en nuestro país. 

Los lugares de origen de los visitantes a México son, empero, mucho más seguros. 

Estados Unidos, pese a la permisividad en la compra y posesión de armas, tiene una tasa de homicidios dolosos de 5 por cada 100 mil habitantes (2010). Canadá registra 2 y España 1. Quizá por eso se entiende la visión apocalíptica. Las posibilidades de que un visitante pueda ser víctima de un homicidio o de un acto de violencia en México son muy superiores a las que tienen en sus lugares de residencia. 

La imagen de México se ve afectada por una cobertura informativa que se ha concentrado en los problemas de seguridad. Desde hace años las únicas noticias que surgen de México tienen que ver con asesinatos y secuestros. 

Supongo que una cobertura distinta ayudará a mejorar la imagen. Esto ya está ocurriendo en el interior del país. El índice de percepción de seguridad del INEGI ha mejorado de manera significativa en los primeros meses del gobierno de Enrique Peña Nieto. La razón principal es que el Gobierno ha dejado de hacer el énfasis constante del régimen de Felipe Calderón en la guerra contra el crimen organizado. Sí puede haber un cambio de imagen simplemente con una nueva política de comunicación. 

Pero cuidado, mientras sigamos registrando tasas de homicidios y otros delitos violentos como las que tenemos ahora, no podremos liberarnos completamente de la mala imagen. El problema de México no es sólo de relaciones públicas. También es de realidades. 

GRANIER Y LA MAESTRA

Andrés Granier tiene ya un auto de formal prisión por defraudación fiscal. 

Curiosamente, la maestra Elba Esther Gordillo, si bien enfrenta una acusación por peculado y otra por lavado de dinero, no ha sido acusada formalmente hasta ahora por evasión fiscal, que sería el cargo más difícil de vencer. 

Twitter: @sergiosarmient4

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