lunes, 3 de marzo de 2014

Eduardo Ruiz Healy - Más sobre una Estrategia Equivocada y Catastrófica

Escribí lo siguiente el 29 de septiembre de 2000 en mi columna que ese día se publicó en un diario de la Ciudad de México:

“La tasa anual de homicidios en Estados Unidos se incrementó, de uno por cada 100,000 habitantes a 10 por cada 100,000, durante los años de la Prohibición (1907-1933) y descendió a cinco por cada 100,000 en 1943, 10 años después de que fuera nuevamente permitida la venta y consumo de bebidas alcohólicas. Esta tasa se mantuvo fija hasta 1964, año en que se prohibió la venta y consumo de lo que hoy son las drogas ilegales.

“De 1964 a 1970, en el vecino país del norte, el número de prisioneros encarcelados en prisiones estatales por delitos relacionados a las drogas ilegales aumentó más de lo doble, de 3,079 a 6,596. En 1989 ya eran 90,000.







También se disparó la tasa anual de homicidios. De 1964 a 1970 se duplicó de cinco por cada 100,000 habitantes a 10 por cada 10,000, en donde actualmente se mantiene.
“Desde 1970, el porcentaje de la población estadounidense encarcelada se ha triplicado y ni así ha descendido la tasa de homicidios. Más de 1.3 millones de personas viven hoy en las cárceles de Estados Unidos, país que aún mantiene la tasa de homicidios más alta del mundo industrializado. Ninguna nación del mundo tiene encarcelados a tantos de sus ciudadanos, como porcentaje de su población total, que nuestro principal socio comercial.
“Hay quienes aseguran que las altas tasas de criminalidad y homicidio que se observan en Estados Unidos son el resultado de la desaparición de los valores familiares. Si esto fuera cierto, ¿se perdieron los valores en 1907? ¿Regresaron nuevamente en 1933 para perderse otra vez en 1964?
“Los datos son contundentes y los números no mienten. La prohibición de las drogas tóxicas no ha resuelto el problema de la adicción a las mismas y ha violentado a las sociedades de los países en donde se sigue la estrategia de la guerra sin cuartel.
“En Estados Unidos son cada vez más las personas que se pronuncian por la despenalización de las drogas. Entre ellos; el extraordinario pensador y escritor católico William F. Buckley; el cómico George Carlin; el comunicador y ex conductor de TV Phil Donahue; el periodista de radio y TV Hugh Downs; el ganador del Premio Nobel de Economía, Milton Friedman; el cómico y conductor de TV David Letterman; el ex sacerdote jesuita y periodista John McLaughlin; el escritor y periodista Andy Rooney; el astrónomo y físico Carl Sagan (fallecido hace algunos dos años); el actor de cine, teatro y TV Tom Selleck; el empresario, político republicano y ex secretario del Tesoro George Shultz; el periodista Tom Snyder; el caricaturista Garry Trudeau; el multimillonario empresario Donald Trump. Ninguno de ellos es un ingenuo o ignorante.
“Tarde o temprano la realidad deberá imponerse y los gobiernos de muchos países del mundo, el nuestro incluido, deberán aceptar que su estrategia contra las drogas no sólo ha sido equivocada sino catastrófica. La pregunta es: ¿los dejarán rectificar el rumbo esos otros mercaderes de la muerte, los vendedores de armas y equipos que se usan actualmente para combatir al narco? ¿aceptará algún presidente estadounidense que la guerra contra el narcotráfico está perdida y que la única manera de promover una baja en el consumo de drogas ilegales es mediante campañas de concientización? ¿se atreverá algún presidente mexicano a legalizar la venta y el uso de las drogas? La respuesta a estas preguntas, en estos momentos, es negativa. Por ello, la guerra continuará y las bandas de narcos seguirán operando, cada vez más organizadas y financiadas”.
Hasta aquí mi columna del 29 de septiembre de 2000.
Los números de hace 14 años, actualizados al día de hoy, comprueban que la guerra contra los drogas no ha servido para nada y únicamente ha generado decenas de miles de muertos y millones de personas encarceladas por el solo hecho de ser arrestadas cuando llevaban droga para su propio consumo. Además, claro está, fabulosos negocios para quienes le venden a los gobiernos los que éstos adquieren para continuar con su más que perdida guerra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.