viernes, 17 de enero de 2014

Sergio Sarmiento - Presidente infiel

Aquellos que son fieles conocen solo el lado trivial del amor; son los infieles los que conocen las tragedias del amor".
Oscar Wilde

Con una sonrisa condescendiente los comentaristas franceses solían decir que en su país había una actitud madura ante las aventuras amorosas de sus presidentes que contrastaba con el puritanismo estadunidense. En Francia, el presidente François Mitterrand podía tener a su esposa, Danielle, en el Elíseo con sus dos hijos y también a una amante de tres décadas, Anne Pingeot, con su hija Mazarine, en una casa particular con protección oficial y servicios del gobierno. Los medios no tocaban el tema. En Estados Unidos, en cambio, Bill Clinton enfrentó un juicio político por su relación con la becaria Monica Lewinsky.

El escándalo por la presunta relación del actual presidente de Francia, François Hollande, con la actriz Julie Gayet sugiere que, más que una sensibilidad nacional distinta, la cobertura de los medios sobre la vida privada de los presidentes ha cambiado. En cuanto a la supuesta permisividad francesa, hay que señalar que Gayet fue eliminada como posible jurado para elegir a los artistas becados por la Academia Francesa de Roma una vez que se dio a conocer su aparente relación con el Presidente.






John F. Kennedy tuvo constantes amoríos cuando era presidente de los Estados Unidos, a principios de los sesenta, sin que los medios lo hayan reportado. El país no se volvió súbitamente puritano para los noventa, cuando Clinton tuvo el poder, sino que las reglas con que actuaban los medios eran ya distintas. El cambio quizá tardó en llegar a Francia, pero hoy los medios galos están más dispuestos a hurgar en la vida privada de un presidente que en los tiempos de Mitterrand.
Hollande tiene razón cuando dice que sus relaciones amorosas son un asunto privado por el que no tiene que responder ante medios o público. Los franceses coinciden. Las encuestas sugieren que no hay en Francia una desaprobación moral a la compleja vida sentimental del Presidente, quien ha pasado en corto tiempo de una larga relación con Ségolène Royal, excandidata presidencial con la que tiene cuatro hijos, a otra con Valérie Trierweiler, la "primera dama" oficial del Elíseo, y a este aparente amorío con Gayet.
A los franceses no les incomodó votar por un hombre que no se ha casado con ninguna, cosa que seguramente habría sido imposible en Estados Unidos. Sin embargo, tanto la revista Closer, que reveló el amorío y mostró fotografías de Hollande con casco llegando a visitar a Gayet en una motoneta, como los demás medios que le han dado seguimiento a la historia, se han encontrado con que ésta es la nota más taquillera del actual gobierno.
Medios y políticos deben reflexionar sobre las reglas que deben regir la cobertura informativa de las relaciones personales de los altos funcionarios públicos. Las leyes y la jurisprudencia nos dicen que las figuras públicas tienen una protección menor a su intimidad que las personas comunes y corrientes. Las leyes francesas son más estrictas que las de otros países en la protección de la intimidad, pero esto no ha evitado el escándalo.
En un tiempo en que las relaciones extramaritales son cada vez más comunes, vale preguntarse si los mandatarios deben ser sujetos a reglas morales distintas a los demás. Los periodistas que han dado a conocer la información sobre el affaire presidencial probablemente han tenido también amoríos.
La popularidad del presidente Hollande se encuentra en niveles muy bajos, alrededor de 25 por ciento, pero no por sus relaciones sino por la prolongada debilidad de la economía francesa. Por otra parte, aunque los franceses digan que no les importa lo que el Presidente haga en la cama, no dejan de devorar toda la información sobre el tema.
El cumpleaños
Para muchos es el inicio del año político en México: el cumpleaños del arzobispo de la Iglesia Ortodoxa en México, Antonio Chedraoui. El poder de convocatoria de Sayedna es sorprendente. Más políticos y empresarios acuden a su cumpleaños, cada 17 de enero, que a casi cualquier otro evento político.

www.sergiosarmiento,com


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