Por medio de la encuesta, Banxico conoce las expectativas de estos expertos en torno a inflación, tasas de interés, tipo de cambio, actividad económica, empleos y salarios, finanzas públicas, políticas que incentivarían una mayor inversión privada en México, factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México, clima de los negocios y el nivel de confianza, evolución de la actividad económica de Estados Unidos y sector externo.
Es interesante estudiar las encuestas para conocer como ven las cosas quienes son, a juicio de Banxico, los mejores economistas del país.
Más interesante es estudiar las últimas encuestas para observar como cada mes van variando sus expectativas y comparar sus pronósticos con la realidad.
Por las limitaciones de espacio que tiene esta columna, hoy me limitaré a analizar como los especialistas en economía del sector privado han venido pronosticando, desde diciembre de 2012, cuál será el producto interno bruto (PIB) para el año que está por concluir.
En la encuesta correspondiente al último mes del año pasado, los analistas consultados por Banxico esperaban que en 2013 el PIB aumentara 3.45 por ciento.
Un mes después, en la encuesta de enero de 2013, la expectativa era de que el PIB crecería 3.55 por ciento. En febrero, el pronóstico disminuyó ligeramente, a 3.54 por ciento. En marzo, otra vez decreció, esta vez en mayor proporción, ahora a 3.46 por ciento.
En abril, los analistas de nuevo pronosticaron un PIB menor al que habían pronosticado un mes anterior, de 3.35 por ciento. Así, en cuatro mes, la expectativa del crecimiento del PIB se redujo de 3.55 por ciento a 3.35 por ciento. Esto es una reducción de 0.2 puntos porcentuales o de 5.6 por ciento, según se analice el número.
Para mayo, los analistas encuestados habían perdido todo su optimismo en torno al crecimiento económico de nuestro país en 2013. Su expectativa fue ligeramente menor a 3 por ciento: 2.96 por ciento.
El primer semestre del año concluyó con un mayor pesimismo. La encuesta de Banxico correspondiente a junio señaló que los analistas del sector privado estimaban que en 201 el PIB solamente crecería 2.84 por ciento.
En julio el pronóstico nuevamente fue menor al del mes anterior, 2.65 por ciento. En agosto, la expectativa de los economistas por primera vez fue menor a 2 por ciento, un raquítico 1.78 por ciento, porcentaje que se redujo a 1.43 por ciento en la encuesta de septiembre.
La encuesta más reciente, correspondiente a octubre, indica que los expertos económicos del sector privado prevén ahora que la economía crecerá solamente 1.24 por ciento este año. Esta cifra es muy similar a otros cálculos realizados por grupos financieros nacionales e internacionales, cámaras empresariales y organizamos internacionales. Un crecimiento de 1.2 por ciento parece ser, por lo menos hasta ahora, la opinión de la mayoría de los analistas, aunque hay algunos que no creen que sea mayor de 1 por ciento.
Entre el pronóstico de 3.45 por ciento de diciembre o de 3.55 por ciento de enero y el de 1.2 por ciento o 1 por ciento de octubre hay una tremenda diferencia. ¿Qué es lo que no previeron hace 11 meses los distinguidos economistas que cada mes son encuestados por el Banco de México? ¿Se les olvidó que durante el primer año de cada sexenio la economía del país resiente los efectos que causan los cambios que se dan dentro de la alta burocracia? ¿Olvidaron acaso que cada seis años llega un nuevo gobierno integrado por hombres y mujeres decididos a cambiar las políticas económicas que según ellos no funcionaron durante la anterior administración?
Sea lo que sea, fallaron estrepitosamente en sus estimados.
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Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=205576
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