viernes, 24 de enero de 2014

¿Son civiles armados de México "Vigilantes"?

¿Son civiles armados de México "Vigilantes"?

Vehículo utilizado por grupos de autodefensa en Michoacán (vía YouTube)

Por Pablo Piccato - 23 de enero 2014

Las autodefensas han surgido a lo largo de México en los últimos años. En la última semana, adquirieron un papel prominente en el sur del estado de Michoacán, en el que han luchado sicarios del narcotráfico fuera de las ciudades en las que se utilizan para gobernar sin obstáculos por la policía, la extracción de una pesada carga de las poblaciones locales. La imagen de los civiles mexicanos con armas, algunos viejos rifles de caza de un solo disparo, algunos fusiles AK-47, es inquietante, incluso para aquellos que pueden ver desde una distancia segura.


Sin embargo, a través de Internet, los representantes de estos Autodefensa grupos cuentan una historia convincente: La Caballeros Templarios organización, que se utiliza para ejecutar su negocio productivo narcotráfico sin mayores interrupciones en el resto de la población, comenzó en algún momento (el momento exacto varía de acuerdo a diferentes cuentas) para extraer los "impuestos" de casi toda la actividad económica, con el comercio de ganado para la venta de tortillas. Más recientemente, el Caballeros llevó a violar a mujeres y menores de secuestro. Esto, las autodefensas afirman, fue el punto de inflexión. Desde que el gobierno no proporcionó protección para ellos, organizaron en secreto y un día salieron y llevaron de vuelta a sus pueblos. Esto significaba ahuyentar hombres armados y la creación de obstáculos para evitar que vuelva a ocurrir. En algunos casos, los grupos desarmaron y detuvieron a la policía local antes de actuar contra los criminales. Capturaron a algunos de ellos y los entregó a las autoridades, pero al ver que los delincuentes serían liberados, incluso si hubieran cometido delitos graves, comenzaron a mantener sus propias prisiones.Sin embargo, destacan, su objetivo no es reemplazar el gobierno, y que sólo a regañadientes se levantó en armas. Tiroteos eran necesarias cuando los delincuentes trataron de recuperar sus posiciones, y hubo bajas en ambos bandos, aunque, las Autodefensa afirman los líderes, sin uso de linchamiento.
Es difícil corroborar o contradecir esta narrativa. Los periodistas tienen dificultades para conseguir los hechos, porque se enfrentan a graves riesgos en su trabajo diario. México sigue siendo uno de los lugares más peligrosos para la profesión en el mundo, ya que es poco probable que conduzca nunca a procesamientos violencia contra periodistas por parte de las organizaciones criminales y funcionarios corruptos. Lo más importante, tal vez, los medios nacionales, con sede en la Ciudad de México, se han mostrado reacios a cubrir la historia, viendo las autodefensas como una nueva faceta feo de una situación ya horrible.
En los puntos de venta liberales y progresistas, autodefensas huelen demasiado a las turbas de campesinos católicos que se rebelaron contra el gobierno a finales de 1920 en Michoacán y otros estados en la guerra cristera, o como el linchamiento peligroso turbas que, en el mito urbano, amenazó cualquier conductor que mató a un burro en la carretera. Había rumores en Internet que otras organizaciones de medicamentos pagados por las autodefensas , o que los empresarios ricos los utilizan para la seguridad. En el estado de Guerrero, incluso guerrilleros condenaron las autodefensas -quizás por envidia por su éxito en armar y animar a la gente a adoptar una postura de desafío abierto contra el gobierno, cuando la guerrilla ha logrado reclutar a un número importante de combatientes desde 1960 . En los diarios de televisión y grandes que están más cerca del gobierno, las autodefensas aparecieron como un desafío inaceptable para el Estado de Derecho, una presencia atávica en una nación moderna.Todo esto hizo una buena información escasa y artículos de opinión tapada abundante-ya una tendencia en gran parte del periodismo mexicano. Por otra parte, la naturaleza de estosAutodefensa grupos varía mucho de una región a otra, sin embargo, rara vez se examina por separado y en su contexto local.
Muy probablemente, las autodefensas están fingiendo para desarmar y el ejército está fingiendo para asegurarse de que sucede, mientras tanto mantener alguna forma de colaboración negociada.
La falta de buena información está empezando a ceder, gracias a la urgencia de los acontecimientos. CuandoAutodefensa grupos se movieron fuera de sus pueblos para "liberar" a los demás, incluyendo algunas que son fundamentales para el poder de los Caballeros Templarios , como Apatzingán, las cosas comenzaron a mirar demasiado a una guerra civil. El gobierno federal se vio obligado a actuar y el presidente Enrique Peña Nieto nombró a un enviado especial para tratar todo lo relacionado con Michoacán, desde la seguridad hasta el desarrollo social, socavando efectivamente la autoridad ya débil del gobernador Fausto Vallejo, un miembro del partido de Peña Nieto (el PRI), quien acaba de regresar de un largo permiso por motivos de salud-tomada poco después de su inauguración. Las tropas federales se vierten en la región y comenzaron a hacer cumplir la orden del gobierno de desarmar. Pero las autodefensas se resistieron, alegando que si renuncian a sus armas el Caballeros Templarios volverá y matarlos. Dos simpatizantes de lasautodefensas murieron en un enfrentamiento con soldados. Muy probablemente, lasautodefensas están fingiendo para desarmar y el ejército está fingiendo para asegurarse de que sucede, mientras tanto mantener alguna forma de colaboración negociada. Dicha simulación en nombre del gobierno no es tan difícil de imaginar cuando uno considera las relaciones acogedoras que se han desarrollado a menudo entre los narcotraficantes y los soldados o policías ordenaron a luchar contra ellos.
Es difícil ir más allá de las hipótesis para el futuro inmediato (y probablemente esto desconcierta a los expertos, escritores de opinión y medios de comunicación). Si el ejército se toma en serio el desarme, podría haber un baño de sangre. Si las cosas vuelven al status quo de los últimos años, las organizaciones criminales volverán con una venganza. Si el ejército, en cambio, comienza a colaborar con las autodefensas , el vigilantismo podría tomar su propio curso, también posiblemente con malas consecuencias.
Una cosa es segura, basada en la experiencia histórica: la nueva intervención del Gobierno subirá la altura de sus objetivos de paz y desarrollo. Decenas de intervenciones federales en Michoacán han logrado poco desde que el ex presidente Felipe Calderón lanzó su propia fallido (y más tarde desmentido) la "guerra" contra las drogas en 2006. Esta historia puede ser generalizado, con algunos matices, para describir las estrategias generales de lucha contra las drogas en México desde la década de 1970.
Por lo tanto, la fuente original de las autodefensas reclamo 'a la legitimidad se mantendrá intacto: la justicia no existe para la población de Michoacán, así como para los de muchas otras regiones de México. Los líderes visibles de las organizaciones criminales, y más a menudo sus operativos, rara vez se preocupan por investigaciones serias, juicios o prisión.Los tribunales y las cárceles no son las cosas como son tratados, salvo para castigar a los operarios de menor importancia de las organizaciones criminales, incluso el gobierno federal cuidadosamente evita hablar de la justicia al describir su intervención. Sin embargo, tan obvio como esto puede sonar, la justicia es la clave de la relación entre el pueblo y el gobierno en lo que respecta a la delincuencia. Aunque los comentaristas, asesores y planificadores tienden a poner poco énfasis en ella, probablemente debido a su enfoque en los resultados mensurables, autodefensas y otras organizaciones de víctimas invocar la justicia como un derecho que la Constitución otorga a todos los mexicanos. Sin embargo, la justicia para ellos sigue siendo difícil de alcanzar, sino a través de una movilización agresiva, ilegal e inquietante de la sociedad civil.

Pablo Piccato es profesor de historia en la Universidad de Columbia. Él escribe sobre la historia del crimen y la esfera pública en México y América Latina.


http://www.dissentmagazine.org/blog/are-mexicos-armed-civilians-vigilantes



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