“Si Francisco es marxista, entonces Jesús también lo era”
Reza Aslan, profesor de la Universidad de California en Riverside, trata de encontrar al Jesús histórico entendiendo a fondo la Judea de principios de la era cristiana.
LEÓN KRAUZE
El debate sobre el Jesús histórico es tan antiguo como el cristianismo. ¿Cómo era Jesús? ¿De dónde venía? ¿Qué buscaba realmente? ¿Cómo vivió y murió? Todas, preguntas delicadas desde hace un par de milenios. En Estados Unidos, la polémica se encendió de nuevo tras la aparición de un libro particularmente interesante: Zealot (zelote o fanático): the life and times of Jesus of Nazareth. Su autor, Reza Aslan, profesor de la Universidad de California en Riverside, trata de encontrar al Jesús histórico entendiendo a fondo la Judea de principios de la era cristiana. Aslan atiza con gusto la polémica: el Jesús que dibuja tiene poco que ver con el Cristo que después daría pie a la religión más socorrida del planeta. Hace unos días conversé con él a propósito de la Navidad.
LK.- ¿Cómo era Galilea hace poco más de 2 mil años?
RA.- Galilea era gobernada y estaba dominada por el imperio romano, el más grande del mundo. La división entre la gente acomodada y los pobres era enorme. Y Jesús definitivamente venía de un contexto de pobreza.
LK.- ¿Era Jesús un híper-pacifista? ¿O era un hombre más en el modelo de Moisés?
RA.- Si te haces llamar “Mesías” en el siglo primero, lo que quieres decir es que eres un descendiente del rey David y lo que buscas es reestablecer el reino de David en la Tierra y la llegada de un gobierno divino. Y decir eso (bajo el yugo romano) merecía la pena de muerte. Son palabras dignas de un traidor. Jesús no era el único que pregonaba ser el Mesías en el siglo primero. Muchos otros aseguraban lo mismo y todos fueron ejecutados por ellos, al igual que Jesús. Esta pregunta sobre si Jesús era un pacifista realmente encuentra una respuesta al final de su vida. La crucifixión era un castigo reservado para los crímenes contra el Estado. Si Roma pensaba que eras un alborotador lo suficientemente peligroso como para tomarse la molestia de apresarte y ejecutarte, entonces probablemente eras un alborotador.
LK.-¿Qué tan “fanático” era? ¿Se habría identificado con los sicarios? ¿Con los habitantes de Masada?
RA.- Creo que Jesús estaba en un punto medio. La noción de Jesús como pacifista es tan equivocada como la de que pudo haber sido un guerrero violento. En realidad, era un hombre de contradicciones. Un día habla de la paz, al otro le dice a sus discípulos que se armen. Eso es precisamente lo que lo hace tan interesante.
LK.- ¿A qué figura moderna podría parecerse?
RA.- Creo que Jesús era menos Martin Luther King y más Malcolm X. No era de protestas pacíficas. En aquel tiempo no existía el concepto de resistencia pacífica, al estilo de Gandhi o el propio Luther King. No tratas de expulsar de tu país al imperio más poderoso del mundo con una “protesta pacífica”…
LK.- Usted ha dicho que Jesús y Cristo son dos entidades completamente distintas…
RA.- Me parece que hay una diferencia entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe. El Cristo de la fe es una construcción teológica y puede significar lo que tú quieras que signifique. Si eres un hombre blanco que vive en los suburbios, entonces Cristo seguramente es un hombre blanco de los suburbios. Si eres un campesino en los sembradíos de café guatemaltecos, entonces Cristo puede ser un migrante que se levanta en armas contra el opresor. Por eso es que el cristianismo es tan grande, porque Cristo es algo tan maleable.
LK.- Usted dice que el cristianismo no comenzó con Jesús. ¿Entonces quién origina el cristianismo? ¿San Pablo?
RA.- Así ocurre con todos los profetas. Jesús no creó el cristianismo. Buda no creo el budismo: era un hindú enseñando hinduismo. El profeta Mahoma no creo el Islam. Son los seguidores de estos profetas los que crean las religiones. Y sí, en el caso del cristianismo, Pablo tuvo un papel central. Fue él quien insistió en separar el movimiento del judaísimo creando algo completamente nuevo. Y fue una buena decisión porque de haber permanecido como una secta judía probablemente habría desaparecido.
LK.- Por ultimo, déjeme preguntarle algo que me ha fascinado desde que leí El gran inquisidor, de Dostoievski. ¿Qué diría Jesús de la Iglesia actual? Si lo trajeramos de vuelta, ¿qué diría?
RA.- Sería un experimento divertido. Era judío, así que seguramente le desconcertaría el cristianismo. No sabría qué es el cristianismo. Lo primero que haría sería meterse a la sinagoga local: ahí se sentiría en casa. Y le confundiría mucho la burocracia de la Iglesia. No tendría elementos para siquiera entender el Vaticano y la riqueza y poder que se han vuelto el legado de un hombre cuyo ministerio estaba fundado precisamente en condenar la riqueza y el poder. Habiendo dicho esto, creo que le gustaría el papa Francisco. Sé que se ha metido en problemas por reprochar a los ricos y poderosos últimamente, pero creo que Jesús y Francisco se habrían llevado muy bien.
LK.- Sus críticos dicen que Francisco es un marxista…
RA.- Entonces Jesús también lo era.
leon@radio.com.mx
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