¿Es justo que a mil 400 ex trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se les otorgue una pensión vitalicia de 15 mil pesos mensuales?
El asunto es polémico.
El fondo lo es más.
Podríamos plantear el derecho legítimo de cualquier trabajador para aspirar a una pensión de por vida, algo válido y compensatorio para una entrega de trabajo en beneficio de una empresa. Pocos se opondrían a ello.
Pero también podríamos cuestionar la forma como se ha obtenido esta pensión: con amenazas, chantajes, bloqueos. No está en duda el derecho del trabajador, sino la manera de hacerlo cumplir.
Gobernación ha aceptado otorgar esta pensión a los ex trabajadores del SME. Cuidado: se puede sentar un precedente de alto riesgo: si no me das la pensión que quiero, entonces te armo revueltas. A la manera del SME, otros sindicatos pudieran recurrir a esa vía de presión.
En esta columna siempre estaremos del lado de que se cumplan los derechos del trabajador. Muchas empresas son especialistas en esquilmarlos y negar o regatear sus derechos obtenidos a lo largo de años de servicio dentro de los sectores público o privado. Da igual. Pero el caso del SME se cuece aparte.
Es un dragón de dos cabezas.
El 11 de octubre de 2009, en el Diario Oficial de la Federación, el gobierno de Felipe Calderón justificó así la extinción de Luz y Fuerza del Centro:
“…el organismo descentralizado subsiste por las transferencias que hace el gobierno federal para mantenerlo y que, lejos de alcanzar los índices equivalentes respecto del sector nacional, el funcionamiento de Luz y Fuerza del Centro hoy en día representa un costo tan elevado que no resulta conveniente ni para la economía nacional ni para el interés público…
“…los costos de Luz y Fuerza del Centro casi duplican a sus ingresos por ventas: de 2003 a 2008 registró ingresos por ventas de 235 mil 738 millones de pesos, mientras que sus costos fueron de 433 mil 290 millones de pesos…
“…el organismo registra un pasivo laboral de 240 mil millones de pesos…
“En 2008, Luz y Fuerza del Centro perdió 32.5% de la energía que compra y genera para vender. El valor estimado de esas pérdidas totales ascendió a casi 25 mil millones de pesos, lo que representa 52% de los ingresos totales por ventas del organismo…(hubo) comprobada ineficiencia operativa y financiera del organismo descentralizado”.
Hasta aquí las razones del gobierno de Calderón. Pero la contraparte asoma dos motivos para desaparecer a LyFC.
Primero, uno de índole político: que el aniquilamiento del SME fue una revancha política porque el sindicato siempre apoyó a Andrés Manuel López Obrador durante la campaña presidencial de 2006. Habría sido un cobro de facturas políticas.
Segundo, según lo narró a este columnista el líder del SME,Martín Esparza, fue un asunto de negocios:
“Acabaron con Luz y Fuerza debido a los compromisos que el gobierno de Calderón contrajo con intereses particulares, para darle oportunidad de negocios a empresas transnacionales y privatizar la fibra óptica de Luz y Fuerza”.
Según Esparza, el motivo fue privatizar, explotar y comercializar mil cien kilómetros de la red de fibra óptica de LyFC en favor de la empresa WL Comunicaciones, S. A. de C. V., dejando fuera a Luz y Fuerza y, en consecuencia, al sindicato.
La generación de la luz es un gran negocio: de 2000 a 2008 se le pagaron a empresas extranjeras 268 mil millones de pesos en permisos para generar electricidad.
Y dentro del conflicto hay un punto clave:
Resulta que el SME no es un sindicato de empresa, sino un sindicato nacional de industria.
“Nuestra materia de trabajo es la industria eléctrica y, en este caso, a esta industria no la han extinguido. Sigue ahí. La materia de trabajo existe, y mientras eso ocurra, se mantiene la relación laboral”, explica Esparza.
¿Pesaron más cuestiones de inviabilidad financiera, políticas o de negocios, en la extinción de Luz y Fuerza del Centro? Juzgue usted, lector de estos Archivos del poder.
Lo cierto es que Gobernación ha decidido darle carpetazo al asunto, ofreciendo alrededor de 15 mil pesos mensuales a los ex trabajadores del SME mediante un “memorándum de entendimiento”. Pensión vitalicia para ellos.
Esparza ha decidido llevar a votación la propuesta del gobierno federal para que, en asamblea, los electricistas decidan si aceptan o rechazan la oferta de 15 mil pesos al mes de por vida.
Por lo pronto, el tufo de una “concertacesión” político-financiera, comienza a percibirse.
Twitter: @_martinmoreno
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