martes, 25 de febrero de 2014

Eduardo Ruiz Healy - La hipocresía de la izquierda mexicana

En las elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 1998 el candidato del MVR, Hugo Chávez, ganó al obtener el 56.2% de los votos a su favor. ocho años después, el 3 de diciembre de 2006, volvió a ganar, esta vez con el 62.84% de los votos. Su segunda reelección para un tercer periodo presidencial la ganó el 7 de octubre de 2012 con 55.07% de la votación.

 Hugo Chávez murió, por lo menos eso dicen los actuales gobernantes de Venezuela, el 5 de marzo de 2013.

Su puesto lo ocupó el entonces vicepresidente Nicolás Maduro, quien en las elecciones realizadas el 14 de abril ganó la presidencia con el 50.61% de los votos emitidos. Maduro superó a su rival, Henrique Capriles, del MUD, por apenas 1.49 puntos porcentuales.








Los porcentajes que arriba he anotado muestran que en 2012 Chávez y su “socialismo del siglo 21” iban perdiendo popularidad entre los venezolanos. Maduro, a pesar de contar con el sentimiento a su favor que generó la muerte de su antecesor y usar la fuerza del gobierno para ganarse votos, apenas pudo obtener poco más del 50% de los votos en abril del año pasado.
Fue hace ocho años cuando el chavismo llegó a tener su mayor popularidad. Desde entonces ha ido perdiendo seguidores y, de acuerdo a diversos análisis, el propio Chávez hubiera enfrentado serias dificultades para reelegirse nuevamente en 2019, que era cuando hubiera concluido el período para el cual fue electo en 2012. Esto nunca lo podremos saber ya que un cáncer mas cuidado decidió acortar la vida y la gestión presidencial del teniente coronel.
O sea, que Maduro, el chavismo, el movimiento bolivariano y el “socialismo del siglo 21” no son el movimiento de masas que la izquierda mexicana, sobre todo la más radical y anquilosada representada por Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores, pretende que creamos que es.
Todo lo anterior es conveniente recordarlo porque desde el 12 de febrero pasado, día en que los venezolanos decidieron salir a protestar contra la inseguridad y la carestía de productos básicos en su país, hasta el día de hoy, en que los policías, soldados y paramilitares de Maduro han asesinado a 12 personas y reprimido las protestas ciudadanas, la izquierda mexicana no ha levantado su voz para manifestar su rechazo a la violencia con que el gobierno venezolano decidió callar a quienes con toda razón se quejan de las malas condiciones de vida en su país. Excepcionalmente, alguno que otro perredista ha condenado a Maduro, pero la decisión asumida por los dirigentes del PRD, PT, MC, Morena y otras agrupaciones ha sido la de callarse la boca y observar sin decir nada mientras Maduro mata a sus gobernados mientras baila en alguna fiesta de festival.
En lo que a Venezuela se refiere, la tan marchista y bloqueadora izquierda mexicana, se ha visto como una gran hipócrita. Esto lo recordaré en la próxima elección en que me toque emitir mi voto.

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