1. El gobierno pretende recaudar más para gastar más. Pero ¿gastar más en qué? ¿Se justifica?
2. El lema de la reforma fiscal ha sido que paguen más los que más tienen. Por eso, se dice, es justa. Pero no incluye un principio elemental: que el Estado transparente y rinda cuentas de cada peso del dinero de los contribuyentes. De eso ni una palabra y mucho menos un precepto.
3. Elevar a derecho constitucional el seguro contra el desempleo y la pensión universal es una irresponsabilidad. Terminará por generar una espiral de gasto que será imposible financiar, como no sea mediante endeudamiento.
4. En el colmo del delirio se habla del fin de una estrategia asistencialista para dar paso a una de derechos constitucionales. Pero con ese criterio habría que inscribir en la Constitución el derecho inalienable de todos los mexicanos a la felicidad absoluta.
5. Quienes esperábamos una reforma fiscal simplificadora, que ampliara la base tributaria e incrementara la productividad, nos equivocamos. De hecho, las nuevas cargas fiscales a las empresas y la pensión universal alentarán la informalidad.
6. ¿Se puede justificar una reforma de esa naturaleza cuando el porcentaje de informales asciende a 60 por ciento de la fuerza de trabajo?
7. En 2013 se "invirtieron" 260 mil millones de pesos en la SEP. Para 2014 el presupuesto ascenderá a 289 mil millones de pesos. ¿Tiene sentido gastar más en educación básica cuando la inversión millonaria cada año se traduce en estudiantes de sexto de primaria que no son capaces de leer ni escribir, ni de efectuar operaciones matemáticas?
8. ¿Tiene sentido cuando a la CNTE, en Oaxaca, se le pagan salarios caídos después de dos meses de movilizaciones, y los maestros que corren el riesgo de ser sancionados son los de la sección 59 que sí dieron clases?
9. ¿Tiene sentido incrementar los impuestos cuando el gobierno federal se apresta a dar satisfacción a una fracción del Sindicato Mexicano de Electricistas, integrada por líderes corruptos y millonarios?
10. ¿Tiene sentido cuando los niveles de corrupción e ineficiencia son enormes? Porque desde el gobierno federal hasta los municipales, pasando por los estatales, la corrupción permea.
11. ¿Tiene sentido cuando el año pasado la Secretaría de Hacienda condonó a los causantes morosos 160 mil millones de pesos? ¿Cuando la realidad es que en México hay causantes de primera: los que no pagan; de segunda: a los que se les condonan los adeudos; y de tercera: los cautivos cumplidos? La ley y la severidad de Hacienda no es la misma para todos.
12. ¿Tiene sentido cuando los niveles de endeudamiento de estados y municipios han alcanzado niveles escandalosos?
13. ¿Y cuando los casos de corrupción son estridentes y de todos los colores (Moreira, Godoy, Reynoso Femat, para mencionar sólo tres)?
14. El gobierno federal incrementará la deuda en 2014 para regresar a los años dorados de Echeverría y López Portillo cuando el gasto público -con el consecuente déficit fiscal- dejó al país en ruinas. ¿El gobierno no aprendió nada del pasado de su partido?
15. ¿Tiene sentido incrementar los impuestos y la deuda pública para que el gobierno federal disponga de 4 billones y medio de pesos, aunque sea incapaz de garantizar la seguridad de los ciudadanos?
16. ¿Tiene sentido cuando el sistema de impartición y procuración de justicia es incompetente para aprehender y procesar a los verdaderos delincuentes, pero el 70 por ciento de los presos fueron detenidos por delitos menores de 2 mil pesos?
17. ¿Tiene sentido cuando los causantes cautivos, las clases medias, no reciben servicio alguno por los impuestos que pagan?
18. ¿Tiene sentido cuando los causantes cautivos -los asalariados- reciben una pésima atención en salud y obtienen nula educación?
19. ¿Tiene sentido cuando los partidos y los políticos se sirven con la cuchara grande? El presupuesto del IFE para 2014 será de 12 mil 333 millones de pesos, cuando ni siquiera habrá elecciones federales.
20. ¿Tiene sentido cuando los partidos de todos los colores, ya como gobierno, utilizan ese dinero para alimentar el clientelismo y el corporativismo? ¿Hay alguno que esté libre de culpa?
21. Detrás de la iniciativa existe el supuesto de que la reforma tendrá un efecto redistributivo, pero no hay ningún indicio de que así será. Si así fuera, los cientos de miles de millones de pesos, gastados a lo largo de décadas, ya hubieran abatido los niveles de desigualdad y pobreza.
22. Pero detrás del presunto efecto distributivo hay otro supuesto aún más problemático: el gobierno gasta mejor y más inteligentemente que los ciudadanos. Falso. El gobierno gasta mucho y gasta mal. Entre otras cosas porque protege los intereses de la clase política -como lo ejemplifica el fondo de capitalidad-, la burocracia y contemporiza con organizaciones corporativas que defienden privilegios inaceptables.
23. La utopía redistributiva que sustenta la miscelánea fiscal es en realidad una pesadilla: hospitales sin medicinas, saturados, con pésima atención médica, donde los pacientes languidecen o no son atendidos. Y escuelas donde los niños pierden literalmente el tiempo porque no se les enseña nada.
24. Para que la "reforma" gozara de un mínimo de credibilidad tendría que ser antecedida por una racionalización del gasto público. No hay, sin embargo, un solo apartado ni mecanismo, ya no digo que sea efectivo, sino que forme parte de la nueva miscelánea fiscal.
25. Sería igualmente indispensable que hubiera transparencia y combate a la corrupción. Pero las iniciativas que deberían tratar esos problemas están congeladas en San Lázaro.
26. El gobierno de la República ha decidido dar un giro a la izquierda. Más temprano que tarde deberá pagar el costo. La cita será en la elección intermedia de 2015.
Leído en Reforma
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